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— ¡Por todos los dioses oscuros! Pensé que te no despertarías—Arleth no pudo evitar abrazarlo con todas sus fuerzas.

—Suficiente bello durmiente, diste un susto de muerte, sin ofender al padre infernal—comentó con sarcasmo, sabía que llegaría a sus oídos.

Raham se apartó de la rubia, mirando la habitación, se froto la frente, y luego paso a su garganta sobándose, tenía un fuerte dolor como también una acidez que quemada todo su esófago.

Luego...

Todo se vino a él, lo que paso afuera, ver a Kenia perder el control, como ella había hecho una bola de explosión, no pensó que lo mandaría aun abismo, pero está aquí, en una de las habitaciones de los hermanos felinos.

Pero así como reacciona a los recuerdos se pone de pie, buscando con la mirada a la joven.

— ¿Dónde está ella? —pregunto con demanda que la misma rubia se molestó.

—Debes descansar.

—He dicho donde esta ella—miro a Lysandro.

—Ella no te va lastimar, ella...

— ¡Donde mierda esta! —la ignoro completamente, sabia que Lysandro le diría donde esta ella.

—Está encerrada en una de las habitaciones de Hazam, porque tanto puto drama, casi te mata ella, pudiste morir, la tipa no sabemos que es y tu...

— ¡Raham! —grito Arleth al ver a Lysandro en el suelo.

—Cómo demonios te atreves encerrarla, respóndeme mocoso estúpido. Como es que la dejas que ella este ahí, conozco las habitaciones de Hazam, no me quietas ver la cara de estúpido.

—La puta cara no, cuantas veces debo decirlo, la puta cara no, pero que mierda casi te mata la bruja y quiere verla.

—No van a dejarte mamar la verga por la puta cara de mierda que te he dejado—inquirió el hacia la puerta.

—Raham, como puedes ponerte así, esa tipa.

—Esa tipa como dicen es mía, comprendes mía, no se toca lo de otro, es la regla.

Arleth apretó los labios, es una araña viuda que no le gusta que le digan que no, teje su telaraña, y espera que la presa caiga en sus encantos, desde que conoció Raham, se empeñó en metérsele por los ojos, lo conoció pero el la desprecia, odia que no se fije en ella hasta el borde de su desquiciada locura.

—Porque ella es tuya, tenemos que hablar.

— ¿Hablar? De que, lo nuestro solo fue sexo, no es para que te pongas así, te di lo que querías, y espere que eso haya sido suficiente, no caeré en tus redes, búscate otro de tu edad, o alguien que sea tan inocente.

—O virgen—dijo Lysandro sin saber que eso causaría poder en la rubia.

—Pero yo te quiero a ti, Raham.

—Suficiente, Kenia es mía, si ustedes vieron eso, es posible que necesite controlar lo que es, no es humana ya lo vieron, como también algo me dice que tiene que ver con el hermano de Luciel.

Ellos parpadearon, y eso puso a Lysandro en dar un salto y ponerse de pie, sobándose la quijada que esta algo hinchada, mientras la rubia puso sus manos en la cintura, no iba a perder.

— ¿Qué tiene que ver el rey infernal? —cuestiono no la rubia.

—Siempre está metido en toda la mierda, es normal que este metido, me pregunto ahora que hizo su hermano con eso que escapo, se creyó muerto pero como matar algo que adoras, la debilidad de los hermanos, nadie sabe dónde está. Y dudo que segal lo entregue al final es su padre, malo o mierda lo es.

Clan loboWhere stories live. Discover now