Narra Sakura
Estaba impactada al descubrir que Naruto era el hijo del Cuarto Hokage. La mente me daba vueltas al pensar que el mismo niño que la aldea había despreciado por tanto tiempo, era en realidad el hijo del hombre que sacrificó su vida para salvarnos a todos. Minato Namikaze no solo protegió a la aldea, sino que también confió su mayor tesoro, Naruto, a nuestro cuidado, y nosotros fallamos.
Mientras miraba el cielo desde el tejado, mis pensamientos eran un torbellino de emociones. ¿Cómo podría Naruto tomar esta revelación? ¿Odiaría a su padre por lo que le pasó? ¿Decidiría destruir la aldea en un acto de venganza? No podía evitar pensar en todas estas posibilidades. No se me ocurría una solución mejor que revelarle la verdad, pero al mismo tiempo, temía las consecuencias.
—Sakura —una voz familiar me sacó de mis pensamientos. Era Jiraiya-sama.
—Jiraiya-sama, hola —lo saludé mientras él se sentaba a mi lado en el tejado.
—¿Qué piensas de Naruto? ¿Crees que puede volver a ser el de antes? —preguntó, su mirada fija en el horizonte.
Asentí con determinación. —No sé si con el plan o de otra forma, pero sé que volverá.
Mis palabras parecieron alegrar a Jiraiya, quien me dedicó una sonrisa. —Sabes, en mi vida he tenido dos alumnos excepcionales. El primero se llamaba Nagato Uzumaki, un niño huérfano que conocí en la aldea de la lluvia, y Minato Namikaze, quien se convertiría en el Cuarto Hokage. Ambos desbordaban talento y querían cambiar el mundo. Pero luego conocí a Naruto, un niño casi tan torpe como yo, pero con una fuerza de voluntad inquebrantable, dispuesto a arriesgar su vida por sus seres queridos. Tenía planeado llevármelo a entrenar por tres años, pero al igual que con Minato y Nagato, no estuve cuando más me necesitó.
La tristeza en su voz era palpable. —¿Qué pasó con ellos? —pregunté.
—Cuando me fui de donde estaba Nagato, Yahiko y Konan, los asesinó Hanzō de la Salamandra. Cuando la aldea fue atacada por el Kyubi, tampoco estuve. Y cuando Naruto peleó con Sasuke y fue secuestrado, tampoco estuve ahí. Cuando más me necesitan, yo nunca estoy. Les he fallado, pero aún tengo algo que hacer —dijo, levantándose.
Su determinación era evidente. —¿A qué te refieres, Jiraiya-sama? —pregunté, inquieta.
—Voy a infiltrarme en Amegakure, buscaré al líder de Akatsuki y acabaré con él. Ese será mi grano de arena para salvar a Naruto de la oscuridad. Pero, Sakura, de ti depende la parte más importante. Por lo que nos contaste, me doy cuenta de que ese mocoso te sigue amando, aunque intente ocultar sus sentimientos. Tú eres la persona que puede hacer que cambie el rumbo de su vida. Y en tus ojos, puedo ver que tú también lo amas. Así que, por favor, prométeme que le contarás a sus hijos de mí.
Antes de que pudiera responderle, Jiraiya se fue, dejándome sin palabras. Aunque no me escuchara, se lo prometí en mi corazón. Sabía que Jiraiya se estaba despidiendo; él no iba a volver. Iba a sacrificar su vida para ayudar, aunque fuera un poco, a la redención de Naruto. Me levanté, pensativa y esperanzada de que Jiraiya volviera. Merecía ver a Naruto en el buen camino otra vez.
Mientras caminaba por la aldea, encontré un periódico. Decía que un grupo de cazarrecompensas había surgido, llamado CP. Pensé que era cuestión de tiempo antes de que las personas empezaran a buscar esas recompensas, así que le resté importancia.
Más adelante, me encontré con Ino, Chōji y Shikamaru. Me contaron que pronto partirían a una misión con su sensei, ya que un monje conocido de Asuma había muerto. Les deseé la mejor de las suertes y, antes de irse, Shikamaru me dijo que le informaron del plan y que nos acompañaría cuando empezara, ya que con su jutsu podrían contarle a Naruto la verdad. Le agradecí y partieron a su misión.
Luego fui al campo de entrenamiento donde estaba mi equipo. Kakashi ayudaba a Sasuke a crear una nueva técnica más potente que el Chidori y a desarrollar mejor el manejo de su Mangekyo Sharingan. Me senté bajo la sombra de un árbol donde estaba Karin. Nos saludamos y ella empezó a hablar. Intentaba escucharla, pero mi mente estaba en las palabras de Jiraiya y cuando dijo que Naruto aún me ama.
Naruto se encontraba corriendo por Konoha. Llegó al hospital y abrió la puerta.
—¿Sakura-chan, te encuentras bien? ¡Me acabo de enterar! —dijo, con preocupación en su voz.
—Sí, solo fueron unos mareos. Me hicieron una prueba de sangre —respondió ella, con una sonrisa.
—¿Y qué dice? —preguntó Naruto, ansioso.
—Naruto... vas a ser papá —dijo Sakura, con una sonrisa radiante.
—¿No, en serio? ¿Sakura-chan, estás hablando en serio? —dijo Naruto, saltando de felicidad.
—Sí —respondió ella, feliz.
Naruto la besó y le dijo: —Te amo, Sakura-chan.
—Y yo también te amo —respondió ella.
Naruto despertó bruscamente, su corazón latiendo con fuerza. —Otro maldito sueño —murmuró para sí mismo, con frustración.
Alguien tocó a su puerta. —Naruto-sama, alguien de pelo rojo lo vino a ver.
Naruto le dijo a la mujer que lo dejara pasar. Cuando la persona entró, Naruto dijo: —Hola, Nagato-san. ¿Qué pasa?
—Vaya, Naruto, te felicito. Pudiste crear el CP rápidamente y ya expandiste la noticia del grupo de cazarrecompensas —dijo Nagato.
—Gracias, Nagato-san —respondió Naruto.
—Pero vamos a Amegakure. Te quiero enseñar y contar algo —dijo Nagato.
Naruto aceptó, sintiendo que algo importante estaba por venir.
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Entre la Luz y la Oscuridad
FanfictionDespués de la intensa batalla en el Valle del Fin, Naruto es llevado al borde de la muerte. Rescatado por Madara y Zetsu, es llevado a la base de Akatsuki, donde le hacen creer que la aldea está feliz con el regreso de Sasuke y no lamenta su pérdida...