—Y cuéntanos más de ti, Val. —Habló el papá de Riley sentado a un lado de ella. —¿Qué te llevó a practicar hockey?
—Ouh, ehmm. —Sus ojos buscaron a los de Riley como si en ellos fuera a conseguir una respuesta, riendo nerviosamente cuando esta se mantenía concentrada en su cena.
Pretendía naturalidad cuando por dentro estaba emocionada por saber algo de Val, pues no podía negarle algo a sus padres.
—Bueno, siempre he sido muy activa, ya saben, haciendo todo tipo de cosas. —Habló dándose cuenta de que los padres de Riley esperaban algo más de información. —Y cuando entre a secundaria el hockey me pareció buena opción.
—Debió gustarte mucho, sin duda tienes talento natural para ser la capitana de un equipo en tan poco tiempo.
—Sí...—Suspiro Val siendo inundada por todos esos recuerdos de cuando empezó a entrenar hockey.
Las horas que entrenó, las noches que no durmió por miedo a no ser suficiente, y todas las amistades que perdió por entrenar hasta quedar inconsciente la perseguían, sin mencionar todas esas palabras de afecto que llegó a esperar de sus padres y que nunca llegaron. Tenía sus motivos para evitar cualquier pregunta que le hiciera recordar lo mal que la pasaba.
—Toda nuestra familia es amante del hockey, recuerdo que desde niña practicábamos. —Dijo la madre de Riley, Jill. —Inclusive Riley jugó desde pequeña cuando aún vivíamos en Minnesota.
—¿Minnesota? —Preguntó Val confundida. —Pensé que eran de Michigan.
—Oh no. —Rio Jill. —Toda nuestra familia está en Minnesota, solo estamos en San Francisco por motivos de trabajo.
Val miró a Riley entre cerradamente mientras esta fingía no notar su mirada sobre ella.
—Pero ahora que estamos en San Francisco, estamos felices de que Riley pueda continuar en un buen equipo de hockey. —Habló Bill, regalándole una mirada dulce a Riley. —Estamos seguros de que conseguirá una beca deportiva cuando menos lo esperemos.
—Estén seguros de eso. —Respondió Val. —Riley es muy buena en el equipo, sin duda alguna será el rostro del equipo en el próximo torneo.
—¿Un torneo? —Preguntó su madre.
—Sí, en dos semanas tendremos que ir a Oregón para enfrentarnos a un equipo de chicas. Todo será televisado y con comentaristas.
—Es impresionante.
—No me dijiste que sería así. —Habló Riley.
Val sonrió. —Bueno, así serán de ahora en adelante, nos preparamos todos los días para ganar partidos importantes. Vas a dejar a todos con la boca abierta, yo lo sé.
El resto de la cena continuo entre pláticas y risas. Val se dio cuenta de lo mucho que disfruto estar en un ambiente tan acogedor como lo era el hogar de Riley, tener unos padres amorosos como los suyos que la apoyaban en todo y que estaban para ella de forma incondicional. No podía negar querer un poco de eso, pero estaba profundamente feliz de que Riley lo tuviera.
—Tus padres son buenos. —Habló Val mientras bajaba las escaleras de la casa de Riley, siendo acompañada por la misma. —Se nota lo mucho que te quieren.
—Sí, así son ellos. Aunque a veces puedes ser muy intensos. —Rio.
Val sonrió de igual manera. —Tienes mucha suerte.
—Lo sé. —Asintió con un tono bajo.
Quedaron una frente a la otra sabiendo que era el momento de despedirse. Val la miro con una gran sonrisa, se dejó llevar por el momento, acercándose peligrosamente a sus labios para dejar un beso.
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La Capitana del Equipo Riley x Val
FanfictionCuando Riley entra a un campamento para formar parte de un equipo con fama nacional, conoce a Valentina Ortiz, capitana del equipo Firehawks.