Epilogo

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NARRA DIANA

(Dos años después)

¿Sabíais que el sentido del oído es el último en irse después de morir?

Yo pensaba que era mentira, que sería alguna tontería del gobierno para conseguir dinero, pero no. Yo misma pude comprobarlo minutos después de que mi corazón se parara ya que el cáncer se había extendido por más partes a parte de los pulmones.

Oí cada una de las lágrimas y palabras que dijo ese día. Aunque ya no estuviera viva noté el sentimiento de cómo se me rompía el corazón al oír todas esas palabras que me dijo.

Siempre iba a estar allí con ella desde arriba. Estaba muy orgullosa de todo lo que habían hecho. Habían ganado la Champions después de caer contra el Chelsea en la final anterior y le habían dado el premio a mejor jugadora de la competición, siendo la máxima goleadora de esta con 5 goles y 6 asistencias. Esta temporada lo había estado bordando después de bastantes meses en la temporada anterior de baja por problemas personales.

Sabía que cada noche dormía abrazada a mi ropa y que se leía la carta que le escribí una y otra vez hasta conciliar el sueño.

Al principio le costó mucho seguir adelante. Estábamos muy enamoradas. Estábamos no. En presente. Estamos muy enamoradas.

Cada día iba al cementerio y me dejaba una flor.

—Nunca me dijiste cual era tu flor favorita, pero se que cada vez que te regalo una te enamoras más de mi, así que por eso te voy a dejar una cada día—recordé que dijo el primer día que se dignó a ir al cementerio.

Ese día lloró mucho. Nunca la había visto llorar tanto. Siempre acababa despidiéndose diciendo una típica frase que me decía mucho.

«No olvides que eres una supernova rodeada de agujeros negros. Te amo»

Fue pasando el tiempo y pude ver como fue avanzando sola, con ayuda de bastantes psicólogos y sobretodo de su familia y amigas. Alba y Eli lo habían pasado fatal también, sobretodo Alba. Éramos mejores amigas y el hecho de estar saliendo con mi hermana le había afectado aún más. Pude apreciar como ambas lloraban abrazadas intentando buscar algún tipo de consuelo. Fue bonito y triste a la vez.

Y no hablar de Mapi. Me rompí en pedazos la primera vez que vino al cementerio.

—Hola Didi—murmuró entre lágrimas—. ¿Sabes que idea hemos tenido Alexia y yo?—preguntó esperando a que le contestara, cuando se cansó de esperar a que pasara algo que no podía, siguió hablando—. Nos hemos tatuado la fecha en la que nos dejaste—no pudo evitar un sollozo—. El día que se lo propuse no dudó en aceptar. Ahora aquí estamos, ambas con un tatuaje dedicado a ti en la espalda. Nos lo hicimos en la misma camilla en la que decidiste tatuarte en el culo. Aún recuerdo las caras que puso Alexia ese dia...

Y así fue contándome un montón de anécdotas nuestras por si algún día las llegaba a olvidar.

El momento más duro para todas fue el funeral. Se celebró bastante tarde ya que nadie estaba con ánimos de celebrarlo. Allí Alexia se encontró con mi padre y mi madre, la cual se disculpó con Alexia mil veces por haberme tratado así de mal. Mi padre le había hecho entrar en razón desde antes de que yo me fuera pero nunca nos lo dijeron. Alexia no pudo decirle que no a mi madre y le dio un fuerte abrazo.

Todas lloraban ese día, no sé si lo pasaron más mal ellas o yo viéndolas.

—Hoy es un día bastante triste—murmuró Alexia, que estaba dando un discurso—. Pero creo que no debería ser así. Tendríamos que estar recordando a Diana con una sonrisa, recordando todos aquellos buenos momentos que nos dio en nuestra vida, como cuando fuimos por sorpresa a una de sus firmas de libros y se emocionó un montón, o cuando hacía sus chistes malos que hacían que todos estalláramos a carcajadas. Diana es la persona que ha alegrado nuestros días, sobre todos los míos, y debemos agradecerle eso eternamente así que por eso hago este discurso—hizo una pausa para mirar al cielo intentando verme en algún lugar—. Muchas gracias por todo, Supernova—murmuró notando como por mis mejillas resbalaban algunas lágrimas—. Te amo.

Aunque estuviera destrozada, supo cómo afrontar ese día con una sonrisa. Por eso la amaba tanto. Siempre me decía que yo era muy fuerte, pero ella lo era aún más. Yo hacía como si todo me importase una mierda y luego por las noches me destrozaba. Ella no, ella aprendió a saber convivir con eso y seguir adelante.

Y mejor no hablar de mis niños del colegio. Me hicieron un homenaje para mi en el patio. Algunos de mis alumnos favoritos dijeron algunas palabras bonitas que me dejaron llorando.

Me habría gustado aguantar más. Haber podido intentar volver a superarlo para que nadie hubiera tenido que sufrir.

Pero la vida era así.

No todo era de colores rosas y con flores.

La vida tenía partes grises y llenas de nubes que la gente no solía contar.

[FIN]








¿Que puedo decir yo de esta historia?

Me ha encantado escribirla aunque a veces me hayan algunos bloqueos.

Creo que ha sido la historia más dura que he hecho. Tratar estos temas ha sido dificil pero me ha gustado bastante ya que he aprendido bastante sobre la enfermedad de Diana.

Juro que la siguiente historia acabará bien. Solo puedo decir que es de Ona y que tendrá bastante drama.

Me han pedido que escriba la carta de Diana para las chicas del Barça. ¿Queréis que la haga cuando tenga tiempo?

Supernova-Alexia PutellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora