"Él lo impidió. Impidió que el amor de su vida cometiera el peor error de todos.. ¿Pero con qué precio lo pagó?"
ᅠᅠᅠDAVOS.La luna llena me observa en lo más alto del cielo estrellado. Me encuentro frente al gran y anciano árbol en mi fortaleza, esperando a que el ejército de los cuervos regresen como cada noche a posarse sobre las ramas. Después del ataque de los Bracken, ninguno había acudido desde entonces. Pensábamos que de alguna forma, esos hijos de puta habían logrado envenenar al árbol, ahuyentándolos. Pero por suerte, están volviendo a su hogar, a su confort. Mi último encuentro con Aeron no me ha dejado conciliar el sueño como merezco. Hay algo en mi interior gritándome constantemente que las cosas no van a volver a ser tan fáciles como esperamos los dos. Ayer precisamente, tres días después de que nos viéramos, maté a varios de los suyos y los arrastré hasta las puertas de Seto de Piedra, sin revelar mi identidad. Es preferible que ellos sigan creyendo que estoy muerto y por lo visto, Aeron no ha abierto la boca con respecto a mi supervivencia, lo cual me tranquiliza.
El aire me golpea de lleno el rostro, recordándome la herida que continúa doliendo en mi abdomen al obligarme a dar un par de traspiés por la fuerza de sus corrientes. Gruño, levantando mi camisa. El aspecto es terrible, todavía no cicatriza como debería y el maldito pus sale a borbotones de las zonas más infectadas... Debería haberle dejado que me curase en el río, permitirle que me ayudase. Pero me temo que soy demasiado cabezota como para dejarme cuidar entre sus brazos por mucho que pueda desearlo. Tal vez algún día, si esto termina bien para los dos, podamos vivir ese futuro a escondidas lejos de aquí. Él y yo. No me importa lo que tenga que hacer o dónde tenga que llegar para protegerlo, como bien dije, incluso de mí mismo.
——Esa herida no tiene buen aspecto.
La voz de Benjicot ni siquiera me mueve del sitio, yo continúo mirando las ramas vacías del árbol anciano, despreocupado de la infección que hay alrededor de mi piel. A diferencia de mí, mi hermano sobrevivió sin apenas una herida. Mientras que su locura le salva la vida, la mía me hunde en la desgracia. Cada uno tiene su suerte ya escrita. Sin responder a su voz, me impacta en el pecho una especie de saco de tela que huele a hierbas curativas. Y no me hace falta abrirlo para saber que también hay leche de amapola para aliviarme el dolor. Pero lo último que necesito ahora es un efecto que me deje dormido el resto de las horas. Tengo cosas que hacer, Brackens que matar... Pagarán por lo que hicieron, por todos los niños que mataron, mujeres, ancianos... No me importa que en el pasado los Blackwood hiciéramos lo mismo, son ellos quienes deben pagar por sus asesinatos ahora, en este preciso momento. Son ratas ladronas, siempre lo han sido, traidores que incluso renegaron de su fe. El odio empieza a invadirme de vuelta, aunque consigo aplacarlo. Es tan, tan sencillo dejarme arrastrar por él.
——Pon esas hierbas sobre tu herida cuando vayas a dormir. Y lo más importante: no te olvides de colocar también los gusanos. Se comerán los restos de piel muerta. Como a la vista está que no haces nada por tu propio bienestar, debemos ocuparnos los demás de no perder tu brazo en combate.
Benjicot me aconseja, yo no lo miro. Mi único objetivo visual siguen siendo las ramas que, enseguida, se tiñen de cuervos cuando estos aparecen de entre las nubes. Hoy hay más que anoche y eso me gusta. Nuestra fortaleza comienza a recuperar al completo su esencia. Poco a poco, pero lo hace. Cruzando mis brazos, decido tomar asiento bajo la copa del árbol, siendo cubierto por las sombras de los cuervos que de algún modo, sé que no van a atacarme. Y ahora sí, me limito a mirar fijamente a mi hermano, acariciando la tela del saco que yace en mis manos y las impregnan de un agradable olor. Aquí, inconscientemente, empiezo a echar de menos el perfume del cabello de Aeron del que vivo obsesionado.
——¿Por qué siento que quieres decirme algo más?
——Porque así es. ——Benjicot se coloca a mi lado, sin sentarse.—— Veo en tus ojos un arrebato de impulsividad.
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Mío ( Davos Blackwood x Aeron Bracken )
FanfictionLa corriente de sangre ha traído cadáveres y heridos a las puertas de los Blackwood tras la batalla del Molino Quemado, incluyendo el cuerpo malherido del joven Davos, quien al percatarse de que Aeron Bracken es el único enemigo superviviente y que...