Rivales // Hailee Steinfeld

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Sophie estaba vuelta loca, era fin de semana y desde el miércoles no tenía noticias de Hailee. La chica llevaba todos esos días sin ir a la escuela, cuando por fin agarró valentía para preguntarle a Emily (en realidad sólo pudo ya que Lisa la acompañó) se enteraron de que la casi rubia estaba enferma. Al parecer había pescado un resfriado, Liam ya había vuelto a la escuela y Sophie siempre intentaba evitarlo.

Pero hoy, sábado, había recibido una llamada de Charlotte en que la invitaba a
ir de improvisó a la casa de ellas para sorprender a Hailee y a Hanna. La ojimarron aceptó, aunque pudo notar una segunda intención en las acciones de Charlotte, tuvo un mal presentimiento al salir de la casa y de alguna forma, se sentía ansiosa. Algo iba a ocurrir hoy, o eso era lo que pensaba, mientras caminaba hasta la casa de Hailee.

Llevaba una bolsa de galletas Chips que
eran las favoritas de Hanna, también tenía la excusa de que la profesora de química le había pedido el favor de llavarle a la casi rubia la tarea, cosa que la ojimarron aceptó gustosa. Se había vestido con unos jeans oscuros, una camiseta de tiras blanca y una casaca jean que siempre le había gustado y estaba cómoda como para no incomodarse con el yeso. Lucía bien, o eso pensaba, y al llegar a la puerta suspiró varias veces antes de tocar, miró extrañada los carros en la entrada y abrió los ojos con horror.

Pero ya era tarde, una mujer de cabello castaño corto abrió la puerta, sus ojos
extrañamente eran de color avellana y miraron a Sophie con curiosidad.

-Hola ¿Qué desea?- Preguntó con una voz suave, notó los nervios de la chica de ojos marrones.

-Buenas tardes, yo... bueno, soy compañera deHailee y.... venía a traerle los deberes de química... y ehhhh.. Charlotte también... ¿Está Charlotte?- Preguntó muy nerviosa, ya suponía quien era la mujer por el gran parecido con las chicas o al menos en las expresiones.

-Claro, pasa querida, ya le aviso a Charlotte- Dijo haciéndose a un lado para que entrara y examinando a Sophie con extrañeza, como si intentara reconocerla.

Sophie entró y quedó en la entrada con la mujer quien seguía viéndola, era muy hermosa y enseguida que sus ojos se encontraron, ella le sonrió.

-Es un gusto mi nombre es Emma y tú debes ser...- Preguntó extendiendo una
mano que Sophie estrechó.

-El placer es mío me llamo...-.

-¡Cuñis!- Gritó Charlotte desde la cocina mientras la saludaba, su rostro estaba
cubierto de harina.

Se escucharon unos pasos apresurados desde la sala y apareció Hanna, sosteniendo el mando del Play, sus ojos brillaron al ver a la ojimarron y salió corriendo para abrazarle.

-¡Nuggets!- Dijo alegre mientras Sophie se inclinaba y la cargaba en sus brazos, la niña le rodeó el cuello y se abrazó a ella.

Luego más ruidos desde el cuarto de arriba y al inicio de la escalera apareció una muy desarreglada Hailee, que parecía haber pegado una carrera, llevaba el pijama con su cabello revuelto y las mejillas rojas del cansancio.

-¡Sophie!- Dijo sorprendida y sus ojos se abrieron al verla junto a su mamá, no
dijo nada.

-Wow, parece que ya todos te conocen menos yo- Dijo Emma alegremente
mientras veía divertida a sus tres hijas, luego quedó seria, procesando lo que
acababa de escuchar, hasta que abrió los ojos y sonrió abiertamente -¿Tú eres Sophie?-.

-Eh... sí, es un gusto- Dijo sonriendo tímidamente, parecía saber de ella.

-Oh querida, al fin...-.

-¡MAMA!- Reclamó Hailee alterada y la mujer mayor la miró con reproche.

-Nada de mamá, ve a darte una ducha y a tomar una pastilla si quieres bajar. Estas muy enferma, no deberías salir de la cama- La miró con los brazos cruzados y la ojimarron estaba sorprendida, todas parecían clones una de las otras.