Rivales // Hailee Steinfeld

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Había transcurrido una semana. Sophie no hablaba con nadie y si lo hacía con sus amigas, era durante unos breves minutos.

Mantenía toda su concentración en los estudios. Duraba horas en la biblioteca, intentado escapar de la realidad, de su asquerosa realidad.

Estaba enamorada de la perra que detestaban sus amigas, la misma que la humillaba a ella, la misma que se comía a su novio en los pasillos y la misma a quien había tratado de evitar todos estos días. Ahora que era consciente de sus sentimientos, sentía un gran nerviosismo al verla, como si fuera más torpe de lo estrictamente debido.

Sus amigas le preguntaban qué sucedía y ella prefería mentir o cambiar de tema. Las evitaba, evitaba a todo el mundo, al llegar a su casa iba directo a su habitación para estudiar. Ya no podía diferenciar que día era del otro, el tiempo pasaba sin realmente estar pasando para ella.

No podia parar de pensar en el rostro de Hailee y era una mierda. Estaba caminando por el pasillo, con su mochila colgándole del hombro y jugaba distraídamente con el cierre de su chaqueta mientras avanzaba.

Así llevaba todos esos días la chica de los ojos marrones. Perdida en su mundo de
enamorada. Era estúpido y lo sabía, pero no podía evitar sonreír cómo boba cada
vez que recordaba la risa de Hailee o cómo mordía su lengua al sonreír.

-iSophieeee!- Canturreó Taylor, colgándose de su brazo derecho, y Olivia sujetó el izquierdo.

-¿De qué va esto?- Preguntó Sophie, un poco intimidada por las sonrisas picaras que mostraban sus amigas.

Lisa intentaba parecer neutra, pero se reia.

-Tendremos una reunión de chicas- Dijo y las tres comenzaron a llevarla a rastras fuera del colegio, por la calle.

-¿A dónde vamos? Tengo que estudiar, mañana hay clases y..- Sophie intentaba poner vagas excusas, pero sus amigas la ignoraron.

-Hoy es viernes- Dijo Taylor y la pelinegra abrió los ojos como platos. «No era martes o algo así?» Pensó distraídamente.

-Hoy, hoy será el día en que nos sueltes que sucede- Dijo Olivia con una voz cargada de veneno.

Sophie comenzó a temblar e intentó soltarse del agarre de sus amigas, ellas prácticamente la cargaron para entrar a la pizzería. La dueña las recibió con alegría y comenzó a reír al ver cómo Sophie intentaba escapar, pero Olivia la llevaba hasta la mesa.

-Los jóvenes de hoy en dia son muy animados- Dijo la atractiva mujer mayor con una sonrisa.

-Ya, habla- Exigió Taylor fulminándola con la mirada, Sophie se encogió en el asiento. Parecía un interrogatorio, estaban en la mesa: Olivia y Taylor estaban sentadas frente a ella con las manos cruzadas, observándola con una intensidad abrasadora. Sophie tragó en seco, Lisa sentada junto a ella también la observaba, expectante.

Le hizo señas con la mano, para que verbalizara alguna respuesta.

-¿Qué quieren que diga?- Preguntó, haciéndose la desentendida. Olivia golpeó ligeramente su vaso contra la mesa y atravesó a Sophie con los ojos.

-¡Habla, ya! Algo te sucede, llevas toda la semana prácticamente fuera de satélite- Dijo, acusándola, y Sophie bajó el rostro.

-¿Te hicieron algo?- Preguntó Taylor un poco preocupada, su amiga no había estado muy bien en estos días.

-No ha...sucedido nada, en verdad-.

-Vete con esas mentiras a la vecina, porque yo sé que pasa algo contigo y no nos quieres decir- Dijo Olivia, apartando un mechón de su rostro, esta podía ser muy dura cuando quería.