Capítulo 11

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-Bueno, creo que tenemos unos retos que cumplir; cuanto antes empecemos mejor.-Le dijo él seriamente. Tania asintió y se levantó del colchón para ir adonde él.

-Cuídamela, ¿eh?-le dijo Valeria,-Y tú, Tania: Recuerda que nosotros también tenemos un proyecto que hacer. Tania asintió y salió de su habitación siguiendo a Bruno. La verdad es que las habitaciones de la residencia universitaria estaban bastante bien: Eran bastante pequeñas, pero confortables y cómodas. ¿Qué más se podía pedir?

-Por cierto, ¿cómo sabes cuál es mi habitación?

-Tengo mis contactos.-Respondió él secamente. Ella suspiró y lo siguió hasta que salieron de la residencia. En realidad, todo el mundo decía que lo peor de aquello era la residencia, pero a Tania no le disgustaba tanto: Claro que las habitaciones eran pequeñas, pero también eran cómodas y confortables. Cada una estaba equipada con dos mullidas camas y un pequeño baño que debían compartir entre dos. También había una pequeña ventana entre las dos camas: La de Tania no es que diera a unas vistas magníficas, pero por lo menos se podía observar el cielo.

-¿Cuál es el reto de hoy?- Se habían parado en medio del parque y Bruno la miraba fijamente. 

-Pues... Tenemos que respondernos unas preguntas que me han enviado.-Tania se apresuró en sacar el móvil y abrir el archivo que le habían enviado.

-Genial.-Contestó él sentándose en un banco. Ella lo imitó y se colocó a su lado.

-De verdad, no veo el sentido de hacer esto: Me parece una pérdida de tiempo.

-Pues vamos a hacerlo.

-En serio, es imposible que descubran si lo hacemos o no.-Bruno soltó un sonoro bufido, pero Tania lo ignoró y siguió hablando:-Y si lo descubrieran, ¿qué?; no pueden hacer nada; es absurdo.

-¡Pues vamos a hacerlo!, ¡me la pela que seas una irresponsable, y que te creas guay por desobedecer las normas!, ¡esto es una cosa de equipo, así que te guste o no, vamos a hacerlo!-Tania se quedó incrédula ante las palabras del chico.

-Vale, tampoco hace falta que te pongas así.

-Pues abre el puto archivo de una vez.-Tania intentó controlar su ira y abrió las preguntas:

-¿Qué quieres hacer antes de morir?

-¿Ésa es la pregunta?

-Sí.

-Pues... yo qué sé. No he pensado en nada.

-Si de verdad te lo tomas en serio, contesta.

-¡No lo sé!; dímelo tú.

-Pues quisiera hacer muchas cosas antes de morir: Ir al desierto, hacer un graffiti, ir a Nueva York, ver una aurora boreal, aprender a tocar la guitarra, hacer un viaje en autocaravana, comer una buena pizza en Roma, aprender a hacer surf, y componer una canción.-Enumeró Tania fijándose en no dejarse  ninguno. Miró a Bruno, que estaba boquiabierto.-Te toca.

-Pues... Supongo que... Ser futbolista.

-¿Ser futbolista?

-Sí, ¿algún problema?

-No, ninguno.

-Bueno, pues venga, la siguiente.

-¿Qué es lo que más te apasiona?-Bruno soltó un sonoro bufido.

-Jugar al fútbol.-Tania asintió lentamente.

-Pues sonará raro, pero la verdad es que a mí no hay nada que me apasione. Me gusta mucho cocinar, cantar, jugar al ajedrez, leer... Pero creo que aún no he encontrado lo que realmente me llena del todo.

-Ajá, siguiente.-Tania fulminó con la mirada a Bruno ante su sequedad mientras comenzaba a leer la siguiente pregunta.

-¿Qué es de lo que más te arrepientes?

-De nada.

-Algo habrá.

-No; no me arrepiento de nada en absoluto.

-Ya.

-¿Es ironía?

-Claro.

-Pues di tú.

-Yo nada.

-¿Qué?

-Que tampoco me arrepiento de nada.

-¿Segura?

-¿Por qué lo dices?

-Porque yo creo que sí que te arrepientes de algo.

-Sorpréndeme.

-De no haber sido suficiente para tu ex-novio.-Tania lo miró incrédula: Se había pasado.

-¿En serio?

-¿Qué?, ¿te ha dolido?- Dijo él en tono burlón.

-Bruno: No hace ni puta gracia, ¿te enteras?, ¡ni puta gracia!- Tania e levantó de golpe del banco y salió de allí haciendo el mayor esfuerzo posible por no llorar.

Recuerdos compartidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora