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Sophie se encontraba tranquilamente sentada en el sofá, era cómodo, mientras esperaba a Hailee. Después de un rato sintió que alguien que la vigilaba y cuando fue a confirmar, cerca del marco de la sala, había asomada una pequeña cabecita castaña, observándola.

Parecía querer acercarse y la miraba con los ojos brillante y repletos de curiosidad, Sophie quería hablar con ella. Era muy linda como para no hacerlo.

-Hola Hanan, yo soy Sophie una... Mmm, compañera de tu hermana- Dijo un poco insegura, acercándose a la niña, ella no se movía.

-Me llamo Hanna, no Hanan- Dijo con la vocecita altanera de su hermana, Sophie
hizo una mueca y una sonrisa apareció en el rostro de la niña -Te ves graciosa-.

-¿Crees que soy graciosa, Hanni?- Dijo avanzando paso a paso y la niña sonrió,
asintiendo -¿Te puedo decir así?-.

-Si, me gusta- Respondió aún con una sonrisa, al ver la manera en que caminaba la ojimarron.

-Tu eres bonita, Hanni- Aseguró la chica y los ojos de Hanna parecieron iluminarse.

-¿Si?- Preguntó emocionada y comenzó a acercarse también, llevaba a rastras su osito gris en una mano.

-Si, lo eres y... ¡ahhh!- Pegó un chillido cuando tropezó con la alfombra y cayó de espalda, dándose un golpe en la cabeza -¡Ay!-.

Hanna comenzó a reír mientras ojimarron se sentaba, la niña fue hasta las piernas de Sophie y se sentó en su regazo, mirándola con una mezcla de curiosidad y emoción.

-¿Te estás riendo de mí, Hanni?- Preguntó Sophie con diversión mientras observaba el rostro feliz de la niña.

-Si, eres muy tonta- Dijo riendo con la lengua entre los dientes y Sophie casi se desmaya de la ternura, era la misma expresión que hacía Hailee.

La niña colocó sus dos manitas en cada mejilla de Sophie, acercándose -Tus ojos son un poquito marrones, pero también muuuuy color miel-.

Sophie sólo pudo reír mientras la pequeña castaña la veía con intensidad, sus ojos eran muy hermosos también, pero no tanto como los de Hailee.

-¿Te gustan?- Preguntó y la niña asintió enérgicamente, aun sin soltarle el
rostro.

-A Haiz también le gustan, siempre habla sobre unos ojos marrones que la vuelven loquitaaaa- Dijo canturreando y Sophie se ruborizó, Hanna comenzó a reírse emocionada mientras aplaudia -Y eso hace cada vez que papá le dice tu nombre- Dijo refiriéndose al color rojo en las mejillas de la ojimarron.

-¿Papá? ¿Tu papá me conoce?- Preguntó incrédula, con el corazón en la garganta.

-Nop, pero algún día quiere hacerlo. Pero, yo te conocí primero ¿verdad?- Preguntó y la ojimarron asintió, logrando que la niña sonriera más -Este es mi osito, se llama Cory- Dijo levantando al osito gris, se había sentado aún más entre las piernas de Sophie y parecía cómoda, mientras alzaba al peluche.

-Es muy lindo, parece de verdad- Dijo sintiéndose tonta, pero era lo primero que había pensado.

-Yo también dije lo mismo- Exclamó la niña, volteando a ver a la chica con adoración en esos ojos marrones ¡Al fin alguien que la entendía! -Vamos ver que hace Lottie, está haciendo mi comida favorita-.

Se levantó y tomó a Sophie de la mano, en la otra llevaba a Cory, obligándola a pararse y guiándola hasta la cocina. Sophie sentía miedo de que Hailee le fuera a retar, pero los ojos marrones de la pequeña castaña la derretían por dentro, estaba dispuesta a soportar las consecuencias.

-Está haciendo nuggets, a mí me encantan los nuggets ¿A ti te gustan?- Preguntó Hanna, entrando a la cocina y mirando a Sophie. La chica sonrió a Charlotte, que contemplaba la escena con diversión.

Rivales // Hailee SteinfeldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora