Cuando al fin llegaron a la residencia ya era de noche y las calles estaban iluminadas por farolas. Cuando entraron al edificio el calor los acogió. Subieron las escaleras corriendo hasta llegar a su piso, cruzaron el pasillo sobre el suelo de moqueta y finalmente llegaron a la puerta de Tania. Ella se giró y miró a Bruno.
-Bueno, ha sido genial pasar el día contigo.
-¿Eres consciente de que el día tiene 24 horas?
-¿A qué te refieres?
-A que aún queda bastante para que llegue a su fin.-Tania tardó varios segundos en comprender a qué se refería con aquello.
-¿Me estás vacilando?
-No.
-Bruno, en serio, no pienso dormir contigo.
-Tania...
-El día estaba yendo genial...
-¿Por qué no quieres que duerma contigo?
-Porque no es necesario.
-Sí que lo es.
-Bruno, estoy muy cansada.
-Si quieres puedo dormir en el suelo.
-No, no vas a entrar.
-¿No éramos amigos?; los amigos duermen juntos.
-Bruno...-Tania cerró los ojos con fuerza y bufó sonoramente. Después abrió la puerta y se adentró en la habitación bruscamente. No encendió la luz, pues sabía que Valeria se encontraría ya dormida, pero le hizo a Bruno una seña para que pasara. Entró en el baño y le indicó a Bruno que durmiera en el sillón en el que había dormido ella anoche. Por experiencia sabía lo incómodo que era, pero tendría que sufrir. Se quitó la ropa de calle y se puso una camiseta larga que le llegaba hasta las rodillas y que usaba cuando no hacía frío para dormir. Salió del baño y descubrió a Bruno tratando de encontrar una postura cómoda en el sillón. Ella suspiró y se acercó a su cama. Se metió en el edredón y permaneció quieta mirando al techo. Comenzó a imaginar cómo sería la cita del día siguiente. Se imaginó todo lo malo que podía suceder: Quedarse en un silencio incómodo, que se le calleran las palomitas, decir algo indebido, hacer algo torpe, tirarse un eructo sin querer, no saber qué decir, hablar demasiado y no resultar interesante...
-Bruno...
-¿Hm?
-No puedo dormir.
-Yo tampoco. Me estoy partiendo la espalda.
-Es que... mañana pueden salir tantas cosas mal...
-Va a salir bien, en serio.
-No, hay muchas cosas que pueden fallar. Y yo nunca tengo buena suerte.
-Nada va a salir mal...
-¿Cómo crees que será?
-¿A qué te refieres?
-No sé, ayúdame con algo, ni siquiera sé cómo saludarle.
-Con dos besos. Hazme caso. Se acercará, su primer beso será a la derecha, y luego te cogerá de la mano. Saldréis juntos y te hablará sobre lo guapa que estás. Luego tú dirás que no es para tanto, y él se reirá y te dirá que realmente estás preciosa. Iréis al cine, y él no se fijará en la película porque solamente estará pendiente de ti. Él no podrá parar de pensar en ti, así que te recomiendo que te recuestes sobre su hombro, como lo has hecho hoy conmigo: Eso le encantará. Luego saldréis y ahí puedes hablarle sobre la película. Te llevará a cenar y luego te acompañará hasta aquí, donde te besará.
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Recuerdos compartidos
RomanceA Tania le acaba de dejar su novio, y deseando olvidarse de él y haciéndole caso a su mejor amiga, termina en una cita a ciegas desastrosa. Después de esa decepción decide que el amor debería esperar un poco, pero todo cambia cuando conoce a David:...