Siguió viendo el partido, poniendo atención al como jugaba y ahora con una perspectiva un poco más crítica ya que aparte de la anterior intervención que habían tenido la cual la había dejado realmente triste y confundida. Si claro, habían pasado más de 7 años y habían crecido pero sin importar eso el le había prometido que nunca la iba a olvidar ni a dejar sola.
Faltaban solo 5 minutos para que el tiempo suplementario del partido acabará pero el encuentro estaba en empate lo que significaba que debían irse a penales para decidir cual pasaría a la siguiente ronda para ganar el campeonato. La tensión se sentía en el aire, Richard iba a corriendo de un extremo al otro sin perder el balón para poder conectar los pases entre el y sus demás compañeros. Cuando en un momento, el joven corta un pase del equipo contrario y empieza a buscar un gol con sus compañeros. Maite comienza a emocionarse, puede que este enojada con Richard por no reconocerla pero aun asi le emociona ver fútbol y ver ganar al equipo local.
El chico corre, engaña al contrincante y empieza a aumentar la velocidad hasta que una de las defensas se atravesó de una manera violenta hasta el punto que Richard quedó en el suelo con un dolor en el pie derecho. Maite queda fría, baja corriendo a gritarle al árbitro por no expulsar al jugador que atacó al joven.
- ¿Oiga no va a darle roja? ¡Dejo al chino en el piso! Sea justo que todos los que estamos aquí que vimos como lo hizo caer- grito enojada, estaba encolerizada por ver como trataban a Richard.
El árbitro mantenía su posición que era una falta pero no considerada de valor para una tarjeta roja. Eso enojo muchísimo más a Maite que estaba apunto de explicarle como le había hecho la falta al.chico.
Mientras sucedía dicho entretenimiento para las demás personas dentro de las gradas. Richard se recuperaba del golpe viendo como la chica de antes era la que lo defendía de los juicios del árbitro. Le parecía algo aguerrida y rebelde pero sobretodo auténtica ademas similar a aquella niña que había sido su amiga en la infancia.
- Parece que conseguiste barra brava ¿eh?- le dijo uno de sus compañeros.
Al final la chica no pudo convencer al árbitro así que tuvo que volver a sentarse y ver como seguía el partido. De milagro uno de los compañeros de Richard pudo anotar un gol de manera magistral y ganaron el partido.
Con eso era suficiente para ella así que ya se iba a ir hacia donde estaban sus padres, hasta que sintió que alguien estaba detrás de ella. Era Richard de nuevo.
-¡Ey! No te vayas tan rápido, Elena.- dijo el chico tratando de convencerla.
-Es que no se si mis papas me necesitan y no quiero preocuparlos- dijo un poco nerviosa, de verdad no quiere que sus padres estén preocupados por ella.
-Por favor, déjame darte las gracias por ver el partido y defender lo de la falta.Un helado ¿si?- comento el chico, de verdad quería darle una atención.
Ella de una u otra manera acepto la propuesta del chico. Así que se fue con el a que le invitara un helado, se la pasaron la mayoría de la tarde juntos. Riéndose, ella recordando lo bien que se llevaban y sobretodo recordando donde había estado antes de que su vida cambiará para siempre.
Llegaron frente a la cancha de fútbol del barrio en donde ellos se volvieron amigos, en ese momento los ojos de Maite se iluminaron como nunca. Esa cancha tenía demasiado valor para ella, es que era el símbolo de su hogar en donde podía ser ella misma. Richard ve esa reacción en ella y le parece curiosa.
- Que no se note que te gusta el fútbol- dijo haciéndose el gracioso.
-Pf, a mi 0. ¿Qué es fútbol?- Comentó la chica con ironía.
Ambos chicos rieron por el momento, era algo lindo ver como esa complicidad aún existía. Sobretodo cuando uno de los dos no ha podido reconocer a la niña con la que había hecho una promesa.
- Es que este tipo de cancha me hace acordar de alguien muy especial para mi y de los momentos que viví con esa persona- dijo nostalgicamente la chica mientras aún estaba en la entrada de aquel lugar.
-Se nota que te importaba mucho.- Comentó el joven, haciendo como si no le importara pero en realidad estaba un poquito celoso.
-Si, el era mi mejor amigo.- tomo la cadena entre sus dedos y comenzó a moverla como siempre lo hacía.
Richard noto la cadena pero no estaba seguro de que fuera la misma. Aún así al chico se le ocurrió una idea.
-Espera aquí- mencionó.
Salió corriendo a ver si en la esquina habían dejado algún balón y efectivamente lo encontró para volver rápidamente hacia donde estaba la muchacha.
-Vamos a ver que tan buena jugadora eres...- dijo retandola.
-Esta bien pero si pierdes no vas a estar llorando porque ya no voy a defenderte como hoy- contesto la chica.
-Aja si claro- respondió- El.que llegue a 4 goles le debe al otro lo que quiera. Debe cumplir sin renegar. ¿Es un trato, Señorita Valderrama?- dijo convencido.
-Es un trato Ríos.- dijo la chica.
Comenzaron a jugar, era un duelo constante entre ambos. Mientras que Richard era pura técnica y su estilo de barrio ya estaba centrado en el fútbol profesional, Maite seguían con un estilo mucho más callejero tirando hacia como jugaban antes. Así que el duelo estuvo realmente interesante porque cuando uno se descuidaba, el otro lograba anotar y hacia uno que otro chiste egocéntrico para calentar aún más el ambiente.
Así paso el tiempo y ya estaban empatados, el.que metiera el gol ganaba. Así que el juego se puso un poco más brusco que de costumbre, Maite empujaba a Richard y realizaba faltas que en el fútbol profesional serían de roja. Richard comenzaba a usar mucho más el cuerpo para poder cubrirla hasta que durante un duelo de estos, Maite tenía el balón y comenzó un forcejeo entre ellos con Richard siendo en este caso el que debía recuperar el balón.
El estaba encima de ella casi al punto de recostarse sobre su espalda, ella no podía escapar así que lonunico que podía hacer era patear el balón hacia el frente y darse a correr para poder seguir con el balón. Richard se dio cuenta y decidió abrazarla por la espalda para no dejarla escapar de él.
-Vení eso es trampa- dijo la chica cuando sintió que la abrazo.
-No porque estamos en un juego de barrio. ¿Cuál trampa?- dijo que chico sintiéndose superior
Seguían forcejeando y jugando cuando después de un rato sintieron como si algo de metal hubiera caído al suelo. Era la cadenita de la chica, ahí pararon el juego y ella la iba a recoger rápidamente pero Richard fue mucho más rápido y lo logró atrapar más rápido que ella.
-Ten, se te cayó- la toma y la mira fijamente, la detalla pero ve que es la misma que el le había regalado a su amiga antes de que se la llevarán.
- ¿T-tu como tienes esto?- Vio el reverso del dije de la cadena, estaba marcado con sus inciales "R.R.M" y ahí lo supo.
Miro fijamente a la chica y ahí su mente hizo clic para descubrir quién era en realidad.
-¿Maite?- dijo casi en Shock.
5/6
_______________________________Holii
Volvimos de nuevo y espero que les guste este capitulo. Ya por fin el Vem Quebradum se dio cuenta que Elena era Maite. Muchos le dieron duro al Richie por no darse cuenta pero es que esta chiquito.
Comenten, los amo bais 💖
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𝙳𝚎𝚕 𝙴𝚜𝚝𝚊𝚍𝚒𝚘 𝚊𝚕 𝙲𝚒𝚎𝚕𝚘 || 𝚁𝚒𝚌𝚑𝚊𝚛𝚍 𝚁í𝚘𝚜
RomanceUna historia en donde la pasión, el amor y las ganas de salir adelante son las primordiales para esta pareja que quiere dejar atrás su pasado.