Capítulo 9: Dudosa conmoción

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La noche ha caído y la batalla no hace más que avivarse a cada segundo que pasa

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La noche ha caído y la batalla no hace más que avivarse a cada segundo que pasa. A estas alturas, casi todas las fuerzas ya están concentradas aquí. Demonios, cantores y brujas luchamos de la mano contra todos los demás seres oscuros, pero lo que realmente me preocupa, es como mi primo al verme desapareció. Aunque no han llegado malas noticias, así que por el momento solo me mantengo firme combatiendo contra los muertos vivientes que han empezado a mutar.

La sangre putrefacta me escurre de todos lados, incluso en ocasiones me nubla la vista. Es molesto, pero poco a poco tomo ritmo.

Otra cabeza de muerto viviente rueda mientras el estruendo del gigantesco cuerpo cayendo sacude todo a su paso, y maldigo la hora en que me vengo a dar cuenta que estas cosas tienen cierta resistencia a la magia. Eso me hace tener que tomarme mi tiempo con cada uno de ellos, aprovechando que Kaxha los distrae atacándolos convertida en un feroz pájaro que me cubre la espalda arrancándoles pedazos de su asquerosa carne, mientras Dimitry se encarga de comandar la alianza.

Aunque la situación es difícil por la cantidad desorbitante de seres peleando en estas tierras, se puede decir que el pronóstico está a nuestro favor. Hasta ahora no hemos cedido ni un centímetro de tierra. Tenemos que seguir así. Una vez pueda terminar con los muertos vivientes, será mucho más fácil utilizar mi energía para ayudar desde tierra.

Una cosa a la vez, me recuerdo lanzando un hechizo de dolor que se expande hacia un grupo de Cat Shirth que tenían a un grupo de demonios de Dimitry a acorralados, así, bajo la distracción que les provoqué, los demonios ágilmente los reducen.

Es un momento crucial. Debemos estar más concentrados. La contienda continua, cada quien en su propio deber, hasta que todo sucede. ¿Cómo describirlo? He estado en múltiples batallas. He visto caer centenares de aliados y de enemigos, pero lo que está por pasar aquí hoy no tiene ningún precedente en mi vida. Todo pasa rápido, como una visión ensombrecida carente de lógica y llena de sentir.

— ¡Reina! — escucho el grito de una de las mías en medio de todo.

Una energía se expande fuerte, debilitando a los míos, otra onda reanima a los enemigos, la siguiente, en medio de una luz vibrante aparece mi primo etéreo. Ya no es un ser flotante. Es un hombre de carne y hueso. Tras su aparición todo el caos vuelve a desatarse, y yo tengo que dejar sola a Kaxha con los muertos vivientes sabiendo que no lo tendrá fácil, pero podrá ella sola. Una vez toco suelo firme blando mi espada si compasión, hasta que mi hechizo está listo para lanzar.

Sintiendo mi magia rebosante dejo salir el hechizo de energía para nuestro bando contra atacando los efectos que les había dejado el hechizo de mi primo. Es desgastante. Hay miles de guerreros entre cantores demonios y brujas, pero no puedo permitir que nos debiliten, ese sería el primer paso para empezar a ceder ante ellos.

— Reina — se me acerca Loren. — Tenemos noticias del fuerte. Han encontrado alimañas espiando.

No le doy repuesta y empiezo a abrirme camino entre el caos presintiendo de que se trata esto. Zu, al verme viene a cubrir mi espalda de los enemigos, y así puedo concentrarme para dejar ir otro hechizo, pero esta vez más oscuro que la misma noche. Con mi espada corto la palma de mi mano y las palabras fluyen como conductoras. Pronto un jardín de rosas negras está bajo mis pies, y no lo pienso un segundo antes de lanzar por tercera vez en mi vida el hechizo de sangre total.

El reino de la brujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora