. 014

55 9 4
                                    

.

.

.

.

𝐓𝐔𝐑𝐐𝐈𝐀
𝐸𝑠𝑡𝑎𝑚𝑏𝑢𝑙 - 𝑃𝑎𝑙𝑎𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒 𝑇𝑜𝑝𝑘𝑎𝑝𝑖

𝐓𝐔𝐑𝐐𝐈𝐀𝐸𝑠𝑡𝑎𝑚𝑏𝑢𝑙 - 𝑃𝑎𝑙𝑎𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒 𝑇𝑜𝑝𝑘𝑎𝑝𝑖

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Me gusta este color —señalo Afet—, y ese otro.

—A mí igual —Nurbanu sonrió tomando la tela para probar su textura, asegurándose de que sea cómoda.

La costurera movió la cabeza en señal de afirmación, y tomando las telas se las dio a sus ayudantes. En un par de meses ellas necesitarán vestidos que se ajusten a su cuerpo y el grosor de su pancita.

—Hatuns —anunció—, me retiro.

Segundos después la costurera se había alejado del lugar junto a sus ayudantes, y las amigas comenzaron ha hablar sobre la fiesta en honor a sus futuros bebés, es algo emocionante, sobre todo por los millones de cambios que van a tener. Nurbanu y Afet se acomodaron en la cama y dándose una sonrisa mutua permanecieron en silencio antes de sacar a la luz sus pensamientos.

—En la fiesta... —empezó Nurbanu—, Esmehan hanim sultan no paraba de mirarte —advirtió abriendo los ojos de manera notoria—, y Mahidevran Bâs kadin tampoco. Eso puede ser peligroso.

—Sentí la mirada de la sultana Esmehan, pero no hay nada de que preocuparse.

—Pues yo creo que sí —continuó—, en el harem hay rumores acerca de un supuesto romance entre el sehzade y la sultana —Afet fruncio el ceño y sentándose en la cama trago saliva.

—Por ahora no me preocupó, su Alteza está alejado de Nurbahar y Aya —miro a Nurbanu y cambio de tema—. Me di cuenta de la tristeza de Hatice.

—¿Hatice Hatun?

—Sí, ella se veía desolada, triste y enojada. Me compadezco de ella.

—No lo sé, debió tener cuidado.

—No puedes culparla —dijo con ligero enojo—, ella es inocente.

—Está bien, no la culpare. Pero no puedes decir que es inocente, nadie aquí lo es —aquella frase era cierta, cruel pero cierta, e inevitablemente escribiría un largo camino.

Apuntó de continuar la conversación la puerta fue abierta abruptamente, y la presencia de Esmehan Hanim las erizo. Parando se para hacerle reverencia y con la cabeza agachada oyeron su petición.

—Salgan todas, Afet Hatun se quedará —haciendo caso todas desaparecieron y la nombrada temió por su vida.

—Sultana —respiro con profundidad—, ¿puedo ayudarla en algo?

Un Nuevo Imperioˢᵘˡᵗᵃⁿᵃᵗᵒ ᶠᵉᵐᵉⁿⁱⁿᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora