Enfermedad latente

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—Por supuesto que existen... Y acabamos de hacer enojar... a la más peligrosa.

Concluyo Loki mirando fijamente a la mirada furica de la santa paga, sus hermosos ojos violetas encendidos hablaban por si solos: Era tiempo de implorar el perdón.

Natalie cayo miedo y salio corriendo fuera de la cabaña seguido por Mauro.

—Necesitas calmarte pequeña.

—¡Una mierda! — Tomo su comunicador con manos temblorosas.—¡Trae tu trasero enano aquí! — Grito para después arrojar el aparato contra la pared.

—¿A quién llamaste?

—A Taurus, si una entidad súper poderosa va a matarme al menos me llevare a ese idiota conmigo.

El hombre solo suspiro cansado, acto seguido entra en la cabaña para ver como avanza la prueba de Fernando.

«Si así tuvo piedad no quiero ni imaginarme cuando no la tiene», penso Fernando mientras recorria los pasillos del laberinto a la vez que un gran dolor lo invadia.

Segundo a segundo, él, al igual que las princesas, se ha visto envuelto en el juego enfermo de Loki; sin embargo, el dios nórdico preparó algo especial para el general de Inferno con la excusa de que es el demonio más fuerte de toda la facción no tendría que tener problemas para superar su prueba.

¿Y en qué consiste dicha prueba? Bueno, como recordarán, Fernando nació con una enfermedad crónica que le destruye gradualmente los huesos. Pero gracias a los esfuerzos de su padre y la perseverancia del General, se logró perfeccionar un hechizo que actuaba como una especie de barrera que detiene el deterioro.

Sumando a eso, el entrenamiento militar al que estuvo sujeto dio como resultado que ahora es un dominio que se ríe de la muerte en cada paso queda.

Sin embargo, como pueden imaginar esto no pasó desapercibido por Loki, él no pensaba perder la oportunidad de divertirse con el sufrimiento ajeno, por lo que desactivó el hechizo que mantenia sano a Fernando para obligarlo a cruzar el laberinto sin él, obligándolo con esto, a soportar un gran dolor.

«"Descuida, Fernando. Tú tienes un poder algo parecido al de mi buen amigo Thor, por lo que pondré sedantes mágicos a lo largo del laberinto, si los encuentras podrás beberlos para curar un poco tu agonía"», recuerda mientras bebia de uno de los analgésicos que encontró con anterioridad, suspirando calmado, ya que cualquier respiración agitada podia causarle un gran dolor en las costillas.

De repente, un gran temblor sacudio la tierra, haciendo que el chico se tambalease un poco para que segundos después se formara una gran montaña enfrente suyo.

—El laberinto continúa en la cima, General.

—Hijo de puta. —respondio en voz baja mientras soltaba un ligero suspiro, Loki nunca fue sido conocido por ser un jugador justo, eso es conocimiento general de todos incluso tuyo pues estoy segura que aun siendo humano has escuchado de lo desgraciado que podía ser este tipo, pero ahora Fernando lo estaba experimentando de primera mano.

«Vamos niño tu puedes...»

«Muévete, papá no crio aún debilucho...»

«Vamos general... No puede perder así...»

Los pensamientos de sus compañeros acompañaron al chico cuyo dolor acababa de intensificarse, ahora no solo debia soportar el dolor de sus huesos que empeoraba con cada paso que daba en la montaña, sino que también debia despejar su mente de toda distracción y sensación que le pudiera causar tropezar y caer desde una gran altura.

«¡Un frasco!», pienso al percatarse que un frasco de analgésico se encontraba sobre una piedra.

Esperando ser tomado por el General, quien ni corto ni perezoso se desvio un poco para tomarlo, grave error ya que justo cuando Fernando se econtraba por alcanzar el medicamento, la piedra donde estaba apoyando su pie se rompio, causando que el chico se cayese, impactando fuertemente contra el piso, rompiéndose el frasco en el proceso.

Inferno (Inferno 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora