Mío ( Davos Blackwood x Aeron Bracken )

† Capítulo 10.

"Amos Bracken ha sido hallado, llevado a un lugar seguro. La venganza contra los Blackwood se acerca."

ᅠᅠᅠ𝗗𝗔𝗩𝗢𝗦. 

El jaleo de este burdel me acuchilla los tímpanos. Hay borrachos en cualquier esquina, sin pararse a pensar qué prostituta escoger para hoy, cualquiera era suficiente para satisfacer sus patéticas necesidades pasajeras. Una jarra de vino a medias de vaciar yace desde hace varios minutos sin ser usada frente a mis ojos. Mis acompañantes, dos amigos desesperados por meter su asquerosa polla en algún hueco abierto, llevan casi una hora riéndose con varias mujeres sin buscar privacidad. Su propósito de arrastrarme hasta aquí con el fin de disfrutar y distraerme, sólo les funciona a ellos. No muy lejos de mi alcance, oigo las burlas que dicen lo aburrido que me he vuelto últimamente, lo cual me incrementa el enfado porque sé que tienen razón. 

Hace apenas un mes, quizá menos, pasaba en este asqueroso antro muchas noches de soledad en las que me apetecía distraerme con una mujer específica, la más hermosa, y por ende, también la más cara. Su cabello estaba forjado por un fuego anaranjado digno de un bello atardecer, no cabía duda de que sería mi favorita apenas la vi la primera vez. Acostumbrado a obtener lo que quiero en el momento en que lo quiero, bastó una buena cantidad de monedas para convertirme en su prioridad. A quién no le gustaba pasar una noche en los brazos letales de Lyara mientras contaba historias de piratas. Fue mi lugar seguro durante mucho tiempo, un consuelo nada más, sabiendo que me aburriría pronto de su compañía, como solía sucederme a menudo. 

Me dispongo a beber, haciendo que el golpe de la jarra contra la mesa traiga a mi merced a un tabernero que siempre que vengo, está al pendiente de mis necesidades. Ni siquiera debo malgastar saliva en pedirle que vuelva a llenarla del mejor vino que haya en sus bodegas. Este es mi único desahogo para olvidarme de Aeron, mentalizándome de que no debo continuar cayendo en la trampa que ocultan sus labios cuando estos se abren en los míos. Un día su mente despertará y se dará cuenta de que lo único que he hecho es arrastrarlo al sufrimiento. Y aún sabiendo esto, ¿por qué necesito que este proceso vaya más lento? La madera del barro sobre el que bebo a gigantescos sorbos, cruje con la furia de mis dedos. La ebriedad en crecimiento me aleja de mi realidad, olvidándome de mi propia ubicación. Si hay sexo en público, ni me inmuto, tampoco escucho. Estoy sin estar. Esta noche me odio más a mí mismo que al hombre que abarca una gran parte de mis pensamientos. 

——El regreso de su boca en mis pechos no compensará su larga ausencia, mi Lord. He sentido mis aposentos vacíos sin vos. 

Lyara apoya sus bien esculpidas manos en mis hombros, quitándome la tensión de los hombros. Me permito relajarme moviendo testa a un lado, buscando el alivio que nunca llega. Los besos de Aeron están clavados hasta en las partes de mí que no ha explorado, consiguiendo vencer al encanto de la doncella indecorosa de anaranjada melena. Antaño, Lyara me conocía tanto, que con necia palabrería, me convertía en otro tipo de persona. Pero yo sabía que no era amor, sino un confort pasajero. Ahora me toca y no siento nada, ni siquiera me excito, como hubiera pasado de no ser por culpa de Aeron. A cambio, le sonrío sin ganas, permitiendo que tome asiento en mi regazo y suba sus brazos a mis hombros. Puedo percibir que no importa cuánto tiempo pase, seguiré siendo suyo. 

——Los años no pasan por ti, Lyara. En cada uno de nuestros encuentros floreces con el encanto de un lirio azul. 

——Será que el lirio en mis ojos florece con la visita adecuada. 

No lo pongo en duda. Su azulado color en su mirada se acentúa en mi presencia desde que nos conocimos hace años. Percibo cierta decepción en ella al notar mis manos quietas, sin sujetarle la cintura y acercarla a mí, cuando no inicio nuestro juego. Es la mujer más inteligente que he conocido nunca, por lo que sé que enseguida capta lo poco receptivo que me encuentro y lo poco dispuesto que estoy a dejarme llevar.