Capítulo 55: La Fiesta

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La victoria del Arsenal había sido un evento épico, y la celebración posterior prometía ser aún más memorable. Después de la intensa emoción del vestuario, las jugadoras se dirigieron al lugar donde se llevaría a cabo la fiesta de celebración. El club había reservado un lujoso salón de eventos en un hotel cercano, decorado con los colores del equipo, luces brillantes y música en vivo.

Al llegar al salón, las jugadoras fueron recibidas con aplausos y vítores de los aficionados y miembros del personal del club. Las paredes estaban adornadas con pancartas y fotos de la temporada, capturando momentos de gloria y esfuerzo. Una enorme mesa en el centro estaba cargada con una variedad de delicias gastronómicas: desde mariscos y carnes selectas hasta una amplia gama de postres. Las bebidas fluían abundantemente, con champán, vinos finos y cócteles creativos preparados por los mejores bartenders.

Leah y Mariana, aún tomadas de la mano, entraron juntas, sintiendo la energía y el entusiasmo que llenaba la sala. Sus compañeras no tardaron en rodearlas nuevamente, dándoles abrazos y felicitaciones. A pesar de la multitud y el ruido, Leah y Mariana no podían apartar la mirada la una de la otra. La tensión y el dolor del pasado reciente parecían disiparse en el aire festivo.

Mariana, con su espíritu vibrante y contagioso, rápidamente se convirtió en el alma de la fiesta. Con una sonrisa radiante y una energía inagotable, comenzó a animar a sus compañeras. - ¡Chicas, esta noche es nuestra! - exclamó con entusiasmo. - ¡Celebremos como las campeonas que somos!

Las jugadoras estallaron en aplausos y vítores. La música comenzó a sonar más fuerte y las luces de la pista de baile empezaron a parpadear al ritmo de la música. Sin pensarlo dos veces, Mariana arrastró a Leah al centro de la pista, moviéndose con una gracia y una pasión que contagiaron a todas a su alrededor.

Beth Mead, siempre lista para un buen momento, se unió rápidamente, seguida por Vivianne Miedema y Lotte Wubben-Moy. La pista de baile se llenó de risas y movimientos sincronizados, las jugadoras bailando y disfrutando de la libertad de la victoria. En un momento, Mariana tomó la mano de Leah y la giró en un movimiento de baile, haciéndola reír y sentirse completamente libre.

El DJ, viendo la química entre las dos, decidió poner una canción romántica. Las luces se suavizaron y el ambiente se volvió más íntimo. Leah y Mariana se abrazaron, moviéndose lentamente al ritmo de la música. Estaban tan cerca que podían sentir el latido del corazón de la otra, un recordatorio de su amor y de todo lo que habían superado juntas.

Mientras bailaban, Mariana susurró al oído de Leah, - Gracias por estar conmigo. Te amo tanto.

Leah respondió con un beso suave en los labios, - Y yo a ti, Mariana. Esta noche es solo el comienzo de nuestro futuro juntas.

La fiesta continuó con más baile, risas y momentos inolvidables. Las jugadoras se turnaron para hacer brindis, compartiendo anécdotas de la temporada y expresando su gratitud y admiración mutua. Hubo discursos emotivos, algunas lágrimas de alegría y mucho compañerismo.

Lotte Wubben-Moy, con su habitual sentido del humor, subió al escenario en un momento y dijo, - Quiero proponer un brindis por Leah y Mariana. No solo por su amor, sino porque nos dieron el drama necesario para mantenernos entretenidas este torneo. ¡Salud!

El comentario provocó una oleada de risas y aplausos. Leah y Mariana se miraron y rieron juntas, sabiendo que, a pesar de las dificultades, su relación había fortalecido no solo a ellas, sino también al equipo.

A medida que la noche avanzaba, las jugadoras comenzaron a relajarse más. Algunas se sentaron a charlar tranquilamente, otras siguieron bailando, y unas cuantas, como Beth y Jordan, continuaron haciendo bromas y manteniendo el ánimo alto.

Más que Fútbol - Leah Williamson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora