En la mañana o más bien en la madrugada después de una trasnochada impulsada por el insomnio y la ansiedad de no saber que era lo que estaban sintiendo el uno por el otro. Convencionalmente ambos decidieron salir a correr al mismo tiempo sin pensar que en realidad era la única forma que tenían para escapar de aquella confusión de su encuentro después de tanto tiempo separados.
Maite iba con sus audífonos a todo volumen ignorando la niebla de la costa mientras corría por el malecón cuando en un momento ve que alguien la está siguiendo. Hasta el punto que ella se detuvo al verlo de lejos, ahora si esto no podía ser solamente una coincidencia que el maldito destino llevaba acabo.
-Esto tiene que ser una puta broma.- pensó para si misma.
Y ahí estaba el, con unos shorts que le quedaban de ataque, sudando por estar trotando seguidamente, su cabello desordenado y su mirada concentrada hizo que a nuestra querida protagonista la hizo suspirar.
- Vea pues... la periodista acosadora volviendo al juego ¿Ahora también me seguis?- dijo quitándose uno de sus audífonos para poder escuchar la respuesta de la mujer.
- Ay si claro como todo tiene que girar entorno suyo entonces ahora soy yo la acosadora.- le dijo mientras trata de alejarse más de él.
Pero en ese momento, El joven futbolista la tomó del brazo haciendo que parara su caminata, ella en ese momento freno y tuvo que controlar el.impulso de querer darle una cachetada así de fuerte como las ganas de su anhelo de querer darle un beso de esos que se daban en su adolescencia en la cancha de fútbol de su pueblo.
- Ya no estas tan respondona ¿cierto?- dijo Richard mirándola seductoramente
Ella logró safarce del agarre del hombre, retando a este por segunda y última vez.
- Mire Richard deje de joderme. Tenemos que aguantarnos estos días juntos porque tengo que trabajar y tu tienes que jugar bien, entonces...- dijo la chica al inicio segura pero hasta el punto de que su seguridad se estanco al ver la sonrisa del hombre que aunque parecía hermosa demostraba la risa que le daba verla así de seria con el.
-¿Entonces? Que propone Señorita Durango, digo, Señorita Valderrama- haciéndola enojar un poco más de lo normal.
- Dios ¿no te podes tomar nada en serio verdad?- mufo la chica- Tu ayúdame a entrar al campo y a tratar de crear contenido con ustedes, yo me encargo de hablar bien de ti, ponerte en el ojo de la prensa internacional y los dos salimos beneficiados.- hablo contundentemente.
El chico se aleja para pensarlo pero después se acerca rápidamente para contestarle sobre su propuesta.
-Esta bien. Acepto la propuesta, pero también tendré un favor que podre usar en algún momento cuando yo quiera.- Dijo seriamente, estirando su mano para poder cerrar el trato. En realidad había algo extraño en esa petición.
-Mmm. Acepto- dijo la chica para extender su mano y aceptar el trato justamente.- Esta bien. Entonces, te veo en el entrenamiento hoy.- dijo alegremente.
El chico la miró confundida.-¿Hoy? No, no puedes ir hoy.- dijo consternado.
-Puedo, quiero y... ¡Tu lo prometiste!- dijo trotando en el mismo lugar en donde estaba.
-Tsk. Esta bien, pero tienes que dejarnos trabajar. No solamente tomarnos fotos- habló ya con un tono complaciente pero nada convencido.
-Listo. Entonces nos vemos en 2 horas para si sigues jugando así de mal jaja- corre para que no la atrapará.
Richard ve como ella se va corriendo lejos de el y sonríe en bajo. Puede que se detesten pero aun se sentía esa química que siempre había existido durante sus años juntos tanto como cuando eran niños como adolescentes.
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𝙳𝚎𝚕 𝙴𝚜𝚝𝚊𝚍𝚒𝚘 𝚊𝚕 𝙲𝚒𝚎𝚕𝚘 || 𝚁𝚒𝚌𝚑𝚊𝚛𝚍 𝚁í𝚘𝚜
RomanceUna historia en donde la pasión, el amor y las ganas de salir adelante son las primordiales para esta pareja que quiere dejar atrás su pasado.