Capítulo 14

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Mientras esperábamos que Joan y Aleix llegaran a recogernos, habíamos desayunado lo que su madre nos preparó antes de irse a trabajar. Bueno yo solo me tomé el café y una galleta obligada por la mirada asesina de Bella.

Ya en su habitación no dejaba de mirarme al espejo –esa no soy yo– pensaba. Me veía diferente, tenía el pelo alisado y bien peinado, Bella quería ponerme falda pero después de lo que pasó la última vez que me la puse me negué rotundamente así que opté por unos pantalones de mezclilla, con una camisa grande y una camiseta de tirantes marrón. Casi prefería lo que ella llevaba ella. Iba con un pantalón de chándal negro, un top de tirantes gris y una sudadera del mismo color. Ambas nos pusimos deportivas blancas. Ella llevaría un bolso blanco y yo uno negro.

—Deja de mirarte, vas a desgastar la imagen –lo dijo mientras reía y acomodaba su cabello.

—Pero es que no parezco yo, ¿No tienes ropa más de mi estilo? Alguna sudadera holgada, no sé. Y no me veo bien con este bolso, no me veo bien con nada –tiré el bolso frustrada a un lado de la habitación, ya lo llevaba puesto pues Joan y Aleix habían avisado de que estaban cerca. —Bella agradezco tu esfuerzo pero no parezco yo –estaba al borde de llorar y ni yo misma sabía porque, simplemente me entraron ganas en ese momento.

Ella limpió con suavidad la lágrima que estaba apunto de caer y mantuvo su mano en mi cara.

—Ela ya no hay tiempo para cambiarte, lo mucho que puedes hacer es peinarte como te gusta y agarrar tu mochila de siempre –dijo mientras me acariciaba y yo empecé a hipar — eres guapa con cualquier cosa que te pongas y sea lo que sea estoy segura de que no perderás tu esencia. Además, que da igual si no le gustas a Joan, él se lo pierde, yo he descubierto una persona estupenda y es lo que debes asumir que eres, se que es muy difícil a mí también me cuesta muchos días, pero ten seguridad en ti misma. Ya eres parte del grupo, de esta familia que estamos formando, no te pasará nada de nuevo, estás protegida, ¿Vale?

Lo único que hago es asentir y quedarme viendo a un punto fijo mientras pensaba. Estaba consiguiendo lo que quería acercarme a su hijo, el problema era que me estaba gustando de verdad y eso no debería de ser así, eso es lo que tengo que evitar, esto solo es un juego en el que ellos acabarán perdiendo.

—Ya nos están esperando abajo con el coche.

Al final sí que agarre el bolso, tenía que meterme en el papel de conquistar a Joan, ya le había hecho pelear con su padre por defenderme, era un avance. Pero necesitaba más, necesitaba que estuviera del todo de mi parte y dejará a su padre y sus negocios turbios.

☆☆☆☆☆☆☆☆

Llegamos a nuestro lugar. El trayecto hasta allí fue incómodo, solo hablaron Aleix y Bella. Cuando bajamos del coche nosotras nos alejamos mientras ellos sacaban cosas del maletero. Nos fuimos hasta el sitio donde nadie podía vernos, como siempre. Era mejor estar escondidos.

—Ela alegra un poco esa cara porfavor, Aleix me ha dicho que ha traído una sorpresa para animarte –dice con demasiado entusiasmo y agarrándome por los hombros.

—¿En serio me harás fingir alegría después de lo que pasé anoche y todos estos días?

—Si. Y no admito discusión.

Se puso seria la cosa así que me tocó hacerla caso. Cuando los chicos se acercaron vi que traían como dos mochilas y una bolsa grande con cosas. Miedo me daba lo que estaban tramando.
Tendieron una manta en el suelo para sentarnos, en principio entendí que haríamos una especie de picnic por las cosas que empezaron a sacar. Snacks, bebidas y eso.

—Elanna, mi querida novia me contó lo que te pasó anoche –me giro rápidamente y la fulmino con la mirada y ella sonríe inocente — Menos mal que Joan pasaba por allí y ese asqueroso no alcanzó ha hacerte nada, ¿Como te encuentras ahora?

Un Riesgo Para CometerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora