Befana

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— ¡Uno! — la kwami lanzó una de sus cartas revelando que era un uno color amarillo —. Gané.

— No, Floor — tiró una reversa del mismo color —, gritas uno cuando solo te quede una carta sin importar el numero o tipo, y ganas cuando te quedas sin ninguna.

La criaturita parecía procesar esa regla del juego, asintió frunciendo el ceño, daba un aspecto totalmente adorable.

— Entonces toma esto — colocó un más cuatro.

— Por maldosa te comes ocho — avisó colocando la misma carta —. Ah, y uno — mostró la parte posterior de la única que le quedaba —. Y como no puedes poner cartas porque comiste pongo mi carta, gané.

Sonrió victoriosa revelando su cinco azul que dejó en el montón de cartas que se había formado, la kwami tiró su manojo cruzando sus pequeños brazos haciéndose la ofendida ya que no era justo porque apenas empezaba a jugar.

— Es aburrido jugar solo nosotras dos, ¿por qué no viene Wayzz?

— Está ocupado con el maestro, creo que siguen intentando eso de los hechizos en el grimorio — hizo un puchero desviando la mirada, no les habían dejado apoyar con esa investigación hasta que supiera usar sus otros poderes.

La castaña empezó a recoger las cartas para intentar barajarlas como Luka le enseñó, lo cual aún era difícil porque no se veía como una trabajadora de casino con estilo, en su lugar algunas cartas se salían antes de tiempo o simplemente caían sin mezclarse bien. Observó los juegos de mesa a su lado pensando en cual sería divertido jugar solo entre ellas, ya se habían cansado de las damas chinas y el ajedrez, ¿tal vez el "basta"? No, no quería entrar en problemas de que cualquier cosa podía ser un nombre o que la ciudad que alguna ponía sí existía y era capital de un pueblo olvidado por dios.

— ¿Qué te parece monopoly?

No recibió respuesta o si fue así no la escuchó, en la radio que tenían al fondo daban la alerta akuma en cierta zona de la ciudad. Se levantó deprisa, sí ya lo estaban avisando por ahí es que ya tenía tiempo que había empezado.

Se transformó saliendo por la ventana dirigiéndose por donde habían visto ira la villana, una mujer en una motocicleta voladora se vio a lo lejos, la siguió con prisa pasando por donde sus compañeros peleaban contra una especie de ángeles.

— ¡Hola, que bueno verlos! — habló apenas los vio sin dejar de correr —. ¡Se está escapando!

La torre Eiffel era el destino de la akumatizada, buscando a Marinette. "¿Cómo esa chica termina siendo el objetivo de tantos akumas? Ni siquiera recuerdo la última vez que tuvimos que salvar a Chloé..." pensó al escuchar de nuevo el nombre de la peliazul.

Chat Noir cayó en la moto de la villana haciendo que se dirigiera a otra dirección, pero unas sacudidas lo hicieron caer, la pelirroja lo atrapó haciendo que la caída hasta el suelo fuera más rápida, pero sin heridos.

— Es como estar en los brazos de un ángel — dijo el rubio abrazándola por los hombros sacándole unas risas.

Los disparos no tardaron en llegar en varias direcciones con la akumatizada gritando que estaban siendo unos niños muy malos, pareció que todo había parado hasta que los ángeles los comenzaron a perseguir. Subieron nuevamente por la torre para evitarlos.

Se reunieron en un punto que no podían acceder los ángeles, Befana recargaba el arma y Ladybug avisaba que podía ser afectada por sus propios ataques, el akuma debía estar en la bolsa de caramelos. Era momento de invocar el lucky charm que fue una tuba, no hubo tiempo de pensar, el piso se había transformado en carbón por los disparos haciéndoles caer.

Rodeados la moteada dijo que se rendían, Chat Noir llevaría a la villana hasta donde su nieta se encontraba dejando a ambas chicas al cuidado de los ángeles, claro que no fue nada difícil encargarse de ellos. Unos encantos fueron suficientes para amarrarlos con una manguera, los metieron en el ascensor mandándolos hasta el ultimo piso, la villana fue hasta ahí pensando que era Marinette quien se encontraba bajando.

Cuando las puertas del elevador se abrieron los héroes ya estaban detrás de la akumatizada, el rubio rompió el hidrante con su cataclismo haciendo que saliera agua a presión donde la moteada colocó la tuba mandando el chorro de agua directo a la mujer.

Esta intento disparar convirtiendo tanto el agua como la tuba en carbón, pero al estar pegada terminó siendo afectada.

Rompieron el objeto, purificaron el akuma y todo volvió a la normalidad. ¡Bien hecho!

— Hasta luego, pichoncito — la abrazó en modo de despedida —. Tengo un compromiso, ¡las veo después!

Ambas chicas se despidieron con la mano, la pelirroja dejó a la mujer en manos de su líder que no tenía problemas en acercarla donde su familia.

Llegó a su hogar por la ventana de la cocina donde en el comedor Fu estaba degustando arroz, se sentó a su lado en cuanto su transformación desapareció.

— ¿Otra vez no resultó? — el anciano negó en respuesta.

— Es obvio que no estoy entendiendo bien los ingredientes.

— Si me dejarás ver...

— No hasta que domines al menos otro poder, _____ — por fin la miró decidido en su decisión —. Es una buena motivación para que lo sigas intentando.

La castaña asintió levemente algo molesta, a pesar de que las fotos estuvieran en su celular ella no sabía leerlo así que era imposible descifrar bien los ingredientes que no entendía el maestro. Un plato se posó frente suyo, el hombre lo había colocado para animarla un poco siendo una invitación silenciosa a comer con él.

Nid de Colibri | Chat Noir/Adrien x túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora