◖Solo tú || Naruto ||◗

Capitulo 05 || Cuando más te necesite, no estabas

Pasan unos segundos y Kakashi piensa en lo que podría decirle a su maestro.

-Haré lo que sea para proteger a mi aldea. Se lo aseguro maestro.

-Si eso es así -indica Minato cerrando sus ojos-entonces tienes una misión en este momento.

-¿Cual?- interrogan los dos alumnos de Minato.

-Tendrás que llevar al Kyubi de paseo por toda la aldea. Si mañana, a primera hora cuando yo llegue, aún sigue existiendo la aldea, y no ha hecho caos está criatura: permitiré que te la quedes.

-¿Y si no se logra? -pregunta Gay preocupado.

-"¿Y si no se logra?" Fácil. Antes de desatarse el Kyubi y crear destrucción y caos a su alrededor, llegaré. Y me encargaré de él. Nunca más lo volveremos a ver. ¿Entendido?

-Sí-dicen al unisono.

Al quedar claro esto. Minato se da la media vuelta y se va. Los dos chicos se quedan con la temible criatura pensando en como actuar. Las cosas están muy claras para ambos. La misión ya comenzó y si quiere que Naruto no caiga en las manos de Minato lo mejor es sacarlo de la casa.

Kakashi que está más cerca de él, se lo lleva en los brazos saliendo de la sala de estar sin manifestar ni la más mínima reacción. Gay, conociendolo, sabe que no dirá nada y tampoco manifestará lo que lleva por dentro; eso es un hecho.

Al estar en la intemperie Kakashi con la criatura entre sus brazos, decide caminar sin rumbo hasta pensar en algo para acortar la misión y hacerla a su vez, algo sumamente fácil y segura.

Gay sabe que, entre más sencilla suena la misión, es más fácil que algo salga mal, y por el bien de su amigo, él tiene que impedir cualquier cosa que atente contra la misión. Él sigue los pasos de Kakashi caminando casi a la par de él, para acompañar y hacerlo sentir que no está solo en todo esto, ¿el problema? Que fue casi de inmediato que Kakashi lo sacudió con su respuesta.

-No te necesito, y lo sabes.

Esas palabras retumban en la cabeza de Gay Sensei que solo quiere ayudar a su amigo.

Pasan los minutos y Kakashi le sigue insistiendo a Gay que se vaya, ya que él dice que puede solo con la responsabilidad de la misión, y en ningún momento ni Minato ni él lo involucraron con el tema de Naruto. Gay permanece en silencio sin decirle absolutamente nada. Solo lo sigue en el silencio que la aldea ofrece.

-¿Por qué insistes? ¿Por qué me quieres ayudar ahora?

-Por qué somos amigos- murmura Gay avergonzado al recordar las veces que lo ha decepcionado.

-¿Pero acaso no lo éramos cuando yo más te necesitaba?

Gay sabe que tarde o temprano lo diría. Él lo sabía, pero eso no quieta que no fuese para él una punzada en el corazón esas palabras.

-Yo hice lo que pude para ayudarte.

-¿Ayudarme? -replica Kakashi ocultando el enojo-. Tuve que encerrarme durante mucho tiempo para evitar que me señalen en la calle. Solo por qué descubrí los planes que estaban haciendo los de la Aldea de la Lluvia y todos me tomaron por loco, ¿lo recuerdas?

-Sí per-...

-¿Y tú dónde estuviste?

En todo este momento en el que Kakashi estuvo caminando mientras hablaba con Gay, nunca se volteo para verle la cara a su contraparte,en todo momento tuvo su mirada hacia el frente, donde la hermosa Aldea de Konoha le muestra el más hermoso de los paisaje y las suaves brisas del vientos le sacuden el cabello de un lado a otro; pero justo después de decir esto último, él detiene su andar haciendo que Gay tropiece con su espalda y se detenga.

-¿Por qué me quieres ayudar ahora? Si cuando más te necesité, no estabas, es más, cuando te busque para que me dieras tu apoyo para poder salir de oscuro hoyo en el que caí, tú me diste la espalda y lo sabe.

-Lo sé- es lo único que Gay pudo decir con el nudo que tiene en su garganta que no le permite ni tragar saliva y que baje.

-¿Y entonces?

-¿Quiere que te deje solo? ¿Eso es lo que quieres?

Kakashi le iba a contestar su pregunta, pero el conoce el filo de su lengua, y sabe que si dice lo que ha tenido muchísimas ganas de decir, lo lamentará tarde o temprano. Sabiendo que las palabras no son lo más adecuado en este momento, decide dar la media vuelta y seguir caminando dejando a su amigo con la pregunta al aire. Es lo mejor para todo. Aunque ambos tengan el corazón estrujado por el silencio del otro.