El sol de la mañana se filtraba a través de las ventanas de la cocina, bañando todo en una luz dorada mientras se elevaba en el cielo.
Eran las siete en punto, y August le abrió la puerta a Heimdall, después de tomar el paseo al que ya se estaban acostumbrando ambos.
Un camino pedregoso entre los árboles del bosque, pinos altísimos, cedros y robles con troncos suficientemente anchos para esconderse tras ellos. Se escuchaban a pájaros de verdad, y no los artificiales que la gente colgaba en música de youtube. Incluso el aire parecía más real ahí arriba, olía a limpio.
Delante de la entrada, miles de hojas ocres creaban una alfombra.
Colgó el collar de Heimdall en el gancho de la galería, y entró en la cocina para subir a darse una ducha antes de que Elise se despertara. Pero al cruzar el pasillo, pasó por delante del comedor y la vio ahí sentada.
Tenía un bata de terciopelo encima de los hombros, removía su café con la mirada ausente. Muchas veces la encontraba así.
A veces le ocurría incluso en mitad de conversaciones. Algunas estaba riendo, cocinando, cuidando sus flores con afán, leyendo con toda una serie de mantas encima, y de un momento a otro miraba algo en algún punto del suelo o la pared, y se quedaba mucho rato en silencio.
Se le oscurecían los ojos, y parecía tan cansada, tan sola, siempre, siempre, alguna parte en ella, tan sola...
—Buenos días.
Elise levantó la cabeza, viéndolo entrar.
—Buenos días. ¿Quieres un café?
—No, gracias.
Se acercó a ella, y se sentó al otro lado en la mesa, teniéndola delante.
—Iba a...
—¿Qué te ha pasado en los brazos?
August se miró los antebrazos, ya que se había subido las mangas hasta el codo. Unas marcas rasgaban la piel, sobre las venas, y unas líneas de tinta negra se asomaban débilmente.
—Heimdall se ha encontrado con una ardilla. —Se las frotó, bajando la manga—.
—Ah.
—Elise, ¿cuándo ibas a contarme que tienes un ex?
La dejó fría, llevándola a fruncir el ceño.
—Pensé que no hacía falta. Te puedo enseñar mi título, si quieres también. ¿Es importante que te cuente toda mi vida?
—Cuando tu ex novio estuvo preso, sí. Es necesario.
Sacó el móvil del bolsillo, tecleando algo, y le enseñó una notícia de hacía 17 años.
13/10/2000
𝐇𝐎𝐌𝐁𝐑𝐄 𝐃𝐄𝐓𝐄𝐍𝐈𝐃𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐈𝐍𝐓𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐃𝐄 𝐀𝐒𝐄𝐒𝐈𝐍𝐀𝐓𝐎
En la madrugada del jueves día 12, la policía local arrestó a Max W. Hargroves, de 28 años, tras ser acusado de haber agredido brutalmente a su novia, Elise R. de 20 años, en su residencia compartida.
El Departamento de Policía de Ashford recibió una llamada de emergencia alrededor de las 2:30 a.m. de la madre de la víctima al no haber visto a su hija abandonar la casa en días. Los oficiales que acudieron al lugar encontraron a R. con múltiples contusiones y laceraciones visibles. Fue trasladada de inmediato al Hospital General, donde recibió atención médica y se encuentra actualmente en condición estable.
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La Mansión Mansfield
Mystery / Thriller« Sé lo que has hecho. » Tras un accidente fatal que deja a su marido en pésimas condiciones, Elise Harcourt decide poner su vida en pausa para cuidar de él en su propia casa: la Mansión Mansfield. Aunque preciosa, rodeada por un bosque denso que se...