Helador

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El trio de héroes terminaba de salvar a un hombre que había tenido la magnifica idea de entregar flores en ala delta, una romántica idea si no fuera por lo peligroso que sería volar entre todos los edificios de la ciudad. Le despidieron después de revisar que todo estuviera en orden.

— Para ti, mi pichoncito — miró a la única persona que la llamaba así, Chat Noir yacía hincando la rodilla ofreciéndole una rosa.

— Gracias, gatito — la tomó, la acercó un poco a su nariz para oler la dulce fragancia —, pero vas a transformarte — señaló el anillo que tintineaba.

— Bueno, ¿y qué?

— Pues si te transformas sabré quién eres y...

— Así ya no habrá secretos entre nosotros, no puedo esperar más para poder estar juntos — cerró sus ojos alzando la mano mostrando el tiempo que quedaba, la bajo a la vez que su transformación desaparecía dejando ver al modelo Adrien Agreste, la pelirroja quedó sorprendida —. Estaremos unidos, seremos mejores y libres — tomó ambas manos de la mayor acercándose a ella. — Adiós Hawk Moth, adiós a las reglas que nos impiden salir, nos escaparemos juntos a una isla lejos de todo, solo comeremos fruta, seremos felices y tendremos un pequeño hámster y lo llamaremos-

— ¡Acepto! ¡No quiero vivir más en una mentira! — la pluma tintineo muchas veces avisando que el tiempo se agotaba, la transformación se deshizo dejando ver a una chica de cabellos castaños que solía ver casi todos los viernes en su clase de esgrima, el chico no pudo evitar separar sus labios por la sorpresa —. Vayamos ahora mismo, el pequeño hámster no se adoptará solo, ¿qué te parece si le ponemos-

— ¡Chat! — la voz de Birella lo sacó de su fantasía, que movía una mano en frente suyo —. No te disocies, ¿qué ibas a decirme?

El rubio giró la cabeza a todas partes pensando cuanto tiempo había estado desconectado de la realidad, incluso Ladybug se había ido dejándolos solos. Su mirada se clavó en el suelo por lo que su imaginación había plasmado en su mente, ¿por qué en su fantasía la chica detrás de la mascara era su compañera de esgrima?

— Yo... — miró la rosa en la mano de la chica recordando lo que hubiera gustado hacer —. Birella, si ahora mismo quitara mi anillo y dejara que vieras quien soy, ¿cambiaría algo entre nosotros? ¿Por fin podríamos estar juntos?

— Gatito, ya habíamos hablado de esto — se hincó para estar a su misma altura —. Todo pasará cuando sea el momento, recuerda que las mejores cosas tardan en llegar.

Chat Noir hizo una mueca desviando la mirada ligeramente, no era su culpa anhelar conocer a la chica detrás de la máscara para vivir las cosas que cualquier persona de su edad deseaba vivir junto a una pareja. Salir al cine, ir por un helado, pasear de la mano en cualquier parque, incluso podría invitarla a sus eventos para no sentirse solo, cosas que no podía hacer siendo el héroe parisino sabiendo que cada uno tenía su vida detrás de la máscara. Suspiró obligado a aceptarlo.

— ¿Qué te parece si vamos al cine un día de estos? Hay una película que quiero ver desde hace un montón — la propuesta pareció animar un poco al menor, ella sonrió besando su mejilla —. Me tengo que ir, te veo después.

El chico se quedó un rato mirando la dirección en que su compañera brincaba los tejados hasta desaparecerse, un sentimiento extraño se asentaba en su corazón, jamás había teorizado o pensado en las posibles candidatas a estar debajo de la máscara, pero esta vez su cabeza había maquinado por si sola dándole la imagen de una chica en específico. Se estaba sintiendo terrible, ¿se podía considerar infidelidad pensar en otra persona? Aunque no fuera de su conocimiento la identidad secreta, ¡no podía tener fantasías con otras chicas! ¡Él era sólo de Birella, no importara quien fuera! Así que dejaría de lado todo eso para esperar el momento en que su duda fuera revelada, no quería ni imaginar lo mal que haría sentir a su amada si se enteraba que imaginaba que era otra chica.

Nid de Colibri | Chat Noir/Adrien x túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora