—¿Qué harás tú, padre?
—Papá va a ir trabajar, mi amor
Respondio Joseph cortando la transmisión, rompiendo su radio, para después mirar con frialdad a todos sus acompañantes en la cena.
Él se levanto con gracia y porte de su asiento para recorrer el gran comedor, en él ya nadie estaba comiendo, solo miraban al frente, esperando... no, más bien rogando convertirse en seres invisibles.
—¿Les gustan los topos, caballeros? Son roedores interesantes
—Su alteza...
—¡No di permiso de hablar! —exclamo Joseph molesto callando en un alarido que retumbo por todo el comedor.
—Bien. ¿En dónde estaba? Oh, ya recordé. Los Raiders, el proyecto estrella de mi Katarina, aún recuerdo el día que su princesa vino a mi oficina con una gran emoción en sus ojos para mostrarme lo que tenía entre manos.
Lucifer en persona sigue caminando hasta llegar a un gran cuadro que retrata a sus hijas enardeciendo su grandeza.
—Fue ese día en el que me di cuenta de que mi niña estaba lista para tomar las riendas de este lugar, ¿saben? Extraño ver a mis niñas por aquí con su caminata digna y elegante... Pero también entiendo que esta era una buena oportunidad para que el proyecto de mi bebé brillase, y entonces me vengo enterando de que le arruinan la diversión. ¿Saben lo que pasa cuando les arruinan la diversión a mis hijas?
—Emperador le garantizo...
Joseph estaba furioso y con su magia había tomado al pobre demonio por el cuello, este no puedo pronunciar palabra alguna estaba congelado por el miedo, no pasa tanto tiempo hasta que el líder de los Infiernos lo tuviera frente suyo y con su magia hace que su cuerpo gira para que pueda ver el cuadro de las princesas.
—Miralas, son hermosas... cuerpos esculturales como el de mi Isabella, unos ojos que reflejan todo el amor por su imperio... ellas merecen todo en el mundo, entre ello: Cazar ¿No lo crees?
—Si... Si mi señor.
—Eso pensé,— con un simple chasquido la cabeza del pobre hombre exploto manchando de sangre el cuadro por lo que las sirvientas se apresuraron a limpiarlo disculpándose con la imagen de Rita y Katarina, como si les hubieran faltado al respeto—¿Alguien más quiere interrumpirme? —pregunto Joseph calmado limpiando la sangre que salpicó en su rostro.
Obvio, nadie tuvo los pantalones para responder a tal pregunta después de ver lo que acaba de ocurrir, por lo que guardan silencio.
—Bien, sigamos con nuestra comida —afirmo el emperador sentándose—, no queremos que enfríe. ¿Verdad?
Todos vuelven a comer con un semblante palido excepto Joseph el se econtraba calmado devorando su filete termino medio antes de tomar su copa de vino brindando en su mente por la mayor de las princesas quien cumple años al día siguiente.
—¡Por Rita!
—Pro vita tua, pro legato tuo et pro gloria tua!
Exclamo finalmente el emperador siendo seguido por su fiel consejo imperial, mostrando su devoción a la Loba Roja del Infierno quien siempre se encuentraba sobre ellos con gloria, con gracia, inalcanzable. Al terminar la cena Joseph recorrio los pasillos de sus aposentos acompañado por Hammer.
—¿Deberíamos cancelar los festejos? —pregunto Hammer serio, a lo que su jefe solo ríe levemente sin dejar de caminar.
—Sí, sería lo más lógico. Además mi pequeña Rita no estará este año después de todo. Sin embargo, no lo haremos, todos mis súbditos deben festejar a su princesa. Rita se sentiría triste si se entera de que no la festejamos en casa ¿no lo crees?
—Un pensamiento muy sabio como siempre su alteza.
De esta forma llegan a los aposentos reales en donde Hammer abre la puerta a su señor.
—Mañana no tengo ganas de volar así que pide que preparen el auto para salir a primera hora —ordeno el emperador entrando a su cuarto para darse el privilegio de descansar, con el pensamiento de que debe tener mucho cuidado en su paso de mañana.
La noche paso y un nuevo día llego, siendo este un día de gozo pues es el cumpleaños de Rita quien en su primer decreto como princesa pidió que se suspendieran labores en todo el Infierno pues siempre deseo tener una fiesta gigante, un deseo de una niña que se terminó convirtiendo en una tradición de año con año.
Los festejos empezaban temprano por la mañana, a las 5 pues era la hora en que la princesa nació, durante la madrugada se colocaron todo tipo de juegos de feria clásicos en el Infierno para que la gente pudiesen jugar hasta el cansancio. A las 5 de la mañana las bocinas imperiales sonaban y todos en el Infierno debian acudir a la plaza central de Lilith, la capital de este mundo ahí debian esperar en la gran plaza, a las afueras del castillo a que el emperador saliese desde al balcón de su oficina para leer una carta escrita por la misma Rita. Ya que esta no se encontraba en casa, las palabras llenas de amor a su pueblo se superaban año con año pues Rita procuraba escribir en discurso mas hermoso cada cumpleaños, de esta forma se daba inicio al festejo en que todos jugaban, gritaban y reian mientras alababan la gloria de su princesa.
Es una lastima que Joseph no pudiese festejar con su imperio pues debía investigar al traidor que había arruinado la diversión de sus tesoros de esta forma salio del castillo visitando a cada uno de los sospechosos siendo una búsqueda inútil y frustrante pues todos parecían inocentes, tanto que se sentía furioso de tener que estar ocupado en el día del nacimiento de su hija.
Pero todo dio un giro de ciento ochenta grados cuando visito la casa de un noble miembro del consejo el cual llevaba días sin presentarse a las cenas protocolarias, siendo esta una clara razón para sosperchar, no se equivocaba.
Pues al entrar a la lujosa mansion se encontró con una masacre, todo el personal había sido asesinado incluso su señor yacia crucificado en la mitad de la planta baja acompañado con un televisor adherido a la parte alta de la cruz, con una simbología obvia a la vez que extraña.
—Bienvenido, Joseph. —De repente, una voz sueno en el televisor, revelando a uno de los generales del paraíso, uno de los hermanos Gracia: Julian.
—¿Ahora trabajas con los exorcistas? Tú sí que eres un psicópata.
—El enemigo de mi enemigo es mi amigo; pero no te preocupes por eso: ahora hay cosas más importantes como, por ejemplo, tus amados Raiders. ¿Tienes ideas de cuánto tiempo ha pasado desde que empezaste a investigar? Supongo que no. ¿Qué tal si vemos cómo se lo está pasando la cumpleañera?
Al decir eso, la imagen cambio, dejando ver un edificio en llamas, y lo más aterrador de todo es ver a Valentina, su nuera inconsciente y amordazada, dejando el corazón de Joseph frío como el de un muerto.
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Inferno (Inferno 1)
FantasyInferno nos pone en la piel de Katarina Flame, princesa de la dimensión que milenarias tradiciones nos han presentado como "infierno", pero lejos de las clásicas estampas con fuego y tormentos, los "Inferneses" son una sociedad que goza de trabajos...