Clan lobo

23

—Lo que menos quiero son conflictos con Alexandra, sabes en la mierda que nos vas a poner, no solo eso, se romperán tratados.

—A la mierda los tratados eso debiste pensarlo cuando Lysandro mostro interés en la mocosa Lapush, no me veas así, hice lo que tenía que hacer, así se hacen las malditas cosas.

—Padre, no creo que debamos exaltarnos—comentó Reyko—No en este territorio, porque puede que sea una imprudencia, Bastián no lo va a ver así.

—Me vale madre lo que Bastián haga, él tuvo la maldita culpa, su mocosa lo provoco, nosotros no llegamos a ese extremo, más que nadie lo sabes Reyko—la loba bajo la mirada, no podía sostenerle la mirada a su padre—Te largaste de Japón por la mierda de Renji, y por el maldito consejo, ahora Ryozu debe quedarse con las bolas apretadas, crees que me gusta que mis hijos hagan sus desmadres, no voy a limpiarles la mierda no siempre.

—Eso lo se papa, sé que Ryozu, no debería es mi derecho.

—¿Derecho? Te fuiste con Santoyo.

—Porque me dejaste con el tío Toji, cómo pudiste siempre quise estar con ustedes, Debra debió ser, no yo, Incluso Rei.

—Porque de Debra y Rei, puse mis esperanzas en ti mocosa malagradecida—Reyko dio un paso a tras—Todo lo que hago es para que se hagan fuertes y no unos patéticos débiles de mierda.

—Jamás quise ser flor dorada, jamás, pero eso no importa, un líder del clan murió, y mi bebe también, crees que estoy tranquila de eso, perdí también padre, no podía quedarme ahí.

—Como sea, al menos Hana tiene un padre que sabrá enseñarle hacer bien las cosas.

—Y que es, ser una mafiosa que solo conozca arma, contrabando.

—Yo no deje que me preñaran fuiste tú la que le pariste una hija, si vas reclamarle a alguien sabes quién hacerlo—Reyko quería gritar, pero se lo trago, ama a su esposo, y no fue de la noche a la mañana, solo las cosas se dieron cuando le ofreció irse con él y ser parte de su clan, lo que no sabía era que era un zorro, fingió ser humano, otra mentira que después perdono, tenía sus motivos. —Dejaste que te abriera las piernas Reyko, yo no sé las abrí, eres responsable, y esa que se convertirá en mafiosa es tu hija, y le celas a tu esposo, y me reclamas a mí, que jodida familia somos ahora.

—Amo a Santoyo padre, tengo una hija con él, no reclamo eso.

—Reclamas que tu hija crecer con su padre, y a mí solo porque te mandare con el idiota de Toji, debiste ser grande, y lo sabes más que nadie.

Reyko no tenía como responder ante eso, su padre siempre le jodia las respuestas, lo sabe, su embarazo fue inesperado que ni ella pudo darse cuenta, estaba tan metida en los recuerdos de pasado.

Y entonces tuvo una segunda oportunidad.

—Hana será mayor en un par de años, compórtate como la esposa del líder. —Raham sabía que Reyko necesitaban que cambiaran el tema. —Tu loba y tu creyeron que serían listas, soy Muriel no se me escapa nada.

—Pero a diferencia de Lysandro aquí estas, no dejas que Damara o Rei se encarguen, se van enterar, y habrá disputa familiar, Damara es hermana de Alexandra, y Bastián trabaja para ella, no nos metemos con los demás, sabes a lo que me refiero—espeto Raham.

—¡Bah! La hembra es suya, se la va follar y cuando eso pase se calmará—dijo Muriel sentándose en el sillón, miro a su mujer y solo desvió la mirada.

—Puede lastimarla, Muriel sabes que fue imprudente, pudiste encargarse de hacerlo regresar, pero solo espero que tu decisión sin consultar salga bien.