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Un mes, no había transcurrido más de un mes desde que comenaron las clases y ya Sophie había demostrado un punto.

Bueno, dos.

Primero, ella era, justo con varios chicos, el objetivo de las burlas en el salón y segundo, Hailee y sus amigas si eran unas idiotas. Siempre la fastidiaban. No todo el tiempo era la pelicastaña quien lo hacía, pero sí sus amigas y Hailee solo se reía de Sophie. Olivia, aunque nunca se hubieran metido con ella por su gran carácter, siempre permanecía con Sophie y Lily.

Lisa Miller más conocida como Lily, era una chica que Sophie había conocido en el baño, cuando termino embarrada de sopa. Un chico le había jugado una broma a la hora del almuerzo.

Olivia faltó ese día a clases y por esa raón estaba sola, o eso pensó, hasta que escuchó unos débiles sollozos provenientes del baño y descubrió a una chica casi de la misma estatura que ella sentada en el piso. Se colocó junto a ella. También tenía el cabello mojado y permanecieron en silencio, hasta que Sophie habló.

-¿Qué te hicieron?.

-Metieron mi cabeza al inodoro -le sorprendió, ya que las chicas de su salón eran malas pero no llegaban a tales extremos -Fueron los de quinto -aclaró, al ver la mirada horrorizada de Sophie.

Ella suspiró, pensando estúpidamente que Hailee era mala pero tampoco tanto. Se regañó mentalmente al pensar en ella. ¿Por qué le sucedía?.

-Oh, ya veo.

-¿Tu? -le preguntó, detallando su camisa manchada de un líquido espeso.

-Sopa de champiñones -Arrugó la nariz y después olfateo la tela -Lo peor es que odio los champiñones -la chica soltó unarisa débil.

-¿Cómo te llamas?.

-Lisa Miller.

Eso fue hace dos semanas atrás y las chicas de inmediato hicieron click.

Le presentó a su compañera y ahora las tres eran un trío de amigas imseparables. Si alguien intentaban molestarlas, salía Olivia a su defensa e incluso dejaba en ridículo al mismo abusivo. Por ello Sophie y Lily la adoraban.

Pero hoy, sus dos amigas se encotraban en clases de arte mientras que ella veía historia. Se hallaba guardando unos libros en su casillero, cuando observó una libreta azul en el piso, la recogió y pensó que era similar a la de Hailee.

Ella sabía que era estúpido, pero siempre que la pelicastaña estaba cerca de ella, Sophie no podía evitar mirarla.

Por esa simple razón podría asegurar que esa libreta debía pertenecer a Hailee Steinfeld. Escuchó unos pasos apresurados por el pasillo, acercándose y una voz hablándole.

-¡Oye, eso es mío! -reconoció la voz de la pelicastaña y se volvió para mirarla. Allí estaba frente a ella y pasaba sus ojos en la libreta al rostro de Sophie -Devuélvemela -pidió muy autoritaria.

A Sophie le molestó un poco su tono de voz, pero prefirió no hacerla enojar. Verá dios qué le hacían ella y sus amigas si no se lo entregaba. Al recibirlo Hailee lo abrazó contra su pecho y suspiró, aliviada. Después clavó sus ojos oscuros en Sophie, muy severamente.

-¿Qué hacías con el? -preguntó de forma acusatoria y Sophie arqueó una ceja.

-¿Yo? Nada. Solo la encontré en el suelo -dijo, observando con irritación sus ojos chocolates, le fastidiaba saber que la ponían nerviosa.

-Oh claro, y sobre todo, yo te voy a creer -replicó sarcásticamente, los ojos de Sophie prácticamente estaban en llamas.

Perdía la paciencia.

Rivales // Hailee SteinfeldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora