Capítulo 13. Fin del campamento

863 79 26
                                    

Tras escuchar esas palabras el corazón de Riley dio un fuerte brinco dentro de ella. Reguló su respiración intentando no demostrar el cosquilleo que emanaba de su pecho. 

—Yo... no lo sé. Necesito tiempo. —Dijo cabizbaja, Val entendió perfectamente y asintió. —Es difícil darte una respuesta después de lo que pasó.

—Entiendo, solo espero que de verdad puedas perdonarme. —Un tono bajo se distinguió en su voz, llamando la atención de Riley. 

Val salió de su habitación dejándola sumida en sus pensamientos. 

De verdad le gustaba Val, escucharla decir todo eso de ella aquel día la había lastimado, sin mencionar del dolor que ahora la acompañaba en su hombro. Se sentó un momento en su escritorio procesando lo que acababa de pasar. No sabía qué pensamiento de su cabeza debía seguir, Val había sido buena con ella muchas veces, más de lo que parece. 

Simplemente no podía creer que ella estuviera hablando a sus espaldas, empujándola en el hielo, pidiéndole perdón y declarándosele a tan solo un día de terminar el campamento. Cuando ninguna tenía idea de si volverían a verse o si quedaría en el equipo. 

A la mañana siguiente Riley se levantó a la misma hora en la que solía hacerlo, sacó su equipo de hockey de la maleta para ponérselo e ir directo a la pista. No tenía idea de por qué había hecho eso, algo la había empujado esa mañana a ir al "entrenamiento" de ese día sin saber si Val estaría ahí. Se acercó a la pista ansiosa por ver a alguien, a sabiendas de que el ruido ambiental indicaba que estaba todo estaba vacío, aun con eso, cuando pudo visualizar toda la pista sin nadie ahí, su ánimo cayó. 

Se recargó un momento en los bordes de la pista preguntándose qué era lo que hacía ahí. 

Llevó una de sus manos a su sien, masajeando la zona—Ah... soy una tonta. 

¿Qué era lo que realmente esperaba con Val? Sí, le gustaba, pero ¿Haberle dicho que necesitaba tiempo para darle una repuesta significaba que iban a tener una relación? Tan solo pensarlo le daba escalofríos, y no porque no le gustaría, sino porque le gustaba tan siquiera la idea. 

—¿Riley? —Llamó una voz haciendo que Riley volteara al instante.

Su estómago dio un vuelco en cuanto sus ojos conectaron con los de ella. Val mantenía una expresión relajada pero sorprendida a la vez. 

—No esperaba verte aquí. —Dijo mientras se acercaba con una gran sonrisa, tomando por los antebrazos a una Riley al rojo vivo. 

Riley ahogó una risa nerviosa. —Sí... 

Val la miró riendo confundida por la actitud. —Sí...¿Qué? —Preguntó riendo apenada por no entender si se perdió algo. 

—Oh, quería decir, que tampoco esperaba verte aquí. 

Val asintió creyendo haber entendida. —Ah, bueno, siempre entreno sin falta alguna. 

—Claro, lo suponía. —Riley se separó en cuanto se dio cuenta de lo que dijo, escuchando una risa baja de Val.

—Supongo que estas aquí para entrenar. —Se detuvo un momento para pensar. —Nuestro último entrenamiento. —Murmuró. Riley asintió.

—Vamos a entrenar. —Dijo Val para entrar con Riley a la pista. 

Tomó un punk para guiarlo al centro de la pista donde se posicionó como lo hubiera hecho en un partido. Riley giró la cabeza confundida por no ver los obstáculos de esa vez. 

Val la miró desde su posición invitándola a venir con un gesto. —¿No vienes?

—Oh. —Riley entendió que era lo que quería, avanzó hasta quedar frente a ella 

La Capitana del Equipo                            Riley x ValDonde viven las historias. Descúbrelo ahora