◖Solo tú || Naruto ||◗

Capítulo 13|| La misión

Al detallar las caras estando ahora más cerca se da cuenta de pequeñas marcas al igual en las articulaciones de las manos.

Hasta sus padres están así... ¡El próximo podría ser yo!

Sasori sabía que tarde o temprano pasaría esto. Se iba a enterar de lo él hace y se asustaría así como el resto. Pero no, aunque esté asustado, solo mira al chico de rojo dándole pequeños golpecito en la cara con sus patas delanteras para que le explicará todo lo que está pasando.

Solo bastó con conectarse a través de una pequeña mirada para poder entender al otro. Naruto lo primero que entendió del chico de la tristeza en su mirada, es que las marionetas les permite no sentirse solo. Hace un rato estaba hablando con ellas, ya que no tiene a nadie real con él. Y por las marcas en sus padres parece que los mataron y él pudo recuperar los cuerpos.

Solo es otra alma rota entre el monto que hay en las aldeas. Aunque hay algo más; sé que lo hay.

Con pequeño chillidos intenta comunicarse con Sasori pero el no parece entenderle nada de lo que le quiere decir. Pero este le sonríe para alzarlo.

-Al principio lo hacía ya que tenía a mi abuela cerca- murmura el chico- ya después... lo empecé a hacer para sobrevivir.

En todo esto, hay algo que a Naruto le resulta familiar. Cómo si en el fondo ya lo sabia, o ya lo hubiese vivido y sabe lo que ha pasado. Es algo sumamente confuso para él.

Naruto le baja la mirada haciendo que Sasori lo deje en el suelo.

-Tranquilo, cuando te dije que quería ser tu amigo lo dije en serio. Eres libre de irte cuando quieras.

El Kyubi lo mira fijamente acostándose en el suelo, para empezar a sentirse cómodo en el lugar. La calidez que se empieza a sentir en el lugar lo reconforta a ambos. El lugar ya no sé percibe ese ambiente denso de antes, y es que al saber las razones del otro, es más fácil entenderse.

Sasori al saber que el pequeño ser anaranjado ya está más tranquilo él se relaja al saber que no se iría de su lado.

A diferencia de Kakashi, Sasori sabe las leyendas que existen sobre estos seres que de repente han invadido las aldeas, además de no despertar su furia; esto podría alarmar a cualquier, pero no el chico de rojos cabellos. Según él, si sabe lo que los molestan, es más que suficiente para conocer al menos un setenta por ciento de estos seres.

Antes de que el chico le fuese a hablar al pequeño ser, la puerta suena con fuerza sobresaltando a los dos.

El chico se queda quieto y con la mirada perdida esperando que, el que esté detrás de la puerta piense que no hay nadie y se vaya, pero no es así, siguen tocando la puerta con más insistencia y lo llaman por su nombre.

Es Kisame

Por alguna razón ha ido a su casa y lo anda buscando.

-¡Carajo! Lo mejor sería esconderte de ellos.

Naruto no entiende nada de lo que está pasando. Pero antes de poder reaccionar ante la petición de Sasori, este va y lo coloca dentro de una de sus marionetas para ocultarlo.

Caminando con velocidad, sale de la habitación rumbo a la puerta que parecía que Kisame estuviese a punto de tumbarla.

-¡Aguanta!

La puerta suena una vez más con fuerza para ser abierta con el chico de cabellos rojos nerviosos.

-¿Porque tardaste tanto?- inquiere el hombre en mal tono.

-Estaba adormilado... Solo eso. Ya... pasa adelante.

Kisame se abre paso empujando al chico hacia un lado para poder entrar a la casa.

-Sabes que estamos en una misión importante-rechista el hombre.

-Si, ya lo sé -bufea.

Naruto, mientras tanto, escucha todo lo que está pasando afuera sin poder salir dentro de la marioneta. A él no le gusta para nada como le está hablando a su nuevo amigo. Él hace todos los esfuerzos posibles para salir dentro de la marioneta de la madre de Sasori pero solo hace que se caiga estando en una situación peor que antes. El único acceso para poder salir ahora está trancado por el piso.

En el pasillo. Sasori escucha como la marioneta cae sabiendo que es Naruto que quiere salir de ahí. Es posible que Kisame se de cuenta de la presencia de dicho ser y meta en problema a Sasori y en aprieto a Naruto.

-¿Cómo si estas en la misma misión que todos nosotros, es que te viniste a tu casa a dormir? -inquiere el más alto de los tres.

-No me siento bien, eso es todo- replica el pequeño nervioso deteniendo el paso.

-¿Y Deidara?

Sasori rebobina en su cabeza en un intento por recordar la última vez que vio a su compañero. Recuerda que después de que le asignaron la misión, ellos dos se dividieron por una tonta discusión que Deidara comenzó y no queria dar por terminado hasta tener una repuesta de pelirrojo que se ocultaba dentro de una de sus marionetas. Después de eso no recuerda haberlo visto antes.

Sin saber que responderle al hombre tiburón, tan solo niega con la cabeza haciendo un pequeño puchero con sus gorditos labios. Kisame se va del pasillo refufullando por lo alto al ver que no obtiene una repuesta verbal de su parte.

Kisame camina en línea recta para llegar al comedor de la casa. Por al extraña actitud del chico, sabe que debe de estar ocultando algo, que tal vez afecte a la misión que se le ha encomendado a ellos: conseguir al Kyubi que se le ha escapado.