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Choi Yuna

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Choi Yuna

Giré lentamente mi cuerpo, para quedarme al otro lado de la cama. Lo único que podía sentir, era como si todo me pesara, hasta mi propio corazón. No encuentro la forma de hablar, ni tan siquiera he tenido apetito.

Cuándo regresamos a la casa después de ese horrible suceso, simplemente me quedé sentada en el sofá, mirando a un punto fijo, repitiendo una, y otra y otra vez, la forma en como esa mujer se alejaba de mí.

Algunos padres de mis compañeros de clase en la escuela, estaban separados, pero podía ver como tanto la madre como el padre acudían a ver por sus hijos. En el Día de la Madre me avergonzaba no ver a nadie, no entendía ciertas cosas mientras iba creciendo, además de que mi padre era bastante cerrado. La abuela Hye, junto a Bora, eran mayormente mi soporte.

Le pregunté muchas veces a mi padre sobre ella. "Se fue a otro país, ya que tenía muchas cosas que hacer" una frase que una niña de apenas 7 años no podía seguir creyendo. Al paso de los años, viendo la dificultad en casa por el dinero, a causa de la crisis que se estaba pasando en el barrio, me dediqué a buscar cosas en casa para vender. Lo único que encontré fue una foto vieja de mi madre junto a mi padre, jóvenes... felices.

Quise esconderla, y tuve miedo de olvidar su rostro si mi padre encontraba la foto. Entonces descubrí que era bastante buena dibujando. Mis cuadernos se llenaron de su rostro, pensando en si su rostro tenía arrugas, que como tenía el cabello, como era su voz. Pero, mi padre encontró la foto, la rompió y me gritó. Esos alaridos no dolieron, sino las palabras.

"Ella nos abandonó, olvídala Yuna, ella nunca nos quiso". No volví a hablar de ella, pero ese dolor en mi corazón, deseando sentir su calor, nadie lo quitaba. Juré que si algún día me volvía madre, jamás sería como ella.

Quisieron pintarme a esa mujer como alguien buena, pero mi papá tuvo razón todo este tiempo. Tan desalmada, sus ojos fríos, como si no le importara que yo era su hija. Me siento tan mal por los hijos que pierden a su madre, esas que les llenó de amor, esas mujeres que luchaban por y contra todos por sus pequeños. Yo no la perdí, por qué nunca la tuve, entonces no sé por qué ese dolor no se iba.

Anoche, estábamos a punto de irnos a dormir, pero simplemente me puso a llorar, sin parar. Namjoon trató de tranquilizarme, lo logró después de un largo tiempo, así pude dormirme. No me gustaba esta etapa, que él me viera así, ni siquiera he podido preguntarle que como le fue con su padre, eso era algo importante para él, estaba siendo egoísta.

Suspiré con fuerza, tratando de sentarme. Miré fijamente mis zapatillas frente a mí

Me puse de pie, estaría bien darme una ducha. Tenía el cuerpo desganado, perezoso, pero una vez sentí como el chorro de agua caía sobre mi cabeza, me sentí un poco mejor. Y sin yo saberlo, ni quererlo, mis lágrimas se combinaron con el agua. No siento una tristeza exagerada como para estar así ahora, ya fue suficiente ayer, pero simplemente salieron. Puede ser que, me siento tan agradecida con todos.

WARM | KIM NAMJOON [Sinful #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora