Coleccionista

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El lugar se quedó en silencio total, ambas chicas tenían un mar de dudas en su cabeza, ______ seguía inquieta por ver a las personas en la habitación mientras Marinette analizaba a su compañera heroína al igual que a la habitación donde ahora se encontraban, sus ojos se posaron en el anciano que la había saludado tan tranquilamente.

— Sé que no debería haberla traído — reconoció la voz de Tikki —, pero ¡mira lo que encontró! Enséñaselo.

La pelirroja de ojos vendados hizo una mueca por no ser tomada en cuenta para lo que sea que haya traído.

— Yo estuvo aquí antes, le he visto antes... ¡Usted es quien curó a Tikki! — sí que la de coletas se había tardado en recordar —. Entonces usted no es veterinario, ¿verdad?

— No lo soy, era tu primer día y aquello no era casualidad — Fu comenzó a relatar el día en que se encontró a la chica en la calle que separa su escuela de su casa, el mismo día que le ayudó antes de que fuera atropellado —. Siempre ayudas a los demás, ahí lo supe, en ese instante, que serías una gran Ladybug.

— ¿Pero quién es usted? ¿Por qué Birella ya lo conocía?

Escuchó como el maestro se levantaba, después el conocido sonido al poner el código en la caja musical que escondía la caja de los miraculous.

— El maestro Wang Fu es el último miembro de la orden de los guardianes — explicó la pelirroja, aunque no pudiera verla —, y espero recuerdes cual era mi papel.

— ¡Los guardianes de los miraculous! — el kwami de la tortuga por fin salió de su escondite, se posó frente a la menor en la sala — Yo soy Wayzz, el kwami del maestro, ¡Un placer conocerte Ma-! — Fu lo calló antes de que revelara la identidad de Ladybug antes de tiempo.

La de coletas correspondió el saludo con un tono nervioso, continuaron a explicarle el trabajo de los guardianes, cosas que ya eran conocimiento de la pelirroja así que sin querer terminó disociándose. Le contaron sobre el entrenamiento desde niños que llevaban para cumplir ese trabajo, no omitió el error que había cometido, aquel que destruyó el templo el mismo día que perdió artículos valiosos.

— Pero si solo tiene dibujos de antiguos superhéroes y símbolos raros.

— ¿¡Encontraste el grimorio!? — Birella se exaltó asustando a los presentes, volteaba como si pudiera mirarlos a través de la venda — ¡Transformarte, por favor! En serio quiero verlo.

Marinette dijo las palabras para convertirse en Ladybug avisándole que ya podía desvendarse los ojos, la pelirroja no tardó nada en hacerlo y se acercó a los contrarios, su compañera le pasó el libro.

— No son raros para los que fueron entrenados — ojeó el grimorio hincándose para que el anciano también pudiera verlo —, el caso es que yo tengo amnesia, pero seguro el maestro es capaz de entenderlo.

— Puedo descifrar parte del código — asintió con las manos detrás como siempre solía estar, revisando por encima el texto —. Estas páginas contienen varios hechizos capaces de proporcionar a los héroes habilidades especiales que no conocíamos hasta ahora, su valor es incalculable.

Birella le pasó el grimorio al anciano, se levantó para tomar las manos de la moteada con una sonrisa que cegaría a cualquiera agradeciéndole por el increíble trabajo que había hecho al conseguirlo. La invitaron a sentarse para tomar un poco de té mientras revisaban el contenido del libro, Wayzz se lamentaba un poco que las chicas no pudieran conocer sus identidades aun ya que le hubiera gustado jugar un poco con sus amigas kwamis.

— Siempre creí que quien tuviera el grimorio también debería tener los prodigios del pavo real y la mariposa — comentó el anciano leyendo atento, el comentario sorprendió a su compañera.

Nid de Colibri | Chat Noir/Adrien x túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora