Capítulo 1: La llegada de Mariana

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La mañana estaba despejada en Londres cuando Mariana Reyes llegó al Arsenal Football Club. Su llegada había sido anticipada con entusiasmo y escepticismo por igual, y el aire vibraba con una mezcla de curiosidad y nerviosismo. El coche que la había traído desde el aeropuerto se detuvo frente a la entrada principal del club. Mariana, con su cabello oscuro recogido en una coleta alta y sus característicos lentes de sol, salió del vehículo con confianza. Llevaba una chaqueta de cuero negra y unos jeans ajustados que acentuaban su figura atlética.

Esperándola en la entrada estaba Jonas Eidevall, el entrenador del Arsenal, junto con algunas de las jugadoras del equipo. Entre ellas estaba Leah Williamson, la capitana, conocida por su carácter amigable y su dedicación al fútbol. Leah, vestida con el uniforme de entrenamiento del club, observaba a Mariana con una mezcla de curiosidad y preocupación. Había oído mucho sobre la delantera colombiana, tanto por su talento en el campo como por su reputación fuera de él.

Mariana se quitó los lentes de sol y sonrió ampliamente, extendiendo su mano para saludar a Jonas.

—Bienvenida al Arsenal, Mariana —dijo Jonas con una sonrisa cálida, estrechando su mano—. Estamos muy contentos de tenerte aquí.

—Gracias, Jonas. Estoy emocionada por comenzar —respondió Mariana con su característico acento colombiano, su voz cargada de entusiasmo.

Leah dio un paso adelante, presentándose.

—Hola, soy Leah Williamson, la capitana del equipo. Es un placer conocerte, Mariana —dijo Leah, extendiendo su mano.

Mariana tomó la mano de Leah con firmeza, notando la mirada intensa de la capitana.

—El placer es mío, Leah. He oído mucho sobre ti —dijo Mariana, sonriendo de manera encantadora.

—Espero que sean cosas buenas —respondió Leah, devolviéndole la sonrisa, aunque con un toque de cautela.

Las demás jugadoras presentes se acercaron para saludar a Mariana. Beth Mead y Jordan Nobbs fueron las primeras en dar un paso adelante.

—¡Hola, Mariana! Soy Beth. Bienvenida al equipo —dijo Beth con una sonrisa amigable.

—Y yo soy Jordan. Es genial tenerte con nosotras —añadió Jordan, con igual entusiasmo.

—Gracias, chicas. Estoy deseando jugar con ustedes y aprender de este increíble equipo —respondió Mariana, apreciando la calidez en sus saludos.

La presencia de Ana "Ani" Morales, la fisioterapeuta del equipo y mejor amiga de Mariana, no pasó desapercibida. Ani había estado trabajando en el Arsenal durante dos temporadas antes de la llegada de Mariana, y había ayudado a suavizar la transición para su amiga.

—¡Ani! —exclamó Mariana al ver a su amiga, corriendo a abrazarla—. ¡Qué alegría verte aquí!

—¡Mari! Me alegra tanto que hayas llegado bien. ¿Lista para esta nueva aventura? —respondió Ani, devolviendo el abrazo con igual entusiasmo.

—Totalmente lista. No puedo esperar para empezar —dijo Mariana, soltando a Ani y volviéndose de nuevo hacia las demás jugadoras—. Estoy aquí para dar lo mejor de mí y ayudar al equipo a ganar.

Mientras el grupo se movía hacia las instalaciones del club, Leah caminaba junto a Jonas, discutiendo los próximos pasos para integrar a Mariana en el equipo.

—Jonas, sé que Mariana es increíble en el campo, pero tengo algunas preocupaciones sobre cómo se adaptará al vestuario —dijo Leah en voz baja, para que solo el entrenador pudiera escucharla.

—Lo sé, Leah. Pero confío en que con tu liderazgo, podremos manejar cualquier desafío que surja. Mariana tiene mucho que ofrecer, y creo que con el tiempo se integrará bien —respondió Jonas, tratando de tranquilizarla.

Mariana, caminando un poco detrás, notó la conversación entre Leah y Jonas, pero decidió no darle demasiada importancia en ese momento. Sabía que tenía que ganarse la confianza de sus nuevas compañeras, y estaba dispuesta a trabajar para lograrlo.

Dentro de las instalaciones, las jugadoras se reunieron en una sala de conferencias para una breve presentación. Jonas comenzó a hablar, presentando oficialmente a Mariana al equipo.

—Chicas, como saben, Mariana Reyes se ha unido a nuestro equipo. Es una delantera excepcional y estamos muy emocionados de tenerla con nosotras. Mariana, ¿te gustaría decir algunas palabras? —dijo Jonas, cediéndole la palabra a Mariana.

Mariana se puso de pie, mirando a sus nuevas compañeras de equipo.

—Gracias, Jonas. Bueno, quiero decirles que estoy muy feliz de estar aquí. Sé que he llegado con una cierta reputación, y puede que algunas de ustedes tengan dudas sobre mí. Solo quiero asegurarles que estoy aquí para trabajar duro y dar lo mejor de mí por el equipo. Estoy ansiosa por aprender de todas ustedes y contribuir a nuestros éxitos —dijo Mariana, su voz llena de sinceridad.

Leah observó a Mariana mientras hablaba, notando la determinación en sus ojos. Quizás había más en ella de lo que los rumores y las redes sociales dejaban ver.

Después de la presentación, las jugadoras tuvieron la oportunidad de socializar un poco antes de que comenzara la reunión de estrategia. Beth y Jordan se acercaron a Mariana, queriendo conocerla mejor.

—Entonces, Mariana, ¿cómo ha sido tu experiencia hasta ahora en Londres? —preguntó Beth, curiosa.

—Es una ciudad increíble. Me encanta la energía y la diversidad. Aún estoy ajustándome al clima, pero es emocionante estar aquí —respondió Mariana con una sonrisa.

—Te acostumbrarás. Y si necesitas algo, no dudes en pedirlo. Estamos aquí para ayudarte —añadió Jordan, mostrando su apoyo.

—Gracias, chicas. Eso significa mucho para mí —dijo Mariana, apreciando la calidez de sus compañeras.

Mientras tanto, Leah seguía observando desde una distancia prudente, aún evaluando cómo Mariana se integraría en el equipo. Sabía que sería crucial mantener una dinámica positiva en el vestuario para asegurar el éxito en el campo.

Ani se acercó a Leah, notando su preocupación.

—Leah, sé que Mariana puede parecer un poco intensa al principio, pero te aseguro que tiene un gran corazón y está aquí para dar lo mejor de sí. Dale una oportunidad —dijo Ani, tratando de calmar las inquietudes de la capitana.

Leah suspiró, asintiendo ligeramente.

—Gracias, Ani. Aprecio tu consejo. Solo quiero asegurarme de que todos estemos en la misma página y trabajando hacia el mismo objetivo —respondió Leah.

—Lo estaremos. Mariana puede sorprenderte —dijo Ani con una sonrisa antes de volver con Mariana.

El día continuó con reuniones y presentaciones, mientras Mariana comenzaba a familiarizarse con las instalaciones y las personas que formarían parte de su nueva vida en Londres. Leah, aunque aún cautelosa, decidió darle a Mariana el beneficio de la duda, confiando en que el tiempo revelaría el verdadero carácter de la nueva delantera.

El vestuario del Arsenal se llenó de conversaciones y risas mientras las jugadoras compartían historias y anécdotas. Mariana, con su personalidad magnética, rápidamente se convirtió en el centro de atención, contando historias de su tiempo en Colombia y sus experiencias en el mundo del fútbol. Aunque algunas jugadoras aún mantenían una cierta reserva, la mayoría parecía dispuesta a darle una oportunidad.

El primer día de Mariana en el Arsenal fue un pequeño paso hacia la integración en el equipo, pero también un indicio de los desafíos y oportunidades que estaban por venir. Leah observaba, consciente de su responsabilidad como capitana de guiar y unificar al equipo, confiando en que, con el tiempo, todas encontrarían su lugar en esta nueva dinámica.

Con el sol comenzando a ponerse sobre Londres, el equipo se despidió por el día, con la promesa de un nuevo comienzo y la esperanza de una temporada exitosa por delante. Leah caminó hacia su coche, sus pensamientos llenos de reflexiones sobre el futuro y la nueva incorporación que, sin duda, traería cambios significativos al Arsenal Football Club.

Más que Fútbol - Leah Williamson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora