Tania ya se había duchado cuando Bruno comenzó a abrir los ojos. Ella sonrió mientras él se estiraba perezoso y la miraba desde la cama.
-¿Qué...?, ¿nos hemos acostado?-Tania rio sin poder evitarlo.
-¡No!
-¿Y se puede saber qué hago en tu cama?
-Me parece increíble que no te acuerdes de lo que pasó ayer.
-Me acuerdo de algunas cosas; que salí de fiesta con David, que luego llegaste tú, que poté, y... oh, mierda.
-¿Qué ocurre?
-Que estuve a punto de besarte bajo la lluvia. Dime que lo he soñado.
-No, no lo has soñado.
-Joder...-Bruno se tumbó de nuevo y se tapó con el hedredón.-No sabes lo mal que me siento.
-No pasa nada.-Ella sonrió al ver la vergüenza de Bruno.
-¿Por qué no me diste un tortazo?
-Porque estabas borracho.
-Joder, no sabes la vergüenza que siento.
-Da igual, en serio, aunque a la siguiente contrólate un poco.
-¿Y después de eso dormimos en la misma cama?
-No, yo he dormido en el sillón.-Bruno dirigió la mirada al medio-sofá que había en la esquina de la habitación.
-¿Me estás vacilando?
-No. Potaste de nuevo en el baño.
-Tania... ven aquí...-Bruno abrió sus brazos con una gran sonrisa. Tania se acercó y lo abrazó.-Pero qué buena eres...
-Ja, ja.-Ella hundió su cabeza en el hombro de Bruno.-Supongo que tendrás un dolor de cabeza terrible.
-Sí, un poco, la verdad.-Dijo volviendo a estirarse.
-Te traeré una pastilla que hace milagros.
-Uy, a parte de salir de fiesta resulta que te drogas... ¿qué es lo siguiente?
-Contrabando de armas y espía de la CIA.
-Ja, ja. Oye, ¿Valeria y Marta?
-Marta vino cuando ya estabas dormido a saludarme y según me dijo Valeria se había liado con un tío y luego... bueno, se sabe.-Tania se acercó con el baso de agua y la pastilla y se los tendió a Bruno.
-Ah... Espera, ¿qué hora es?
-Las 10:00, ¿por?
-¡Llegamos tarde a clase!
-Hoy nos toca pasar 24 horas juntos, por si se te había olvidado.
-Joder... no te importaría pasar el día durmiendo, ¿verdad?
-Por mí iría a clase; eres tú el que se empeña en seguir los retos esos.
-Agh... ¿Te importa que me duche?
-Adelante.-Bruno se levantó de la cama tambaleándose un poco y se encerró en el baño. Tania se sentó en la cama y encendió su móvil: 16 llamadas perdidas de David. Mierda. Salió de la habitación y se dirigió apresuradamente a la de David. Cruzó varios pasillos y cuando estuvo enfrente de su puerta, llamó enérgicamente. Él no tardó en abrir, y cuando lo hizo dejó a Tania boquiabierta: Estaba tan solo con unos boxers, y su cuerpo era... Bueno, estaba bastante bien. Ella apartó la mirada apurada y se encontró con los castaños ojos de David, que la miraban de una forma extraña: Parecía estar preocupado por algo. Ella iba a hablar, pero no le dio tiempo porque él enseguida cruzó el umbral y la abrazó.
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Recuerdos compartidos
RomanceA Tania le acaba de dejar su novio, y deseando olvidarse de él y haciéndole caso a su mejor amiga, termina en una cita a ciegas desastrosa. Después de esa decepción decide que el amor debería esperar un poco, pero todo cambia cuando conoce a David:...