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POV ECE

El lunes después de las vacaciones de Navidad, Ferit y yo debemos regresar a la escuela. Papá dice que, tras casi un mes, ha llegado el momento de volver a lo cotidiano. Pero nuestra situación en casa no tiene nada de cotidiano. Sin mamá, que antes trazaba un puente entre nosotros, las cenas con papá son una auténtica tortura. Y además la atmósfera entre Ferit y yo sigue siendo tensa. Apenas hablamos y la mayor parte del tiempo tratamos de evitarnos. A pesar de que él suele ser la persona en cuya compañía mejor me siento.

Ahora miramos los dos por la ventanilla del coche, en silencio, mientras Latif nos lleva a la escuela. Volver allí se me antoja como una colosal pérdida de tiempo. A fin de cuentas, ahora ya sé que no voy a estudiar, aunque pueda aprobar los exámenes finales. ¿Qué sentido tiene?

Después de que Latif haya frenado delante de la entrada de Maxton Hall, baja la mampara y se vuelve hacia nosotros.

—¿Todo bien?

Asiento sin pronunciar palabra e intento sonreír. Me pregunto a veces si aún tengo el mismo aspecto que antes. Antes de que todo esto sucediera.

—Si pasa cualquier cosa —dice Latif con su voz profunda y tranquila—, estoy disponible. Y si aparecen periodistas, diríjanse al director. Está al corriente y se ocupará de que nadie los moleste.

Sus advertencias suenan casi como si se las hubiese aprendido de memoria.

Hace tiempo que tengo la sospecha de que Latif todavía no ha asimilado, como quiere hacernos creer, lo de mamá. Al fin y al cabo la conocía desde hace más de veinte años. Solo bromea muy de vez en cuando y, a veces, cuando no se siente observado, se lo ve tan triste y perdido que hasta a mí se me encoge el corazón.

—Entendido —digo, y lo saludo llevándome dos dedos a la frente.

Latif me regala al menos una sonrisa cansina antes de dirigirse a Ferit.

—Cuide de su hermana, señor Korhan.

Ferit parpadea y echa un vistazo a su alrededor. Su rostro se petrifica al instante, cuando se da cuenta de que ya estamos delante de la escuela. Sin decir nada, agarra su bolsa y abre la puerta. Arrojo a Latif una mirada de disculpa antes de seguir a Ferit y salir del coche. Ya casi ha cruzado la mitad del aparcamiento cuando lo alcanzo. Kaya, Akin, Mustafa y Ali esperan en la escalera de la entrada principal.

—¡Korhan! —Ali le tiende el puño y esboza una amplia sonrisa—. Ya era hora de que te dejaras ver por aquí.

Ferit sube ligeramente una comisura de la boca y choca el puño contra el de Ai.

—Sin ti esto no es lo mismo —añade Mustafa, agarrando la cara de Ferit con las dos manos. Le da un cachete amistoso en la mejilla.

Mientras, Kaya se acerca a mí y me abraza.

—Ece —murmura en mi cabello.

Yo trago con dificultad. Su olor me resulta tan familiar que me gustaría pasar el resto del día así, con él. Pero como no es una opción, me aparto con cuidado de él.

—Buenos días —digo cansada.

Los ojos marrón miel de Kaya contemplan inquisitivos todo mi rostro. A continuación me rodea los hombros con un brazo, subimos la escalera junto con los demás y cruzamos la maciza puerta doble de Maxton Hall.

Nuestros amigos han construido una extraña formación a nuestro alrededor, seguramente para protegernos de las preguntas de los compañeros, pero no es necesario. Nadie va a hablarnos. Ferit me lanza una mirada por encima del hombro y reaccionamos los dos del mismo modo. Nos erguimos y avanzamos por los pasillos de la escuela, tal como hemos hecho siempre.

save you #2Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin