Capítulo 5

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Minho

Algo pasó durante la noche.

Aun no dormía cuando sentí el rostro de Jisung muy cerca, pues podía escuchar su respiración a pocos centímetros de mí.

Aunque tenía los ojos cerrados, supe que él juntó su frente con la mía. Pero a los pocos segundos, la separó y me arrebató un beso en los labios.

Cuando mis labios tocaron los suyos, abrí los ojos del susto, pero los volví a cerrar, porque pude sentir mi cuerpo flotar como si de un hechizo mágico se tratara. ¿Qué me has hecho Han Jisung?

Fue el beso más delicado y tierno que alguien me pudo haber dado. Ni siquiera me molesté en ver su reacción y con aquella sensación tan tranquila, me dormí.

Cuando me desperté su aroma dulce y agradable era lo que estaba más presente en la habitación. Quise acercarme aún más a él para despertarlo.

—Buenos días. —alcancé a decir luego de que él abriera los ojos y sonrió al verme.

—Buenos días. —murmuró mientras se estiraba. Se incorporó para mirarme. —Es raro que estés aquí.

—Pues sí. —Reí levemente. Miré el reloj y ví que se me había hecho tarde, ya que debía de estar en casa lo antes posible. —Creo que debo irme ya.

—Espera, Min. —dijo agarrándome de la muñeca.
—Quería darte las gracias por lo de ayer, por lo que me dijiste, esto...

—No hay de qué, Jisung. - Sonreí.

—Es que... nadie me ha escuchado así cuando tengo... eso. —confesó con la cabeza agachada.

—Quiero que te sientas cómodo conmigo. Te escucharé las veces que haga falta. —Me llevé una sorpresa cuando él se puso de pie para darme un largo e inesperado beso en la frente.

Este me hizo viajar al de anoche.

—¡Lo siento! ¡No quería...! ¡Perdóname por favor! —pidió disculpas muy arrepentido.

—No importa, Ji. —De verdad que no me molestaba en absoluto.

—Pero, no debería haber hecho eso. No somos... eso.

—Sólo ha sido un pequeño beso, me ha gustado, Sung.

Yo puedo entender eso como algo de amigos, pero sé perfectamente por qué se siente tan inseguro por esa muestra de afecto.

Porque como estamos en una sociedad en la que haces cualquier cosa y ya te están criticando, su miedo tal vez sea que si otra persona hubiese visto eso, podría pensar que nuestra relación va más allá que una fuerte amistad.

—Está bien, Min. Gracias. —Era como un niño pequeño, jugando con sus manos.

—Bueno, ¡nos vemos! —Se despidió de mí con un cordial movimiento de mano e hice lo mismo, antes de irme.

Jisung

¿Por qué diantres hice eso? ¡Qué vergüenza me ha dado tener que pedirle disculpas! Menos mal que Minho lo ha entendido, porque si hubiese sido otro chico...

Hasta en ese tipo de situaciones, lo entiende y también le gusta.

Cuando Minho se fue, bajé a desayunar con Felix.

El Crepúsculo de los Inocentes [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora