POV SEYRAN
—Me pregunto si Korhan ha llorado. —Esto es lo primero que oigo el miércoles por la tarde cuando entro en la sala de trabajo de la biblioteca.
La reunión del comité de actos empieza en media hora y quería aprovechar el tiempo para pedir prestado un libro que desde hace meses está en mi lista de lecturas de Oxford. Pero me arrepiento de haber tomado esta decisión cuando oigo una fuerte risita.
—Bueno, conmigo podría desahogarse llorando siempre que quisiera.
Me pongo de puntillas para echar un vistazo por encima de la hilera de libros, a través del espacio libre de la estantería. Veo a dos chicas que están sentadas a una de las mesas de trabajo, con las cabezas juntas sobre un libro. Es evidente que no están estudiando. Ni siquiera se esfuerzan por hablar en voz baja.
—Por lo visto está super abierto a quien se ofrezca a consolarlo. —La primera chica hace una mueca cargada de significado.
—Desde que ha heredado las acciones de la empresa está todavía más bueno. —La otra suspira—. Puede que pruebe suerte.
Me invade la cólera. Sin contar con que están en una biblioteca y me da asco la forma irrespetuosa en que hablan de Ferit, me enfurece no poder ir a ningún sitio en esta escuela en el que no oiga su nombre.Ya de camino he pasado junto a tres grupos que hablaban de él, y lo mismo me ha ocurrido durante toda la semana.
Y sin embargo hay un montón de chismes de los que mis compañeros también podrían ocuparse con el mismo tesón. Sorprendieron a Akin en los baños de hombres montándoselo con uno..., y el tipo ni siquiera va a nuestra escuela. Y Pelin está saliendo, efectivamente, con el chico que se durmió encima de ella la primera noche que pasaron juntos. Aún sigo sin saber si debo creerme esto último, sobre todo cuando veo la resplandeciente sonrisa que desde entonces exhibe constantemente. También se dice que, tras la muerte de su madre, Ece se arrojó a los brazos de Kaya y que hay algo más que amistad entre ellos. Sin contar con el hecho de que Ece está ahora ocupada con temas más importantes, dudo mucho de que eso sea cierto. No obstante, cuando el rumor se extiende por la clase de Biología y me vuelvo hacia Kaya, este cruza los brazos detrás de la cabeza con una sonrisa de satisfacción, así que por unos breves instantes ya no sé qué pensar.
Pero es de Ferit de quien más habla la gente. A todas horas y por todas partes.
«¿Has visto las fotos de Ferit Korhan?»
«El pobre...»
«¿Todavía hay algo entre él y esa tal Seyran?»
No hay ocasión en que no se me forme un nudo en la garganta y sienta un pinchazo en el corazón. Me pregunto cómo voy a olvidarlo si su nombre está en boca de todos y ni siquiera puedo desconectar en la biblioteca.
Saco de un tirón el libro y doy la vuelta a la estantería hacia la zona de trabajo.
Las chicas se sobresaltan al percatarse de que no están solas. Mientras me acerco a ellas, reflexiono sobre si debo decirles algo, pero no voy a gastar energía en eso. Les lanzo una mirada de desprecio y paso de largo en dirección a nuestra sala de grupo.Una vez que llego allí, entro lo más deprisa posible y apoyo la espalda en la puerta. Cierro los ojos, dejo caer la cabeza contra la puerta e intento inspirar y espirar tranquilamente durante unos segundos.
—Hey.
Abro los ojos.
Ferit está sentado al otro lado de la sala. En la silla que siempre había ocupado durante el trimestre pasado, cuando el director Saffet lo obligó a participar en el comité de actos.
Parece cambiado. Tiene bastantes ojeras y distingo una ligera sombra en su barbilla, señal de que no se ha afeitado. Lleva el pelo más alborotado que de costumbre, probablemente porque le ha crecido.
Me pregunto si él también me verá distinta.
Pasan los segundos y ninguno de nosotros se mueve. No sé cómo comportarme en su presencia. Entre las horas de clase, en el pasillo, me he limitado a ignorarlo, pero ahora somos los únicos en esta estancia.
—¿Qué haces aquí?
Tengo la voz ronca. Y sin embargo no quiero dar la impresión de que todavía ejerce alguna influencia sobre mí. Al contrario, debo hacer que piense que no me afecta para nada estar con él en una misma habitación.
—Leer. —Levanta un libro..., no, un manga. Leo el título con el ceño fruncido, aunque ya conozco la imagen de la cubierta.
Ferit está leyendo Death Note. El tercer volumen.
Una vez le dije que era mi serie favorita.
Lo miro desconcertada.
—Enseguida tendremos la reunión, así que si te buscas un lugar mejor para leer... —Me separo de la puerta y me voy a mi sitio como si no estuviera notando en los oídos las pulsaciones de mi corazón.
Saco las cosas con lentitud y las distribuyo por encima de la mesa, voy a la pizarra y escribo la fecha en el extremo superior derecho. Me gustaría tener alguna otra cosa que hacer, pero tanto el portátil como las notas del orden del día están en el interior de la bolsa de Zey. Así que me siento y hago como si estuviera leyendo, concentrada en un apunte de mi agenda.
Veo con el rabillo del ojo que Ferit ha dejado el manga en la mesa frente a él. Sus movimientos son pausados. Casi me da la impresión de que tiene miedo de asustarme. Siento su mirada sobre mí y aguanto automáticamente la respiración.
—Quiero volver a participar este trimestre en las reuniones del comité.
Me quedo helada. Sin apartar los ojos de mi agenda, pregunto:
—¿Qué?
—Si Zeynep y tú están de acuerdo, pediré la autorización a Saffet—prosigue.
Levanto la vista sin dar crédito.
—No hablarás en serio.
Ferit me mira a su vez tranquilo. Ahora sé qué es lo que me parece distinto en él. Aunque se lo ve cansado, ya no hay en sus ojos esa falta de esperanza que advertí en Nochevieja. Ocupa su lugar una serenidad que en este momento me desgarra. Puedo ser fuerte si le va mal. Cuando está en calma me pone nerviosa. ¿Es esto lo que todos llaman «complementarse»? ¿O es que nos desequilibramos el uno al otro?
—Me lo pasé bien aquí, incluso aunque en un principio fuera reticente. Quiero seguir involucrándome en estas tareas.
No puedo dejar de mirarlo.
—No me lo creo.
—Tú misma dijiste que se me da bien organizar y que se me echaría de menos en el equipo. Además, ha cambiado el horario de entrenamientos. El lacrosse y las reuniones solo coinciden una vez a la semana. Al entrenador no le importa.
Recojo del suelo la mochila y empiezo a rebuscar en su interior solo para apartar la vista de Ferit. No tengo ni idea de qué significa todo esto.
ŞİMDİ OKUDUĞUN
save you #2
RomanceSeyran está destrozada: después de todo lo que han compartido, Ferit la ha traicionado. Decepcionada, no quiere verlo nunca más. Sin embargo, lo apoya en un momento muy triste, aunque le deja algo muy claro: no está dispuesta a perdonarlo ni a darle...