Kim Namjoon
Salí de prisa de la biblioteca, después de haber recibido una llamada de mi tía. No podía negarme, pero hubiera agradecido que me llamaran antes.
Tomé el primer autobús que vi, que me llevó hasta la escuela de mi pequeña prima. Por lo visto, llevaba un año en una escuela de artes y tenían planeado sacarla el mes pasado, así que intervine diciendo que yo pagaría las cuotas necesarias. Podría entender a mi tía, era difícil por lo que estaba pasando, pero Suni merecía más atención.
Después de preguntar en la entrada, sobre la clase de los niños de 5 años, corrí apresurado, tratando de acortar todos esos minutos en los que ella pudiese haberse quedado sola. Fue aliviador, ver como había alguien a su lado justo cuándo llegué al pasillo del salón.
—¡Tio Nam!
Sus ojitos brillaban más que cualquier estrella, misma que no quisiera que apagaran nunca, pero la vida quiso quitarle todo a una pequeña como ella. No le presté atención a nadie y tomé a Suni en mis brazos, a lo que ella me respondió, pasando sus brazos por mi cuello.
—Perdóname, me avisaron tarde que viniera por ti.
—Estoy bien, no te preocupes, estoy acostumbrada —Mi corazón lastimaba cuándo decía aquello— Iba a irme con mi maestra.
Y ahí fue cuándo la miré. Se trataba de la chica rara de la biblioteca. Sus ojos eran tan negros, y claramente reconocibles, por ello, tuve la pequeña sensación de que ya los había visto en otro lugar.
Mi cuerpo apenas podía soportar el semblante de su rostro sin ningún gesto, evitando mirarme de igual.
—Gracias, señorita.
—El miércoles, deberá traer ropa de repuesto. Si hay más dudas, puede ingresar a la página web de la escuela. —Musitó— Tengan buen día.
Hizo una reverencia y después de tomar la mano de Suni para despedirse, se adentró al salón, dejándome atontado. Era como si, la hubiese visto en otro sitio diferente a este, como si esos grandes ojos negros, me amenazaran con atacarme en cualquier momento.
Me molestaba querer recordar algo y que no me viniera a la mente. Estaba seguro de que así sería todo el día. Por ahora, traté de dejar aquello de lado, para seguir caminando hacia la parada de buses, sujetando la mano de mi niña.
—¿Cómo fue el día nena?
Cuestioné.
—La maestra Choi se estuvo durmiendo todo el rato. Ah, y los demás niños querían hacerle una broma, pero lo impedí, ¿tú crees que estuvo bien?
Alzó su mirada, esperando mi respuesta. Asentí con una sonrisa. Pensé que todos los maestros de ese lugar eran responsables. Descuidar a un niño pequeño es peligroso, más ahora, que algunos tienen la costumbre de hacer maldades.
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WARM | KIM NAMJOON [Sinful #2]
FanfictionPor qué ese día en que 𝗖𝗵𝗼𝗶 𝗬𝘂𝗻𝗮 olvidó su cuaderno en la biblioteca, no sería una coincidencia, ni tampoco ver al hombre de hoyuelos que se volvería el control del actuar de su cuerpo. Y mientras se avecinaba la avalancha de contratiempo...