Changes

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Un nuevo día ha iniciado. A pesar de que el despertador sonó hace rato, lo ignoro. No quiero salir de la cama y enfrentar la situación en la que estoy. "Tal vez si lo ignoro y actúo como si no estuviera pasando, todo volverá a la normalidad", pienso. Evito todas las actividades que me recuerden el cambio.

No me fijo en la hora por un buen rato hasta que recibo un mensaje de mi jefe:

-"Señor Omar, no se conectó a la reunión de hoy, ¿todo bien?" Veo la hora y resulta que ya son las 9:20 a.m.

-"Disculpe, señor, aún me siento algo enfermo", le envío como excusa.

-"No se preocupe. En sí, usted ya terminó el trabajo de la semana. Puede tomarse el resto de la semana para recuperarse", mi jefe siempre ha tenido esas consideraciones conmigo.

-"Gracias, señor", concluyo la conversación.

Odio estar sin hacer nada. Siempre que pasa esto, me consume la cabeza. Hoy no es la excepción; los pensamientos no dejan de llegar. "¿Qué haré a partir de ahora?" Esta semana está bien; tengo permiso de ausentarme de mis actividades del trabajo. Pero, ¿la próxima, cuando tenga que hablar o presentar proyectos, o hablar con algún colega acerca de un proyecto en conjunto?

"¿Qué haré con esta apariencia para salir a comprar?" Al final, nadie me conoce. No hay problema en dar explicaciones; nadie me las va a pedir personalmente. Pero, si salir como hombre me incomodaba, como mujer no será mejor. Miradas acosadoras o incluso alguien que se quiera sobrepasar.

Al final, puedo seguir vistiéndome como hombre y fingir todo lo posible, pero toda mi ropa me queda mal. Igual debo comprar más ropa para mi talla, hacer algo con estos pechos y cortar mi cabello para evitar sobresalir.

Decido levantarme y esforzarme para recuperar mi vida aburrida y monótona. Haré una lista de cosas que debo tener en cuenta para vivir lo más normal posible y adaptarme. "Adaptarme no significa que lo esté aceptando o me guste", me digo para calmarme.

Los puntos por abordar son los siguientes:

-Encontrar una forma en que el cambio no se interponga en mi trabajo.

-Adaptar mis espacios para mi nueva estatura.

-Buscar ropa a mi medida.

-Cortar mi cabello.

Parece que esta lista está bien para empezar. Aprovechando la semana libre, me pondré a trabajar en ello.

Cambio de serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora