Capitulo 24

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Es después del partido que ganan obviamente y la Alexia enseña a hacerle deditos a la Diana.

NARRA DIANA

Fuimos a dormir sin cenar ya que ambas teníamos el sueño acumulado. Llevábamos desde las tres de la mañana sin dormir y no éramos de esas que aguantaban tanto despiertas. Podría haber dormido más, pero cierta rubia quería que jugase con ella a un juego del móvil ¿y quien soy yo para negarme?.

A la mañana siguiente nos despertamos bastante pronto. Nos dimos una ducha rápida y bajamos a desayunar con las chicas.

—Buenos días—murmuré, acercándome a Mapi para dejar un beso en su mejilla. Mapi estaría conmigo en las gradas y ambas nos hemos traído la bandera del Barça que daban en el campo.

—¿Y a las demás no nos das un beso?—dijo Jana haciéndose la celosa.

Rodé los ojos divertida y fui dejando un beso en una de sus mejillas una por una.

Alexia volvió a la mesa con su desayuno y el mío y me miró con las cejas alzadas.

—Te parecerá bonito no besar a tu novia y a las demás si—me reprochó divertida.

—Ale, en secreto está conmigo—bromeó Mapi.

—Que alivio—fingió—, porque yo te iba a decir que Ingrid y yo también lo estamos.

Ingrid se rió y abrazó de lado a su novia.

—Lo siento, María, I prefer the other blonde—siguió Ingrid, para después estallar todo el comedor en carcajadas mientras Alexia y yo íbamos a sentarnos a los últimos sitios libres. Habíamos sido las últimas en llegar, pero estando conmigo no podíamos llegar a tiempo a ningún sitio.

—Vaya humor más raro que tienen las enamoradas—soltó Vicky.

—Ya lo entenderás cuando lo estés—Alexia le sacó la lengua, como una niña pequeña.

Y luego decir que esta mujer era la capitana del Barça y era súper seria. Increíble.

El desayuno siguió entre bromas y risas. Siempre eran así las conversaciones con estas chicas, no te aburrías en ningún momento.

Después de desayunar fueron todas a entrenar, por lo que Mapi y yo nos quedamos solas en el hotel.

Decidimos salir a dar una vuelta por la ciudad, así aprovechando en comprar souvenirs para nuestros seres queridos. Yo compré un imán para la nevera de Alexia y otro para mi hermana. Obviamente también le compré uno a Eli, la cual llegaría ese mismo mediodía al hotel para poder ver el partido con nosotras.

El paseo fue corto ya que me entró un ataque de tos a causa de mi enfermedad. No me pasaba mucho, pero cuando estábamos en la calle y hacía frío me pasaba.

Al llegar al hotel ya estaban las chicas allí esperándonos.

—Mapi como se te ocurre que salga a la calle sin chaqueta—Alexia me abrazó y regañó a Mapi. Parecía mi madre.

—Ha sido idea mía—defendí a la maña.

Alexia me fulminó con la mirada por haberla defendido.

—Cariño...

—Cariño ni mierdas, Ale—me puse a la defensiva—. Siempre estas preocupándote por mi y te enfadas con todo el mundo cuando me pasa un ataque de tos o cualquier cosa. Necesito ser yo quien tome mis decisiones de como salir a la calle y las consecuencias que conlleva eso. Me frustra mucho que seas tú quien siempre lo hace—dije con la voz rota al final.

Alexia me abrazó y empecé a llorar. Luego noté como ella también lloraba.

—No sabía que te sentías así, cariño—murmuró—. Lo siento muchísimo—dejó un beso en mi pelo y cogió mi cara para verme—. Te dejaré que tomes tus decisiones y no me meteré más, ¿vale?—me susurró para que las demás no nos escucharan—. No sabía que te sentías así mi amor. Lo siento mucho, en serio.

Supernova-Alexia PutellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora