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—Señor, la señorita Banie ha confirmado que estará aquí, en media hora, tiene todo listo en el camino, sabe lo que hará.

—Bien, solo hay que...—miro a Kenia que no dejaba de temblar—Esperar que Banie venga y se haga cargo, no puedo dejarle solo sin darle instrucciones de cómo será el trabajo, avisaron Bastie, necesito que se haga cargo de la mujer—eso hizo que la mujer hiperventilara, como podía lastimar a una mujer que no tenía nada que ver con su esposo—Investigaste si hay más familia.

—No señor, solo la mujer reside en el domicilio, por lo que se, está embarazada, no solo eso, parece que Fasat, tenian una preferida de las moscas muertas que limpian y andan de meseras.—el lobo miro a Kenia—vive con ella.

Raham miro de reojo a Kenia, ella debia avisar a su compañera de cuarto independiente de todo esto, no quiere involucrarse mas, y cargar con algo con su conciencia.

—Es una desgracia, deberían pensar antes de involucrar a otros, ahora retírate avísame cuando este Banie aquí.

El lobo asintió cruzando mirada con la mujer que chilla llena de miedo, ella con la mirada suplica que la ayude, pero para el lobo que trabaja para esa organización ellos no son nada como para arriesgar por extraños.

Su última esperanza se desvaneció quedándose sola con ese hombre, se abrazó con fuerza y se arrastró por todo el piso hasta chocar con la pared.

Raham por su parte pensó que haría con ella, tampoco la podía dejar encerrada en una bodega hasta regresar, tampoco había una fecha de destino en su regreso. Camino hacia ella con una determinación que Kenia cerro los ojos con fuerza. No deseaba verlo.

Se inclinó apoyándose con su rodilla, mirándola, toco su cabello, y jugueteo con el enredándolo en sus dedos, chaqueo la lengua molesto ella sería una maldita carga ahora.

—Vas a responderme, donde habías estado todo este tiempo, o dime vas a decirme que eres realmente, sabes que no voy a dejar de preguntar y si algo me molesta es que me dejen como un imbécil sin saber tu extraño ser.

el oscuro hizo una mueva como ella seguía metida entre sus brazos, su cabeza estaba hundida y parece que no iba a cambiar de posición, algo que Raham no estaba dispuesto a tolerar, tomándola con fuerza del cabello que sus mismos dedos sintió Kenia que enterraba en su cráneo.

Los ojos de la chica se abrieron mostrando ese color miel con destellos rojizos, que eran más bien parecidos al exquisito ámbar.

—Vas a dejarme con la palabra en la boca, parece que no sabes dónde estás metida, mucho menos los que pasara contigo.

—Solo...Solo déjame ir, no he hecho nada, diré que no vi.

—No me interesa si viste o no, me interesa lo que hay dentro de ti. —ella abrió los ojos como la hizo inclinar sin dejar de jalar su cabello—Ahora contéstame, no me hagas buscar respuestas.

— ¡Que quiere de mí! —espeto ella donde el mismo oscuro sonrió, como al fin mostraba un poco de carácter. — ¡No tengo porque responder! Usted es... ¡Un monstro!

—Creo que no eres nada tonta, claro que no lo eres.

— ¡No me toque! No lo haga, no quiero que sus sucias manos me toquen, mato aun hombre, ¡Lo mato!

—Ese alguien fue nadie en esta vida, un miserable que creyó pasarse de listo, como ellos abundan en este mundo, y bueno la vida debería agradecerme por quitar la escoria.

— ¡Y usted! ¡Eh! No lo hace igual —Raham solo suspiro tranquilo negando con un leve movimiento en su cabeza.

—Mi naturaleza lo justifica, pero aquí sabemos que no eres del sí humana, aun cuando pareces serlo, y sabes que, lo describiré, ahora que me doy cuenta —la acerco más a el —Eres la chica de las bolsas, vaya sorpresa —ella frunció el ceño, no sabía de qué hablaba —Te vi el culo cuando llegaste, que estupidez, ¿Por qué no te detecte?

Clan loboWhere stories live. Discover now