† Capítulo 8.

866 81 21
                                    

"Cuando la primera gota de lluvia caiga sobre la tierra ensangrentada de los Blackwood, un Bracken podrá acceder al deseo de recuperar su memoria."

"En la noche de la Luna Roja, un Bracken obtendrá respuestas."

ᅠᅠᅠ 𝗔𝗘𝗥𝗢𝗡.

Llueve. La noche es demasiado oscura hoy a excepción de una luna gigante de color carmesí, cuya luz, penetra por los ventanales. El gran comedor de los Blackwood yace desértico. Hace tiempo decidí cenar el último por la manera en la que mi cuerpo reacciona en presencia de cada uno de ellos. La cena está fría, y mis huesos parecen calarse exactamente al mismo compás. Comprobando que no hay nadie alrededor, saco del bolsillo una nota muy pequeña, la cual ha aparecido en mi habitación, bajo la almohada. Es la tercera, alguien lleva varios días escribiéndome mensajes que no hacen más que incrementar mi desesperación en este lugar. La atmósfera, cada vez que desdoblo las hojas, se vuelve tan pesada, que pierdo fortaleza hasta en las piernas.

"Nuestro encuentro por fin ha sido admitido ante los Antiguos. El chico Bracken debe reunirse con su mensajero en la torre más alta del castillo."

No sé si esta oleada que me sacude es miedo, curiosidad o una mezcla entre las dos. Mis ojos no pueden dejar de leerla una y otra vez, memorizándola como si esto fuese a ayudarme en vez de acudir a la misteriosa reunión. Noto lo mucho que queman mis retinas conforme se mueven sobre estas líneas de tinta, deseando que alguien interrumpa esta estúpida locura transitoria que ya parece una broma de mal gusto. Me encuentro tan inmerso en mis propios pensamientos y teorías, que sólo me sobresalto cuando Davos apoya su mentón en mi hombro justo cuando un trueno sacude mi asiento, sintiéndolo detrás. Su presencia me tranquiliza, pero es justo la señal que necesito para abandonar nuestro momento a solas. Rápidamente, guardo la nota en su sitio, bien escondida en las telas de los bolsillos, apresurándome en levantarme.

——¿Así piensas dejar la cena de hoy? No has probado ni un miserable bocado.

——Es mi estómago, esta noche no cede.

Son mis sentimientos, todavía sin gestionar, los que me orillan a quedar frente a Davos instantáneamente al ponerme de pie. Los recuerdos de nuestra noche apasionada regresan, deseando que vuelva a acorralarme contra la maldita mesa y se olvide de mi apetito. Debe estar muy ocupado, ya que apenas lo he visto estos días. Y siendo sincero, no me apetece saber en lo que anda metido porque sé que conocer la respuesta, me hará sentir peor. Espero a que reaccione al acercamiento, presintiendo que puede oír lo que pienso y consentir cada cosa que quiero respecto a él y que no pienso decirle en alto. El orgullo de un Bracken es más de lo que otros puedan entender. Lenta, su mano danza combatiendo contra el frío y las corrientes de aire que penetran por algún tipo de ranura abierta, acariciando mis nudillos. Mis dedos se mueven sin velocidad, abrazando los suyos. La piel me pica, me escuece y se me derrite. Pero por fuera, por fuera no hay nada más que una mirada silenciosa que también habla de más y nos permite seguir así, sin testigos que nos interrumpan.

——Dime que te encuentras bien.

Susurra. Yo asiento, mintiéndole. Porque no estoy bien, no completamente. Estaba mejor cuando mi corazón continuaba dormido y que ahora, cada vez que se cruza con Davos, salta en rebeldía. Rebeldía porque me gustaría saber qué siente él con este tema que nos envuelve, haciéndonos partícipes de algo que me está volviendo loco. Rebeldía porque amaría poder sostener su rostro y unir mis labios a los suyos una segunda vez si no supiera que la mayoría de los días parece evitarme igual que lo hago yo ahora, pues nota mi prisa por irme.

——Estoy cansado, he dormido poco y ya debes intuir que mi estancia aquí, sin amigos y con gente que todo el rato parece juzgarte en lugar de acercarse a mantener una simple conversación, es complicada. Y no, no pretendo que vayas a buscar una solución, no me gusta forzar las situaciones.

Mío ( Davos Blackwood x Aeron Bracken )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora