𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕯𝖔𝖈𝖊

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𝑹𝒂𝒓𝒐 𝑰𝒎𝒑𝒖𝒍𝒔𝒐

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𝑹𝒂𝒓𝒐 𝑰𝒎𝒑𝒖𝒍𝒔𝒐

Ya era el cuarto día que Alysanne pasaba en la fortaleza, por lo que solo quedaban 3 para volver con su familia; había logrado ponerse al día con su abuelo, de hecho, los maestres creían que la salud del Rey había mejorado un poco desde que la princesa llegó, incluso ambos lograron una de esos días almorzar fuera cosa que hace años ya no veían al soberano realizar. También había pasado mayoría del tiempo con Helaena y sus pequeños.

A Aegon prácticamente no se lo había topado, y agradecía en parte aquello, de los tres hermanos era el que menos lograba empatizar. Y con Alicent solo tuvo el trato cordial que siempre habían mantenido, lo que sí por pedido de su tía, una de las tardes las tres tomaron el té juntas, pero no fue tan mal, de hacho hasta pudo disfrutar ese momento.

Pero con Aemond, desde aquella tarde lluviosa, ambos se habían evitado; cuando se encontraban por los pasillos simplemente se miraban y cada uno seguía su camino. El príncipe la evitaba debido a que no sabia como actuar después de descubrir que hacia dos años la habido ofendido sin quererlo, mientras que para la princesa aun lidiaba con haber confesado que sus palabras le habían dolido esa tarde.

La realidad es que ninguno sabia lidiar con sus sentimientos y exteriorizarlos apropiadamente. Aemond porque nunca se lo habían enseñado, y Alysanne porque nunca fue buena expresando sus emociones y siempre prefería callar.

Alysanne se encontraba pensando eso cuando la luz del día invadió su cuarto y a la vez molestó sus ojos, cuando se giró noto a Freya, su doncella, quien continuaba abriendo las cortinas por lo que la obligó a desperezarse y sentarse en la cama a la vez que saludaba a la joven frente suyo.

— ¿Pudo descansar, princesa? — Preguntó con amabilidad la chica.

— Así es, gracias. — Alysanne le sonrió a la vez que se destapaba. — ¿El baño está preparado.

— Sí, princesa. — Asintió la doncella, cosa que la hija de cabellos platinados agradeció a la vez que se colocaba de pie. — ¿Qué vestido desea usar hoy?

— El lila está bien, gracias Frey.

A Alysanne le gustaba utilizar la combinación de colores de las casas de sus padres, por lo que la gama de colores iba desde el azul, negro, rojo e incluso morado; sentía que llevaba una parte de ellos en representación, sobre todo de su padre que ya no se encontraba a su lado.

— Lo buscaré y...— Freya silenció de repente, cosa que le extrañó a la princesa.

— ¿Qué sucede?

Al girarse, Alysanne notó la mirada de su doncella puesta en su cama por lo que confundida se le acercó para ver que sucedía, y cuando lo hizo notó cierta mancha rojiza en las sábanas, por lo que en seguida se giró para ver su camisón que poseía la misma mancha; ambas compartieron una mirada sabiendo que significaba el primer sangrado de la princesa, por eso Alysanne no logró contener su frustración.

•𝑯𝒂𝒖𝒏𝒕𝒆𝒅• |𝕬𝖊𝖒𝖔𝖓𝖉 𝕿𝖆𝖗𝖌𝖆𝖗𝖞𝖊𝖓|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora