𝑺𝒊𝒓𝒆𝒏𝒂
— Dragones en el cielo, sirenas en el mar... Dos almas mortales, en la tierra sin más.
Aemond al oír esas palabras, observó de reojo a su hermana que se encontraba hablando a la nada mientras que con sus manos bordaba; había notado que Helaena era de susurrar ese tipo de frases sin sentido, pero aun así no era algo a lo que le prestara atención.
Habían terminado de desayunar hacía relativamente poco, y ambos se encontraban en la sala común de sus cuartos. El niño sabía que su hermano debía estar ahí, pero había logrado escabullirse de la vigilancia de su madre, solo esperaba que él no se pusiera en vergüenza propia.
Su familia era extraña, algo que no era necesario de remarcar, pero aun así se sentía ajeno a esta. Una hermana que habla a los vientos, un hermano indecoroso, una madre que podía rozar la insensibilidad, un padre que se debilitaba día a día... Y ni hablar del lado de su media hermana.
Un segundo hijo, inadaptado e ignorado, y para colmo sin dragón.
En ese instante sin desearlo, sus pensamientos se dirigieron hacia Alysanne, eran tan parecidos y tan distintos a la vez. Él un segundo hijo, ella una niña, ambos tenían un camino difícil pero no imposible.
Quiso quitarse de los pensamientos a su sobrina, pero ahora no podía, por lo que se le ocurrió ir a buscarla para saber qué opinaba sobre los libros que le recomendó hacía tres días después de esa tarde en la biblioteca.
Lo único que no tenía respuesta era de dónde se encontraba.
— En la fosa. — Murmuró Helaena como si hubiera leído sus pensamientos.
— ¿A qué te refieres? — Decidió preguntarle para confirmar que era lo que creía.
— Lys... En la fosa.
Él frunció el ceño, claramente estaban hablando de lo mismo, pero aun así no entendía cómo era posible que su hermana lo supiera, aunque simplemente le restó importancia para salir de la sala en dirección a los pasillos.
Ignoraba las reverencias y saludos de los presentes en la fortaleza, él tenía un objetivo fijo y no se distraería con esas idioteces.
Una vez fuera del inmenso edificio, encaminó sus pasos a Dragon Pit, aquel lugar que tanto anhelaba ir con emoción, pero solo asistía por obligación, quedándose en silencio cada que sus sobrinos o hermano pasaban tiempo con sus dragones.
Y cómo si el universo se estuviera riendo de él, Alysanne se encontraba allí con el suyo. Quiso darse la vuelta para volver por donde vino, pero el guardián que estaba junto a la niña lo había notado.
— Joven príncipe. — Le dijo haciendo una reverencia.
Alysanne giró su rostro para ver quién los había interrumpido y agradeció que era él, había comenzado a sentirse cómoda a su alrededor después del día de la biblioteca.
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•𝑯𝒂𝒖𝒏𝒕𝒆𝒅• |𝕬𝖊𝖒𝖔𝖓𝖉 𝕿𝖆𝖗𝖌𝖆𝖗𝖞𝖊𝖓|
FanficAlysanne, la única hija de la princesa heredera Rhaenyra, siempre había sido lo que se espera de una princesa; poseía gracia, belleza, era educada y correcta, pero a pesar de su nombre ser Velaryon, la sangre Targaryen también corría por sus venas. ...