《5》

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El avion habia aterrizado correctamente y Maite había vuelto a su ciudad de crianza. Dentro del corazón de la chica, Barranquilla se había convertido en el final de aquella oscura etapa de cuando se la llevaron de su pueblo. Estaba realmente feliz por regresar a aquel clima tropical, con palmeras y brisa marítima. Bogotá era un buen sitio para la vida de trabajador y por así decirlo el "corre corre" diario, pero en Quilla todo era diferente.

-Por fin... En mi casa- mencionó Maite bajándose de aquel avión, sintiendo el calor que el sol provocaba a esa hora de la mañana.

-¿Te hacia falta no? El clima, tu ciudad y puede que hasta veas a tu papá.- Comentó Andrea colocándose sus gafas de sol para poder estar más cómoda.

-Por supuesto, Andre. Volver aquí es como un nuevo respiro. Pero bueno, tenemos que ir por la maletas, almorzar y después correr a la sede principal de la FCF para poder reportarnos como representantes de prensa. - Dijo la chica mientras caminaban al lugar de reclamación de equipaje.

Todo paso normal, el encargado del canal las llevo hasta el hotel. Maite no se había dado cuenta que tenia colgada la cadena de Richard, ya que se le había olvidado que se la tuvo que colocar porque no la dejaban pasar en el sistema de reconocimiento de metales, ya que la cadena iba metida en el bolso y creyeron que era algo más.

Se había terminado de cambiar a una ropa más cómoda para el clima y debían al menos ir a comer algo. Se encontró con su amiga y unos colegas que iban con ellos, aunque todo parecía relativamente normal, la rubia noto la cadena en el cuello de su amiga.

- Que cadenita tan linda, Mai. Hace años no te veía con ella puesta.- comento su amiga.

-Pff-mufo-¿esta cosa vieja? No se hoy quise ponérmela.- mencionó mientras la tenía entres sus dedos.

-¿Donde la consiguió señorita Maite?- pregunto otro de los periodistas que estaba con ellas.

-Pues me la regalaron, aunque ya no me acuerdo quien fue- dijo tratando de actuar que de verdad se le había olvidado quien se la había dado.

-La persona que te la dio debió quererte mucho, Maite.- Respondió Carlos, otro periodista que era cercano a la pelinegra.

-¿Por qué lo dices Charly?- Comentó Andrea.

-Eso es una obsidiana. Es una piedra preciosa volcánica y según una creencia espiritual significa protección. Si alguien te la regala es porque quiere ser tu guardián- dijo el chico con una empanada en la boca.

- Mmm, así que guardián... Eso no es que me hubiera servido mucho- pensó para si misma.

Después de comer, tuvieron que salir para la sede principal de la FCF a recibir instrucciones sobre como era la logística de la prensa. A veces con los protocolos era complicado cumplir su deber de periodistas ya que las ruedas de prensa son contra reloj y el mejor premio es conseguir una entrevista con los jugadores. Maite por ser una periodista nueva en el equipo de la cadena, le tocó una de las tareas mas tediosas del periodismo: Conseguir una entrevista con los jugadores antes de la rueda de prensa.

Al llegar a la reunión se pusieron los objetivos claros sobre como iba a funcionar esta ronda de eliminatorias para la selección y cual era el papel de la prensa dentro de todo esto. Maite adoraba el trabajo en campo, además quería demostrar de que estaba hecha.

Cuando terminó la reunión, la chica se quedó un rato viendo las exhibiciones de los momentos históricos de la selección desde sus inicios en su primer mundial, el 5-0 contra Argentina, el gol de Rincón contra Alemania en el 90, la época dorada de 2014,la excelencia de la selección femenian en el mundial de Australia  hasta el 3er puesto en la copa américa de 2021. Muchos hombres y mujeres habían pasado por ese lugar, luchando por los colores de su camiseta a morir solo por alegrar a la gente, definitivamente le encantaba el fútbol.

𝙳𝚎𝚕 𝙴𝚜𝚝𝚊𝚍𝚒𝚘 𝚊𝚕 𝙲𝚒𝚎𝚕𝚘 || 𝚁𝚒𝚌𝚑𝚊𝚛𝚍 𝚁í𝚘𝚜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora