La Capitana del Equipo Riley x Val

II Capítulo 24. Noche acalorada

Su cuerpo quedó entre los brazos de Val, muy cerca del de ella; sus rostros estaba a tan solo centimetros de distancia, tanto que podía sentir sus respiraciones chocando con tranquilidad. A pesar de la poca iluminación en la habitación, la luz de la noche le permitía a Riley apreciar algunas de las facciones de Val, que descansaba pacíficamente frente a ella. Su cuerpo emanaba un calor que la hacía sentir segura en sus brazos, alejada de todo lo que pudiera hacerle daño, olvidando incluso todo lo que había pasado en la fiesta.

Llevó su mano hasta su rostro, acariciando con delicadeza sus facciones con las yemas de sus dedos, los paseaba suavemente por el filo de su mandíbula, pómulo, puente nasal, y así hasta acariciar sus labios apenas tocándolos.

-Me haces cosquillas. -Murmuró con una voz rasposa mientras arrugaba la nariz sin llegar a abrir los ojos, haciendo reír a Riley por lo bajo.

Su rostro volvió a mostrarse sereno tras ajustar un poco el abrazo, al igual que el de Riley, como hace unos momentos, quien siguió apreciando lo que podía de su rostro, su mano nunca se alejó de su lugar, al contrario, ahora descansaba en su mandíbula mientras sus ojos veían con intensidad sus labios.

Su cuerpo se acomodó entre sus brazos y lentamente acercó su rostro al de Val, tomando una última respiración para acercarse más, sintiendo cómo sus labios rozaban hasta unirlos con delicadeza. Sus labios reposaron unos segundos sobre los de Val sin moverlos hasta que se empezaron a moverse sobre los suyos. El beso era lento y fue rápidamente correspondido por Val, con un ritmo que perduró así hasta que empezó a aumentar poco a poco. Los brazos de Val atraían el cuerpo de Riley lo más que sus átomos se lo permitían sin sentir que fuera suficiente para ellas. Val movía sus labios de forma sensual atraía a Riley en busca de más, haciendo que rodeara sus brazos en su cuello para estar más cerca. De un momento a otro su cuerpo pasó a estar sobre el de Val, sus piernas estaban entrelazadas mientras el ritmo de sus besos se mantenía constante.

El abrazó se volvió débil y una mano se interpuso entre ellas dos creando espacio.

-No podemos, no estás del todo bien. -Murmuró Val refiriéndose a la cantidad de alcohol que había bebido.

-No, lo juro, estoy bien. -Val negó alejándola más. Riley tomó su mano que posaba en su pecho y la miró. -Por favor...

Quedaron así unos segundos, Val quedó absorta a la situación sin saber qué hacer cuando el cuerpo de Riley se acercó sin previo aviso a ella capturando sus labios al instante. Esta vez la de la iniciativa fue Riley, quien jalaba del labio inferior de Val, mordiéndolo y chupándolo lentamente, un ritmo que lograba recargar la respiración de Val, volviéndola fuerte y pesada.

Su cuerpo descansaba recargado sobre la cabecera de su cama, permitiéndole a Riley hacer lo que quisiera, de un momento a otro los besos comenzaron a descender en dirección a su cuello. Val inclinó un poco la cabeza dándole espacio a Riley para que comenzara a chupar y a dejar besos tan húmedos que resonaban por la habitación.

Riley se separó unos segundos para tomar aire, estaba acomodada entre las piernas de Val respirando con pesadez cuando unos brazos la jalaron con fuerza, apresándola en el pecho de la responsable. Sus labios conectaron con agresividad, olvidando por completo la suavidad con la que lo hacían. Las manos de Val se infiltraron debajo de la camiseta de Riley, acariciando su espalda baja y de vez en cuanto estrujando un poco, sin dejarle un momento a Riley para suspirar debido al tan extasiante beso.

El calor en la habitación iba aumentando, así como los ruidos provenientes de ella. Val tomó por los hombros a Riley, dejándola debajo de ella mientras se acomodaba sobre su cuerpo, sentándose por un momento en su pelvis.

Sus brazos se cruzaron en busca del filo de su camiseta para tomarla de los bordes y sacarla, exponiendo el sujetador deportivo debajo de ella.

Inmediatamente después de eso se abalanzó sobre Riley para capturar sus labios. -No debiste provocarme. -Murmuró con su voz rasposa mientras atacaba su cuello mordiendo levemente la piel tersa.