Myoui Mina y Son Chaeyoung tenían sentimientos mutuos, sin embargo ningúna de las dos tomó la iniciativa. Al tener demasiadas dudas sobre sus sentimientos y de no dar el siguiente paso, esa magia podría llegar a desaparecer y otra persona llegaría a...
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Toda la tarde estuve con Chaeyoung. Habíamos estado recostadas y viendo unas cuantas películas en el departamento de Sana. A ella no le importaba demasiado que estuviéramos allí.
Una llamada hizo que Chaeyoung se alejara y atendiera. La sonrisa que se formó en el rostro de la coreana fue una de las más sinceras que he visto, sus ojos rápidamente se iluminaron como dos estrellas. Mi corazón dolió y sabía con quién estaba hablando...
La coreana, luego de un tiempo, terminó la llamada. Con una pequeña sonrisa, me habló.
- Minari, ¡Zion me invitó a cenar! - Dirigió su mano a su cuello y lo rascó. - Me gustaría quedarme más tiempo contigo, pero iré con él, estoy tan feliz que me trate muy lindo.
Mi pecho dolió, esa linda sonrisa que tenía era por su novio y no por mí. Trataba de mostrar que estaba feliz por ella, pero a quién engañaba.
- Oh... - Suspiré. - Que te vaya muy bien en tu cita, me alegra que te trate muy bien y como te mereces, Chaengie.
- Gracias, Mina, creo que ya debería irme, tengo que ir al departamento. - Caminamos hacia la puerta principal. - Hoy no creo regresar al departamento, tú me entiendes, ¿verdad? - Sus mejillas se ruborizaron un poco.
- Sí, yo entiendo... Hoy me quedaré con Sana, tú disfruta.
Me despedí de Chaeyoung con un beso en la mejilla y un rápido abrazo. Al cabo de unos segundos, salió del departamento.
Al darme media vuelta, pude encontrarme con Sana cruzada de brazos, me veía desde el marco de la puerta de su habitación.
- Y vuelves a caer. - Me miró mientras negaba con la cabeza.
Mis ojos nuevamente se cristalizaron, Sana caminó hacia mí y me dio un fuerte abrazo, mi cara quedó en su pecho y solo podía ahogar unos cuantos sollozos.
- No lo puedo evitar... La amo tanto que mi corazón duele solo al pensar en ella. Esa linda sonrisa que se forma en su rostro no es por mí y eso me destruye...
Sana no decía nada, solo acariciaba mi cabello y mi espalda. Ella siempre hacía que me sintiera mejor, pero ahora solo soy una estúpida con el corazón roto.
- Tal vez deberías tratar de alejarte un poco, te será difícil olvidarla.
- No puedo simplemente alejarme, es mi mejor amiga.
- Piénsalo bien, solo te harás daño si sigues así.
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Y
a estábamos casi todas en el camerino. La maquillista trataba de ocultar mis ojeras; yo no había podido descansar nada en la noche.
- ¡Minari! - Chaeng fue hacia mí, siempre me saludaba a mí primero. - Ayer, ¡me fue increíble!
- Qué bien, Chaeng. - Sonreí. - Me alegra que el día de hoy estés muy alegre. - Un nudo comenzaba a formarse en mi garganta.
