Primera Misión

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Al siguiente día tras cumplir con sus tareas Luz fue a ver al Emperador a su taller, como había pedido; ya que no se encontraba en la sala del trono como acostumbra. Cuando está en la soledad de su taller es cuando se ve menos imponente, se quita su máscara y actúa más tranquilo, parece un simple civil.

— Luz, ven, acércate un momento—

Obedeció ante la orden quedando a su lado observando en lo que estaba trabajando el hombre, a su lado había expedientes con números, pero no le dio importancia en ese momento.

— Muy pronto el guante estará listo y no tendrás que practicar más con esa varita, ¿no es maravilloso? —

— Oh, si.. — El tono de su voz se fue apagando porque esperaba ya empezar su labor como soldado.

— El tono de tu voz no me hace creer que te emociona —

— Si es fabuloso, pero, creí que quería verme por alguna otra razón... —

— No creas que olvidé lo que te prometí sobre asignarte una misión, he estado pensando sobre eso —

— ¿en verdad? —

— Si, y creo que es hora de pedirte que hagas algo, tus primeras misiones — Esto hizo que mostrarán ilusión los brillantes ojos de la niña. — cuando termine las mejoras de este guante deberás ir con Hunter a una misión especial en la que ya está trabajando, hace pocos días hubo un incidente en una de las instalaciones cercanas al castillo donde escaparon algunos experimentos secretos muy peligrosos, quiero que entiendas que no puedo enviarte solo así sin tener una protección viable como seria esta arma —

—Es por mi seguridad, lo sé —

—Hace ya mucho tiempo te hice una promesa, que te llevaría de vuelta a tu hogar, y aunque ahora seas miembro de mi aquelarre no creas que he parado de buscar formas de llegar al reino humano, me preocupa tu seguridad porque no me gustaría que te ocurra nada hasta poder cumplir esa promesa —

— Lo se, enserio lo aprecio, usted siempre ha sido amable conmigo pese a ser una extraña que no puede hacer mucho —

— Aunque vuelvas a tu mundo, este castillo también es tu hogar, no eres una extraña aqui, Luz, haz logrado ganarte tu lugar —

—... muchas gracias, Emperador— La joven había sentido emoción por sus palabras tanto que hasta tuvo que limpiarse algunas lágrimas con su capa, la forma de hablar de Belos era tan suave que generó ese sentimiento en ella, al notar esta reacción puso su mano sobre la cabeza de la niña, él siempre fue bueno y gentil con ella.

— Mientras esto se alista tendrás una misión más sencilla, enviaré a diversos miembros del aquelarre a hacer una inspección a las escuelas, Lilith y Hunter ahora están ocupados, Kikimora también, así que ¿por qué no vas a Hexside en su lugar? otros capitanes visitarán Glandus y St. Epiderm. —

— ¿En serio puedo ir a la escuela? —

— Sólo será para hacer un reporte y volver, ya se envió una notificación, así que puedes ir hoy mismo o mañana, como tú quieras —

— ¡Ahora! .. quiero decir, me gustaría ir ahora —

— entonces puedes retirarte para partir en unos minutos —

— ¡Sí señor! digo, ¡Si Emperador! —

Luz salía a los tropezones, porque tendría que salir en un viaje en unos tal vez 10 minutos y no estaba lista de nada, guardó todas las cosas en su bolso de cintura y también llevo otro más grande. Salió hacia un carruaje que la estaba esperando afuera, era diferente al que uso cuando viajo con Lilith, este era más pequeño y lo jalaban centauros miembros del aquelarre, esto iba a ser un viaje algo ajetreado, se los conocen como uno de los demonios más rápidos de las islas, esta será una nueva experiencia para la chica de cabello largo café.
Sin tardar mucho lograron llegar a Bonesborough, el viaje fue en la mitad de tiempo que la última vez que estuvo en la ciudad.  Según el informe que le dio Belos, aparte sobre las normas que debía cumplir la escuela, también había instrucciones para ella. El director la esperaría en la entrada a cierta hora, por suerte llegaron para cumplir el horario, el dilema es que no había nadie esperando, pasaron 30 minutos y nada. Aburrida de esperar entró por su cuenta, la curiosidad era grande y el lugar se veía impresionante por fuera y aún más por dentro, que todo estuviera limpio y en orden era algo a favor y que anotó en su libreta, se tomó la libertad de hacer un recorrido ella sola. Observando por la ventana de las puertas vio una cara conocida, era el niño super expresivo de la otra vez, Augustus Porter; Parece que también la reconoció porque con una simple ilusión de sustitución se escapó de su clase para hablar con ella.

El castillo del Emperador-AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora