Nid de Colibri | Chat Noir/Adrien x tú

Glaciador

Acababan de evitar un accidente al salvar un autobús sin frenos, ayudaron a sus pasajeros a bajar con cuidado revisando que nadie estuviera herido.

— Oye, Birella — Chat Noir llamó su atención mientras seguían su labor —, ¿qué te parece si tú y yo quedamos esta noche para cenar en una azotea? — hizo un gesto con sus manos como para que se imaginara la escena.

— ¿Para cenar?

— Pues sí, solo nos vemos salvando Paris, ¿no te gustaría que nos conociéramos mejor?

— ¿Y por qué no invitamos a Ladybug? — cuestionó mirándola, esta se sorprendió por ser mencionada en la conversación.

— Yo- es muy amable de tu parte, pero no puedo tengo que - — señalo con ambas manos a un lado —, ya tengo planes con unos amigos.

El conductor interrumpió su conversación agradeciendo uno por uno el haberlos salvado, el momento fue aprovechado por la líder que se disculpó saliendo del lugar.

— Entonces seremos solo tú y yo en una cena romántica — la mayor le volteó a ver jalándole la mejilla —, me dices dónde te veo más noche, gatito.

Tomándolo como despedida cada uno se fue a sus respectivos destinos, en realidad _____ no tenía mucho y pensando en que debería hacer hambre para disfrutar con el felino decidió pasear por las calles parisinas antes de que oscureciera, no le había especificado la hora entonces no sabía cuánto tiempo hacer.

En el puente de las artes fue que tomó asiento, a su lado un alegre heladero cantaba sobre quien era y que hacía para hacer a la gente feliz, _____ lo reconoció, era justo el que Chat Noir le había contado días atrás. Parejas ya estaban haciendo fila para pedir un helado, la castaña estuvo tentada a acercarse, pero la sensación de que se vería como tonta yendo sola la invadió.

Prefirió suspirar perdiéndose en su celular, escuchando de fondo los poemas que el hombre le daba a cada pareja o persona se preguntaba cómo sería el suyo. Floor se asomó un poco viendo los postres, estaba escondida en su cabello por lo que fue fácil susurrarle al oído si podía comprar uno, la castaña estuvo a punto de negarse hasta que vio a un conocido chico de gorra.

— ¡Nino! — se acercó saludando, claro que después de decirle a su kwami que le daría uno.

— ¡_____! Cuanto tiempo, chica — volteó con quienes lo acompañaban —. Es amiga de Adrien y Juleka, la recordarán el día que nos quedamos atrapados en el colegio.

Los chicos parecieron recordarla un poco o si no fue así al menos fingieron bien al saludarla con amabilidad, la mayor solo podía reconocer a Marinette y Alya por haberlas encontrado en varias ocasiones siendo su alter ego.

— ¿Viniste por un helado también?

— Ah, no, fue solo casualidad, aunque si quería pedir uno pensé que sería tonto hacerlo sola — tal vez no debió decir eso último pues todos hicieron una mueca mirando de reojo a la de coletas decaída, aparentemente venía sola —. Lo siento, no quería ofenderte.

— ¡Para nada! — negó con las manos.

— Vean el lado bueno, pueden ir juntas así no estarán solas.

La castaña miró a la chica esperando que estuviera de acuerdo, ella asintió invitando a que la acompañara, se formaron detrás de las parejas esperando su turno. El heladero les preguntó su nombre por ser la primera vez que las veía, asintió un par de veces antes de comenzar a tomar sabores.

"Durazno como sus labios y menta como sus ojos, ¡prueba este helado y ve directo con tu amado!" fueron las palabras que dijo para el helado de _____, ella sonrió recordando quien tenía los ojos de tal color persona que ya debería estarla esperando por lo que decía el hombre.