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Naruto y Nagato estaban en la guarida de Akatsuki. La atmósfera era tensa, y el rubio no podía evitar sentir una curiosidad creciente por lo que Nagato tenía que decirle.

—Nagato-san, ¿de qué querías que habláramos? —preguntó Naruto, con la inquietud reflejada en sus ojos.

Nagato, con una expresión seria, respondió: —Naruto, no te he sido del todo honesto sobre nuestro plan.

—¿A qué te refieres? —preguntó Naruto, frunciendo el ceño.

—Nosotros no vamos a usar a las bestias con colas para crear un arma que obligue a las naciones a estar en paz —explicó Nagato.

—Entonces, ¿para qué? —preguntó Naruto, sintiendo una mezcla de confusión y curiosidad.

Nagato continuó: —Para crear un nuevo mundo, un mundo donde cada uno pueda vivir la vida que siempre ha querido.

Naruto, ahora más intrigado, preguntó: —¿Cómo es posible?

—Con el Tsukuyomi Infinito —respondió Nagato—. Al despertar al Jubi, él hará un Tsukuyomi que nos permitirá vivir en un mundo de sueños, donde tendrás la vida que anhelas, incluso si aún no lo sabes.

Naruto pensó en silencio, "Yo sí tengo en claro cuál es la vida que sueño". Pero luego preguntó: —¿Por qué me estás contando esto?

Nagato miró fijamente a Naruto y dijo: —Naruto, con Obito hemos llegado al acuerdo de que después de él y de mí, tú serás el tercer líder de Akatsuki. Si algo nos llegara a pasar a él y a mí, tú serás el encargado de cumplir el Tsukuyomi Infinito, ¿está claro?

Naruto, distraído por sus pensamientos sobre vivir la vida que soñaba, tardó en responder. —Ah, perdón Nagato-san, me distraje. Claro, cuenten con eso. Si me toca, cumpliré el Tsukuyomi Infinito.

Nagato asintió, satisfecho. —Muy bien, Naruto.

En ese momento, Konan entró en la habitación y dijo: —Nagato, tenemos un intruso en Amegakure.

Nagato cerró los ojos, concentrándose. —Sí, ya lo sentí. Encárgate, Konan. Si necesitas ayuda, avísame y enviaré a los Seis Caminos para que le hagan frente.

Naruto se ofreció: —Yo puedo encargarme del intruso, Nagato-san.

Pero Nagato negó con la cabeza. —No, se encargará Konan.

Narra Sakura

Me encontraba con Tsunade-sama en su oficina. Había logrado un pequeño avance y no podía esperar para contarle.

—Lady Tsunade, ya pude detectar el chakra de las personas —dije, sintiendo una oleada de orgullo.

Tsunade asintió, pero con una expresión seria. —Te felicito, Sakura, pero solo fue el primer paso.

—¿Cómo así? —pregunté, un poco confundida.

—Una persona puede ocultar su chakra —explicó Tsunade—. Por eso, aprenderás a detectar a las personas con energía natural. Así, por ejemplo, cuando vuelvas a encontrarte con Naruto y detectes su energía natural, por más que esconda su chakra, sabrás dónde estará. Pero solo podrás hacerlo si te encuentras a una distancia máxima de 10 km.

La idea me motivó mucho. —Está bien, Lady Tsunade, ¿qué tengo que hacer?

—Yo no te entrenaré porque no tengo ese conocimiento —respondió Tsunade, invocando a Tsuru.

Tsuru me estuvo enseñando. Empezamos a las 11 de la mañana y, por fin, a las 8 de la noche pude aprender a detectar la energía natural de Tsunade-sama. Tsuru me elogió, llamándome una verdadera prodigio para ser ninja sensor y ninja médico. Me sentí orgullosa y feliz, lista para contarle a Tsunade, pero al entrar en la oficina, la encontré muy pensativa, con una expresión de preocupación.

Entre la Luz y la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora