Rivales // Hailee Steinfeld

23

El día fue normal. Hasta el momento nadie las había molestado y aquello era bueno, o eso pensó la ojimarron, hasta que llegaron a la cafetería durante la hora del almuerzo.

Llevaba la mochila en su espalda y hablaba con Lisa, intentando distraerla por si se encontraban con Emily. Sophie no había parado de sonreír en todo el día.

-Nosotras buscamos la comida y ustedes dos cuiden la mesa- Les dijo Olivia guiñándole a Lisa, se fue con Taylor, dejándolas a ellas dos.

-Bueno ¿Sabías que según Taylor, Enzo la besa con lengua?- Preguntó mientras se sentaban en una de las mesas, Lisa la miró alzando una ceja.

-Ya sé lo que intentas hacer, Sophie- Dijo acomodando sus brazos sobre la mesa, Sophie abrió los ojos.

-¿Ah sí? Porque hablo en serio, es la palabra de la pelinegra contra la nuestra-.

-Descuida... yo aún no la he visto y cuando lo haga... igual la voy a ignorar- Dijo bajando el rostro y Sophie la hizo alzarlo, sujetándola por la barbilla.

-Ambas sabemos que esa es una gran mentira- Dijo viendo como su amiga rodaba los ojos -Ella es una idiota-.

-Sí, es una idiota- Repitió Lisa, sonriendo.

Durante estos meses Lisa le había hablado sobre Emily y habían tomado como terapia decir que era idiota, cada vez que se sintiera mal. Hablaron durante un rato, hasta que sintió la voz de Liam en su oreja.

-Hola, rarita- Saludó, rodeándole el cuello fuertemente con el brazo, Sophie tosió varias veces -¿No te gustaría comer con nosotros?-.

-No... suéltame- Dijo apretándole el brazo, pero Liam no la soltaba.

-¡Déjala idiota!- Lisa le dijo levantándose y queriendo darle una cachetada.

-Vamos, Williams. Todos te esperan- Agregó el chico, levantándose y arrastrando a Sophie con él, la ojimarron parecía necesitar con urgencia respirar mientras la llevaban a la mesa.

-¡Oye!- Le gritó Lisa y los siguió.

-Aquí estamos- Dijo Liam sentando a Sophie en la silla, junto a James, aún
rodeando el cuello de la chica.

-¡Sophie, que sorpresa!- Dijo Lisa riendo, al ver el rostro púrpura de la ojimarron. Sophie apenas si podía respirar e intentaba soltarse del brazo de Liam alrededor de su cuello.

Observó que justo frente a ella estaba sentada Hailee, que la observaba con los ojos abiertos como platos y una notable preocupación en ellos.

-Liam, déjala en paz- Dijo observando con enojo a su novio, el se río cínicamente.

-¿Amor, no te das cuenta de qué la rarita es una invitada mía? No le estoy haciendo nada-.

Sophie no opinaba lo mismo y cerró los ojos por un momento, ya que se sentía tremendamente mareada.

-¡Suéltala, la estás ahogando!- Gritó Hailee y Liam la soltó con fastidio, Sophie comenzó a toser.

-¡Cof, cof, cof!- Se sujetaba la garganta mientras observaba de reojo a Hailee.

La pequeña casi rubia parecía querer acercarse para frotarle la espalda, pero todos estaban mirándola.

Hailee tuvo que resistir la urgencia de tocarla y apretar las manos sobre el regazo, sin dejar de mirar los ojos color chocolate.

-Lisa...- Murmuró Sophie por debajo, pero no veía a su amiga. Logró encontrarla, al verla salir por la puerta de la cafetería, seguida de Emily.

Sophie se preocupó e intentó irse, pero James le capturó la mano y la obligó a
sentarse.

-¿A dónde vas, bonita?- Le dijo sosteniendo su mano entre las suyas mientras Sophie seguía tosiendo.

Hailee clavó sus ojos asesinos en James y éste de inmediato soltó la mano de Sophie, sentía un frio helado recorrerle el cuerpo y podía jurar que eran por los fulminantes ojos chocolate de Hailee.

-¿Ibas con tu novia?- Preguntó Liam, riéndose, al ver la pobre cara de Sophie. Esta comenzó negar mirando a Hailee a los ojos, quería asegurarle que no tenía novia y al hacerlo, Hailee sonrió de forma alegre. Liam se dio cuenta de eso y la llamó.

-Amor, ¿sabes que te amo?- Le dijo dándole un guiño y Sophie hizo una mueca, quería irse.

Hailee no lo miró ni una sola vez y asintió, sonriendo -Yo también te amo- Dijo mirando fijamente a Sophie a los ojos, la ojimarron sintió la piel cosquillearle y el corazón en la garganta ¿Se lo estaba diciendo a ella?

Hailee, después de haberlo dicho, abrió los ojos y se sonrojó como una loca, agachó el rostro y comenzó a balbucear

-Yo... Mmm... supongo... bueno... también.. bueno... Claro- Término con la cara roja, Liam frunció el ceño, observando cómo las dos chicas se miraban.

-Bueno, rarita. Me contaron por allí, que estás enamorada- Comentó Liam, burlón, y logrando que todos en la mesa soltaron un "Uhhhhh" Hailee no la dejó de ver ni un segundo.

-Yo... bueno, no te importa- Dijo con el rostro sonrojado e intentó irse de nuevo, Liam la tumbó por los hombros y la hizo sentarse.

-¿Quién es? Confiesa, ¿Es Eunha?- Preguntó burlón, observando a su novia con intención. Sophie lo pudo ver, en los ojos chocolate había dolor.

-No y aún si fuera así tampoco te lo diría- Gruñó para luego volver a ver a Hailee, la castaña le devolvía la mirada y no escuchaba a nadie más.

Liam ya estaba sintiéndose amenazado por la estúpida cara que hacía su novia al ver a Sophie, no le gustaba la manera en que se miraban y su orgullo masculino estaba siendo dañado.

-¿No tienes amigas? Podrías largarte de una vez- Le dijo irritado mientras iba al lado de su novia y se sentaba junto a ella, rodeándole los hombros con el brazo.

-Pero, tú...- Comenzó confundida por su actitud y sus ojos marrones se volvieron fríos, al ver el brazo del chico sobre Hailee.

Liam sonrió triunfante pero, no duró mucho, cuando Hailee se revolvió incomoda y se alejó un poco del chico, cortando el abrazo sobre su hombro. Él la miró sorprendido y después con enojo a la causante de todo esto, que ahora sonreía.

(Sophie: 1- Liam: 0)

-Quita tu asquerosa cara de mi vista, antes de que te la rompa en dos- Amenazó y Sophie abrió los ojos, intentando por todos los medios levantarse.

-¡Liam!- Lo reprendió Hailee, mirándolo con reproche y después volteó a ver a Sophie, que ya se había ido, y soltó un suspiro.

Sophie salió corriendo rápidamente de allí, para volver a su mesa ¿Qué le ocurría a ese idiota? ¿Estaba en sus días o algo así? Que bipolar, fue mucho para el gusto de Sophie, que seguía un poco alegre por haber visto a Hailee. Lo mejor de todo era que esta vez no le había insultado.

Tal vez, este lograra ser un gran año.

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