Kim Namjoon
No sé qué es lo que estoy planeando, en verdad debería cambiar mis planes y salir de la habitación. Mi verdadero objetivo era pasar un rato aquí, ir a enfrentar a mi padre y volver a Australia. Pero no podía resistirme a ella, tampoco era como si quisiera tener una relación.
Recosté mi cabeza sobre el respaldar, cerrando mis ojos y esperando que en cualquier momento aquella puerta se abriera, o esperaba que no. Fue un error. Me prometí tantas veces no estar de nuevo detrás de alguien, pero aquí estaba.
Era algo ilógico que me pusiera aquel antifaz, cuándo Yuju ya había visto mi rostro, pero no rompería otra regla. Maldije por lo bajo, teniendo en cuenta que no pensaba con mi cabeza de arriba, sino que con la de abajo.
El leve toque de la puerta me hizo tomar una mejor postura, viendo como aquella esbelta morena ingresaba con otro atuendo, uno que me dejaba a la vista su cuerpo pronunciado. La maldita luz tenue, no me permitía ver más, solo como aquella se acercaba a reproducir la música, mientras se detenía en medio de la habitación.
Llevaba esa cola alta, pero no miraba su reconocible flequillo. Disfrutaba ver como el suelo y ella eran uno, la forma en que el resplandor rojo hacía buena fricción en su piel, tan seductor. Se acercó más a mí, y tocó mis piernas que permanecían abiertas.
Tragué saliva, inquieto, disfrutando sus movimientos y esos leves toques subiendo por mis muslos. Justo ahí, me dio la espalda y llevó nuevamente su cuerpo al suelo, y solo gocé plenamente en la forma en que su trasero se movía, en como podría ver todo si fuese más corto el maldito pantalón. Me removí, apretado, confirmando como mi cabeza estaba de viaje a México y mi pene aquí, desesperado.
Volvió a mí, subiendo a mi regazo. Tomó mis manos e hizo que las colocara en el respaldar, estiradas, para que no la tocara. Se movía tan bien encima de mí, joder, esto era una maravilla.
Justo ahora, quería que aquella morena fuese la única que tocara de esa forma mi cuello, que se restregaba bien contra mi pantalón, y que compartiéramos sin pensar el mismo aire que respirábamos.
Sonreí, divertido al darme cuenta de que la canción acabó, y esta estuvo a punto de bajarse de mí, pero por lo visto algo la detuvo, por qué esos ojos negros se dedicaron a verme con cuidado mientras sonreía.
—Eres tú.
Bisbiseó. A penas logré escuchar lo siguiente, ya que la siguiente canción empezó. Supongo que me reconoció también a pesar de llevar aquel antifaz. Fui más rápido, que antes de alejarse, puse una de mis manos sobre su espalda baja, atrayéndola hacia mí.
—Supongo que no hay problema alguno que sea yo. ¿Verdad?
Relamió sus labios y estaba a punto de ahogarme en mi propio vaso personal, sabiendo que mi objetivo de la noche era poder besarla, aunque se rompiera alguna regla. Llevé mi otra mano a tocar su quijada, para que me mirara.
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WARM | KIM NAMJOON [Sinful #2]
FanfictionPor qué ese día en que 𝗖𝗵𝗼𝗶 𝗬𝘂𝗻𝗮 olvidó su cuaderno en la biblioteca, no sería una coincidencia, ni tampoco ver al hombre de hoyuelos que se volvería el control del actuar de su cuerpo. Y mientras se avecinaba la avalancha de contratiempo...