Riley respiraba con calma, exhalaba e inhalaba en busca de tranquilidad, preparándose mentalmente para su primer encuentro con las Firehaws.
Estaba lejos de casa, sin el apoyo de sus padres o el de sus amigas, solo con la compañía de su equipo; conformado por muchas otras chicas que deseaban formar parte del ya mencionado equipo, y a quien Riley debía eliminar si deseaba tener ese puesto.
Aunque, más que prepararse para el encuentro, buscaba estabilizar su ritmo cardíaco tras haber topado con Valentina Ortiz, capitana de Firehaws. Líder del equipo y con las mejores habilidades dentro del campo, quién a su corta edad había logrado ingresar con puntajes casi perfectos. Y que, tras chocar con ella, se había ofrecido a darle un recorrido a Riley por el campamento hasta dejarla en su respectiva habitación. Ese encuentro la había dejado con el cuerpo tembloroso, Val no solo era capitana del equipo, sino también la inspiración de Riley, le causaba gran motivación por el hockey, así como una admiración capaz de hacer cualquier cosa para llamar su atención.
—Michigan— Escuchó Riley la ya conocida voz que la hizo voltear de inmediato—¿Lista para el partido? — Preguntó Val, tomando su hombro en un acto de cercanía. Sin darse cuenta los vestidores ya estaban vacíos a excepción de ella y Val.
—SÍ, bueno, puede que un poco nerviosa. — admitió. —No puedo creer que me vaya a enfrentar contra ustedes, son de verdad un gran equipo, talentosas, buenas en lo que hacen. Siempre te he- las he admirado. — Corrigió, con un "apenas notorio" sonrojo. Val río con amabilidad por tal acto.
—No te preocupes, Michigan. Estoy segura de que eres una gran deportista, sé que serás incluso mejor que nosotras, por algo estás aquí. — Dio un leve apretón en el hombro de Riley para después separarse y caminar hasta la salida, dejando una sensación fría en su hombro. —¿Qué esperas? Vamos. —Alentó Val, haciendo que Riley se levantara inconscientemente y la siguiera hasta la pista de hielo.
Con la mente ya fresca, Riley se deslizó sobre el hielo hasta llegar a su equipo para planear un gran juego. Mientras analizaba a su equipo se dio cuenta del tipo de personas con las que estaría practicando por las siguientes tres semanas. Algunas parecían tener una presencia llena de autoridad, otras tenían muy buenas ideas y unas cuantas dejaban mostrar los nervios a flote tal y como le estaba pasando a Riley. Ellas eran con quien tendría una relación amistad-odio con tal de ocupar un puesto con las Firehawks.
Un silbato resonó por la pista, atrayendo a todas a su centro, y tomando sus respectivas posiciones, a Riley se le había asignado el centro, frente a una de las contrincantes quien le deseo suerte. El juego debía ser muy bueno para lograr vencer al equipo contrario.
—Bien, ya saben cómo debe de ser esto, quiero un buen partido, chicas, sin violencia ni insultos. —Decía la entrenadora. —Pero, sobre todo, diviértanse. —Apenas terminar la frase, la entrenadore dejó caer el disco dando inicio.
El partido comenzó con gran rivalidad, las Firehawks habían tomado posesión del puck apenas tocó el hielo, era innegable la velocidad y coordinación que tenían, se acercaban con gran velocidad a la caja de su equipo. Riley se deslizaba sobre el hielo con una rapidez igualmente buena, esquivando a todas sus contrincantes hasta llegar y arrebatarle el disco al equipo contrario. Lo tomó sin que el otro equipo de percatar de aquello inmediatamente, para cuando lo notaron, Riley se dirigía con gran habilidad a la caja del equipo contario, hasta que notó una presencia a su lado intentando arrebatarle el disco. Fue un pase increíble el que Riley realizó para su equipo, pero que lastimosamente fue interceptado sin previo aviso por Valentina.
—Gracias Michigan. — Mofaba Valentina enérgicamente, alejándose a gran velocidad en dirección opuesta. Y sin mucho esfuerzo, Val logró anotar el primer punto para su equipo.
El partido fue reñido, pero no un verdadero reto para las Firehaws, quien quedaron con 7 tiros a favor y uno en contra, anotado por nada más ni nada menos que Riley Andersen. Las jugadoras salieron exhaustas de la pista, camino a los vestidores con la sola idea de tomar una ducha y relajarse en sus habitaciones. El partido había sido verdaderamente largo, sin mencionar que todavía les quedaba mucho por entrenar.
Riley aún estaba sentada en el banco, procesando todo lo que acababa de pasar, estaba frustrada, esperaba más de sí misma en el hielo, pero parecía que el equipo contrario se lo había llevado todo. Val era una verdadera líder, mantenía a todas con papeles muy bien definidos, era muy difícil arrebatarles el disco, era como si estuvieran conectadas entre ellas mismas, y a pesar de que lo había dado todo, no consiguió más que un simple gol.
Terminó de amarrar sus zapatos y salió del vestuario solo para dirigirse a su habitación.
—Michigan— Llamó una voz que detuvo a Riley solo para encontrarse con Valentina, respaldada por su equipo. —Lo hiciste bien ahí adentro, tienes verdadero talento. — Reconoció Val dando un ligero golpe en el hombro de Riley. —Nos diste batalla. — Riley rio.
—Supongo que así fue, ustedes también juegan verdaderamente bien. Es increíble que no luzcan cansadas después de tanto. — Dijo mientras tomaba de su brazo.
—Bueno eso pasa cuando se entrena muy duro. — Rio. — Estábamos pensando ir a por una pizza, ¿Qué te parece ir con nosotras? — Riley tuvo que tragarse sus gritos de emoción, ¿Valentina Ortiz, invitándola a ella?, no es algo con lo que no había fantaseado, pero llevaban tan solo unas horas de conocerse y ya la estaban integrando en su equipo. Riley no podía estar más feliz.
—Seguro. —Dijo con inferencia.
Llegaron hasta la pizzería más cercana de la zona, relajándose en unos de los cuantos sillones que había en el lugar.
—¿Riley verdad? —Preguntaba Dani, una de las Firehawks. Riley solo atinó a asentir. —Así que vienes desde Michigan, eh, ¿Qué te trajo hasta acá? — Riley pasó por desapercibido la parte de Michigan. Se acomodó con las piernas cruzadas en su lugar y respondió.
—Bueno, en realidad me mude hace no mucho aquí, a San Francisco. —Explicaba mientras Val tomaba asiento a su lado, reposando su cabeza sobre su mano, atendiendo con la mirada a Riley sin que esta se diera cuenta.
—Seguro debió ser difícil dejar todo lo que conocías, tus parientes, amigos, tú novio. —Se aventuró a decir la chica del turbante. Riley tosió tras querer negar rápidamente.
—No, yo no...en realidad, no tengo novio. — Admitió un poco avergonzada, pues era consciente de que estaba con chicas mucho mayores que ella, y que seguramente había tendió más experiencias que Riley.
—Vamos Michigan, por lo menos debe de haber alguien que te atraiga. — Soltó Dani. Riley solo atinaba a reír con vergüenza, mientras las demás suponían cosas.
—Paren ya chicas, Riley dijo que no tiene novio y punto, dejen de molestarla. —Salió a su defensa Valentina, avergonzando un poco más a Riley. —Aun es muy chica para ese tipo de cosas. —
—Vamos Val, a esa edad tú ya andabas con Sam. — Decía Dani con total plenitud.
—Ya, pero no fue nada serio. —Dijo Val cruzándose de brazos.
El resto de la noche no fue muy diferente, sin embargo, ya no era todo sobre Riley y lo agradecía mucho. Todas platicaban experiencias que habían tenido, como novios, besos, y demás cosas de adolescentes, así como unas cuantas cosas más sobre hockey. En ocasiones Val la reconfortaba con pequeños comentarios y bromas que hacía, parecía ser una persona verdaderamente perfecta, tan amable y atenta. Riley solo se dio cuenta de lo nueva que parecía en todo ese mundo, ni siquiera había dado su primer beso y eso le causaba mucha vergüenza.
Para cuando todo acabo, Val se encontraba en la oscura comodidad de su habitación. Solo podía pensar en una cosa, y era en Riley. Había estado analizando cada movimiento y expresión proveniente de ella. Se había dado cuenta de cada sonrojo y de cómo su cuerpo se estremecía a su contacto.
—Será un buen campamento. — Declaraba con un tono casi inaudible, acomodándose para dormir.
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La Capitana del Equipo Riley x Val
FanfictionCuando Riley entra a un campamento para formar parte de un equipo con fama nacional, conoce a Valentina Ortiz, capitana del equipo Firehawks.